Hace unos días, veía la luz una sorprendente imagen de Miriam Sánchez (38 años), expareja de Pipi Estrada (65) y otrora colaboradora de televisión, en la que se le atisbaba un cambio físico notable. La fotografía la facilitaba una clínica estética que le prometía retomar su anatomía de antaño. Teniendo en cuenta que hacía mucho tiempo que optó por alejarse de la televisión, la sorpresa de propios y extraños fue mayúscula.
Miriam volvía a la primera línea de fuego y lo hacía estrenando imagen y con unos kilos de más. Rápidamente, las preguntas se sucedieron en cascada: ¿qué ha sido de Miriam en todo este tiempo? ¿Cómo es su vida? ¿Cómo se encuentra anímicamente lejos de esos focos televisivos que tanto le hicieron brillar? Muchas han sido las interpretaciones que se han vertido en los platós de televisión, e incluso ha habido quien ha apuntado que se trataría de una estrategia para volver a la televisión.
En medio de tanta habladuría, JALEOS se ha puesto en contacto con un hombre que la conoce a la perfección y que estuvo en su vida, en sus años de más éxito: Pipi. No en vano, tienen una hija en común. Con el deportista deportivo, Sánchez vivió su época televisiva más gloriosa desde que se alzara con el premio de Supervivientes 2008, pero también su época más amarga y dura: la abrupta salida que experimentaron ambos de Mujeres y Hombres y Viceversa. En realidad, el punto de inflexión en la estrella de Miriam. En la actualidad, vive en un lacerante proceso de espera laboral, aunque con una nueva ilusión sentimental de la que este medio conoce detalles.
Pipi, ¿qué tiene que decir de este revuelo en torno a Miriam?
Todo este revuelo Miriam no lo está llevando bien porque ella decidió en su momento apartarse del foco mediático, de la publicidad y todo lo que conlleva. El problema es que ella se ha hecho una operación con la clínica CEME. En realidad, fui yo el que la animé, he estado en primera línea de combate con ella. Fui un poco el que la preparé y animé porque a raíz de su cambio de metabolismo y la medicación lo pasó mal. Con todo lo que ella había tomado por la depresión a raíz de su cambio físico, no fue fácil.
¿Ella cómo está?
No lo ha pasado bien, le han pasado muchas cosas en la vida. Aunque algunos de los comentarios que se están haciendo son 'cómo es posible esta reaparición si ella quería estar alejada', ella lo hizo para la clínica, como publicidad interna. Pero claro, tiene un gran poder mediático, es una persona querida y admirada. Su éxito en Supervivientes la catapultó para que la gente la conociera de verdad.
Es decir, que fue la clínica quien la expuso.
Ella lo hizo por darle publicidad de régimen interno y en Sálvame le han dado cierta notoriedad, como era de esperar. Quiero hacer hincapié -yo, que he sido ácido con Sálvame-, en dar las gracias por el comportamiento, por el trato. Por ese cariño que le han dado a Miriam en todo el proceso. Muy cariñosos todos, les salía de dentro. Esto me ha servido para enterrar el hacha de guerra. Me olvido de mis conflictos personales y laborales. Me han emocionado y alguna lágrima he soltado.
Pipi, ¿cómo es su relación con Miriam?
Yo, desde la perspectiva que tengo en la distancia, porque no hablo todos los días con Miriam, sí existe una buena relación desde el punto de vista humano. Muy cálida y muy cariñosa. Entre nosotros hay un cariño por la hija en común que tenemos; ella nos une mucho.
¿Cree que Miriam volverá a la televisión?
En principio, creo que no. A ella la tele le produce un rechazo total, miedo, hastío. Ha estado en una situación siempre de primera línea de combate, de enfrentamientos y tensión. Y ella es tan brillante como débil en la vida. Luego, tampoco ayudó nuestra forma de salir de Mujeres y Hombres y Viceversa. Fue una salida salvaje, cruel, injusta, fueron muy mentirosos. Durante cinco años el programa tuvo mucho éxito, audiencias brutales, y cuando cambiaron de consejero cogieron a un personaje siniestro como es Rafa Mora (36).
Hubo acusaciones hacia ustedes...
Ese hombre dijo que yo había dado teléfonos de futbolistas, toreros... Si yo he hecho eso, pongamos, ¿qué ha hecho Miriam? Nada. Querían echarnos de ahí... Luego no volvieron a levantar en audiencia. Ese programa sigue vivo gracias a Miriam y a mí.
¿Cómo es la vida de Miriam?
Miriam se quedó con un gran destrozo personal y laboral. Yo no tengo una cámara donde pueda ver cómo es el día a día de Miriam. Yo lo que sé, lo sé por mi hija, que va a ver a su madre... Alguna vez la veo y pienso que cuando una persona no tiene trabajo es preocupante. Produce mucho dolor, hay una cosa clave en todo esto: las cabezas tienen que estar ocupadas y no preocupadas. Y la cabeza de Miriam lleva preocupada mucho tiempo. Si unes esa preocupación a que es una persona muy inteligente, las consecuencias son las que tenemos ahora.
El trabajo ayuda mucho
Claro, la autoestima, el levantarte por la mañana y no tener una responsabilidad, no tener nada que hacer, es tremendo. El simplemente ponerte a leer... Un día y otro día. Desgraciadamente, este país es de una indigencia intelectual tremenda. Muy etiquetador. Cuando te etiquetan no van a la esencia de lo que tú vales; te quedas con lo que hiciste en ese momento. No te quieren ni para ser dependiente en una tienda de zapatos.
En este tiempo, ¿Miriam ha trabajado?
Miriam hizo un módulo para la reconstrucción de muertos y te digo como algo positivo que sacó ese módulo con matrícula de honor. Mira que hay que hacer exámenes, estudiar, hay que prepararse... y ella lo hizo de forma brillante. Es intelectualmente superdotada.
Volvamos a la tele...
Si a ella, por ejemplo, le dieran la opción de ser colaboradora de El programa de Ana Rosa, un programa donde ella va, opina y demuestra lo que sabe, sería feliz. Un trabajo de dos veces a la semana, que le pueda dar 1.500 euros al mes. Ella sería feliz. Volvería a recuperar su figura y su autoestima. Aquella que deslumbró a toda la audiencia.
¿Cómo está Miriam sentimentalmente hablando?
Miriam tuvo una pareja, Cristo Vivancos, con el que yo me llevaba muy bien. Se acabó la relación y ella salió un poco salpicada porque estaba enamorada de este chico. A mí me parecía un chico muy bueno para ella, que le daba fuerza emocional. Creo que fue feliz con él. Ahora sale con otro chico, Fernando. No es mal chico, pero creo que es distinta la relación.
¿Es alguien conocido?
No es conocido, es un chico que Miriam conoció cuando salió una noche, en un garito de Chueca. Es camarero, lo conoció y se hicieron pareja. Lo importante es que la haga feliz. Quiero un hombre que entre en la vida de Miriam y la potencie, y sume. Eso me hace feliz. Sobre todo, por nuestra hija.
¿Y usted cómo está a nivel sentimental?
Mi corazón está esperando a que llegue esa mujer, la compañera de viaje, la persona que sea capaz de entenderme, que yo soy muy burro. Que sea capaz de entender mi filosofía de vida, de ser. En mi caminar solo, sin pareja, me lo paso muy bien. No me fiscaliza nadie.
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