Hasta que no apareció María Teresa Campos (78 años) en la finca donde se celebró la boda de Belén Esteban (45) y Miguel Marcos, muchas eran las voces que aseguraban que la presentadora no acudiría al enlace para así evitar reencontrarse con sus excompañeros de Sálvame. Que solo irían sus hijas en representación suya, pero finalmente Campos se engalanó e hizo acto de presencia en el festejo.
Eso sí, desde el minuto uno de su llegada se apreció el malestar que padecía y su rictus reflejaba la incomodidad que sentía. María Teresa parecía no estar en territorio amigo en la boda. Según se desliza a JALEOS, "una de las cosas que más molestó a Teresa fue tener que dejar el teléfono y pasar por el control de metales". Si bien la predisposición no era la correcta de entrada, Campos "no hizo por interactuar con el grupo" y, como informa Lecturas, la frialdad reinó en el saludo entre la malagueña y Jordi González (56), con el que tendría ciertas desavenencias profesionales: "Ella le negó el beso".
De hecho, la tensión era tanta que "Teresa abandonó la ceremonia después del primer plato, lo que se convirtió en la comidilla". Ahora bien, ante este panorama, ¿por qué asistió Teresa al enlace? "Lo hizo por un favor personal hacia Belén, a la cual le hizo mucha ilusión su asistencia y así se lo hizo ver cuando le envió la invitación", se desliza para rematar que "realmente unas fotos de las Campos con Esteban en la revista ¡HOLA! le dan empaque al reportaje y ellas dieron cierto caché".
En otras palabras, la que fuera presentadora de Qué tiempo tan feliz asistió por deferencia a los contrayentes. No es ningún secreto que María Teresa no está pasando por su mejor momento personal y profesional con los colaboradores de Sálvame con los que en las últimas semanas se ha cruzado diversas pullas. Así las cosas, sus hijas ejercieron un papel determinante en la asistencia de Teresa, que abandonó la celebración de las primeras; una vez, eso sí, realizadas las fotografías para la que siempre ha sido la revista de cabecera del clan, la citada publicación.
Teresa, sin Bigote y a la espera de su regreso
Puede que parte de la actitud apática que protagonizó Teresa en la boda de Belén también se deba a que su pareja sentimental, Edmundo Arrocet (69), se encuentra lejos de ella. En concreto, visitando a su hija María Gabriela allende los mares después del fallecimiento de la primera mujer del cómico y madre de su hija, Gabriela Velasco. En esas, Campos tuvo que pasar la fiesta de su 78 cumpleaños alejada de Bigote. No obstante, hay que decir que pese a esta ausencia Teresa no se encuentra sola, ya que siempre está arropada por sus hijas, y son muchos los pasatiempos que en estos momentos ocupan su asueto.
Según pudo conocer JALEOS hace unos días, la malagueña está a punto de cerrar su vuelta a la televisión. Su retorno a las cámaras se producirá en TVE y el contrato se rubricará "en breve", como supo este medio. Mientras que ese regreso se produce después del verano, María Teresa tiene una importante ocupación, pues se halla "escribiendo", lo que con el tiempo podría traducirse en su octavo libro.
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