El 29 de diciembre de 2017 fallecía Carmen Franco a los 91 años de edad, dejando tras de sí un extenso patrimonio inmobiliario como herencia. Sus hijos, despojados de sentimentalismos y teniendo en cuenta que necesitaban liquidez, decidieron poner a la venta todas las propiedades. ¿El problema? No consiguen venderlas e incluso se han visto obligados a rebajar drásticamente el precio de algunas de estas viviendas, según ha podido descubrir JALEOS.
En concreto, la familia Franco está centrando todos sus esfuerzos en el chalet que poseen en Llanera, una pequeña localidad situada en medio del campo asturiano. La familia decidió ponerla en el mercado por un precio inicial de 5 millones, que al poco tiempo bajó hasta 4,9 millones de euros.
Una rebaja mínima que parece no haber sido suficiente y que les ha obligado a tomar una decisión drástica: han rebajado más de 2 millones el precio hasta los 2,9 millones de euros por los que se puede comprar en la actualidad.
Un movimiento con el que reducen a casi la mitad el dinero que piden y que muestra hasta qué punto los herederos de Franco necesitan deshacerse de la propiedad para conseguir algo de liquidez.
La propiedad en cuestión es una chalet situado en medio del campo asturiano, con un terreno de unas 30 hectáreas, llano, con arboleda, prados, zona de jardín decorativo y una zona de árboles frutales. Un entorno ideal para aquellos que quieren estar en contacto con la naturaleza.
En cuanto a la vivienda, se trata de una mansión de 360 metros cuadrados, que se distribuye en dos pisos y bajocubierta. Se accede a la casa a través de un porche sujeto por cuatro robustas columnas, así como un gran escudo labrado en piedra en un lateral.
El interior cuenta con un vestíbulo con una escalera de castaño, varios comedores con chimenea, cocina, zona de almacén, y multitud de dormitorios, todos ellos con sus respectivos baños.
Una serie de estancias que, según los propios vendedores, convierten a esta vivienda en una buena inversión para hacer un "hotel, casa rural o lugar para convenciones, celebraciones y banquetes". Siempre que alguien se aventure a comprarlo, como no ha ocurrido de momento.
Otras propiedades que no se venden
El problema de la familia Franco con la venta de sus propiedades no se circunscribe solo a esta vivienda asturiana. Otro de sus 'casas' que también llevan en el mercado más de un año sin ningún éxito, y la más conocida, es el pazo de Meirás, lugar al que iba de forma habitual Francisco Franco y su familia en vacaciones.
Se trata de una edificación señorial realizada en piedra y enmarcada en una gran extensión de jardines y arboleda, que está a la venta por 8 millones de euros. Sin rebaja ni previsión de reducción de precio.
Además del chalet y el pazo, la que fuera una de las familias más importantes de España ha puesto a la venta un impresionante edificio de siete plantas situado en la calle Hermanos Bécquer de Madrid, por 55 millones de euros.
La zona en la que se sitúa el edificio es denominada como parte de la Milla de Oro de Madrid, nombre que desvela las implicaciones de lujo y exclusividad de la calle. Está en el barrio de Salamanca y cerca del paseo de la Castellana. El inmueble no se vende por plantas y se exige respetar los contratos de alquiler vigentes.
Los movimientos de la familia se engloban dentro de una estrategia con la que buscan repartirse la herencia de forma ecuánime ya que los bienes son pro indiviso, es decir, que pertenecen a varias personas en común.
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