Anna Ferrer (22 años), hija de la presentadora Paz Padilla (49), continúa disfrutando de sus vacaciones de verano desde que el pasado mes de junio se graduase en Economía. En compañía de su novio, Iván Martín, ambos se han desplazado hasta Menorca para pasar unos días en una de las mejores zonas de la isla balear.
Como buena influencer, la joven ha contado con todas las facilidades para acceder a los servicios y productos necesarios para pasar una semana inolvidable. Y es que basta que Anna suba una foto a sus redes sociales, donde cuenta con más de 370.000 seguidores, para que cause un efecto positivo en ventas. Las diferentes marcas y negocios cada vez muestran un mayor interés por colaborar con ella.
Hotel, restaurantes y bikinis: todo patrocinado. Si bien es cierto que en hace tiempo contaba con el respaldo de su madre debido a su gran popularidad, en la actualidad ya no la necesita. Al menos en ese sentido. La gaditana ha sabido hacerse un hueco dentro de las influencers de moda. La naturalidad con la que aparece en las imágenes, su capacidad de conectar con sus seguidores y la facilidad con la que se ha adaptado al mundo mediático, provocan un mayor deseo por parte de las empresas.
La pareja se ha alojado en un pequeño hotel de cuatro estrellas ubicado en Ciutadella, una de las ciudades más conocidas de Menorca, y a la vez una de las más deseadas por los turistas. Este hotel, llamado Llongas 11th, tiene un precio entorno a los 150 euros la noche, y todos coinciden en que tiene mucho encanto, además de una pequeña piscina ubicada en la azotea, de la que Anna está disfrutando durante su estancia, tal y como se puede apreciar en la foto, donde aparece posando sonriente al atardecer y a punto de disfrutar de un baño refrescante.
Gracias a que ha contratado este servicio a través de la empresa Booking, la hija de Paz ha proporcionado un descuento a través de sus redes sociales para todo aquel que quiera tener su futuro alojamiento a través de esta página. Gracias a esta ventaja, cuando sus seguidores decidan hospedarse en algún hotel, tendrán 25 euros menos a pagar menos en la próxima reserva.
Además de la tranquilidad del discreto hotel, la pareja ha visitado las calas más bonitas y características de la isla, y han aprovechado para tomar el sol. Pero no les ha bastado con eso, por eso han alquilado un barco para contemplar el bonito atardecer de Menorca a bordo de un yate. Por la noche han acudido a cenar a diferentes restaurantes que tanto ella como las empresas se han encargado de promocionar en redes sociales.
En primer lugar, el Ivette Beach Club, un restaurante con zona chill out que se encuentra en una de las urbanizaciones con más encanto de Menorca. Allí la pareja ha disfrutado de una cena romántica e íntima. Pero este no es el único lugar gastronómico que han visitado, ya que una cita obligada para ella y su acompañante ha sido Francesca, un lugar ideal para comer y que ellos mismos han definido como "un lugar mágico para exprimir segundos".
Anna Ferrer sigue las tendencias de moda y sabe cuál es la prenda estrella del verano. Por eso ha lucido algunos bikinis perfectos para la ocasión. Dos marcas diferentes que han confiado en ella para esta temporada: Robin y Ônes Wimwear.
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