Kim Kardashian (38 años) ha lanzado al mercado su nueva línea lencera bajo el nombre de 'Kimono Intimates', una forma sutil de llamar a las fajas moldeadoras que esculpen el cuerpo de la misma forma exuberante que lo lucen las mujeres del clan Kardashian Jenner.
La celebrity y empresaria presentó su nueva aventura de moda por todo lo alto con una especie de puesta en escena teatral y ya cuando el nombre de la colección salió a la luz recibió innumerables críticas por hacer referencia a la túnica tradicional japonesa.
La polémica no se ha hecho esperar, y desde el país nipón han mostrado su rechazo y señalan su acción como "apropiación cultural y falta de respeto". A esta crítica por parte del sector asiático se han unido también millones de comentarios en redes sociales, una plataforma en la que Kim Kardashian no puede permitirse perder aliados como influencer que es.
La reina del reality show norteamericano defendió en un primer momento el nombre de su colección afirmando que: "Es un guiño a la belleza y los detalles que se incluyen en cada prenda". Al mismo tiempo que asegura que reconoce el "respeto que se tiene al significado del kimono en la cultura japones".
Sin embargo, la empresaria ha cedido a la presión del sector nipón y de medio mundo en las redes sociales que han recriminado el gesto de Kardashian y en una de sus últimas publicaciones de Instagram anunciado su nueva decisión: "Siempre estoy escuchando, aprendiendo y creciendo... Mis marcas y productos se construyen con la inclusión y la diversidad en su núcleo, y después de una reflexión y consideración cuidadosas, lanzaré mi marca Solutionwear con un nuevo nombre".
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