Por fin se conoce el testamento del cantante Camilo Sesto después de semanas de espera y especulaciones. Tal y como informó JALEOS hace unos días, las últimas voluntades del intérprete de Vivir así es morir de amor se han conocido este lunes 30 y en ellas no existe resquicio de duda: su hijo, Camilo Blanes Ornelas (37 años), ha sido el heredero universal de todos sus bienes. Así, Camilín, como se lo conoce en el medio, tendrá que gestionar una herencia millonaria cercana a ocho millones de euros, entre derechos de autor, propiedades y efectivo en cuentas. De este modo, la vida del joven ha experimentado un giro de 180 grados en las últimas horas.
Pese a que la presencia de Camilo Jr. se daba por descontada en la lectura del testamento, finalmente ha sido su representación legal quien ha acudido en su nombre. A primera hora de la mañana de este lunes, la letrada de Camilín ha procedido a la apertura del testamento. En el escrito se desliza que, además de la millonaria herencia que gestionará el hijo de Camilo, el cantante dejó fiel constancia de que el que fuera su amigo y administrador, Cristóbal Hueto, gestionara, a través de una suerte de papel de albacea, algunos de sus objetos más valiosos con una clara y emotiva intención: abrir un museo en Alcoy como homenaje.
Con el afán de conocer las primeras impresiones del testamento, este periódico se ha puesto en contacto con el que fuera mánager y mano derecha de Camilo Sesto, Eduardo Guervós. Bastante más sereno y tranquilo que la anterior vez que charló con este medio, rompe su silencio en un día clave: "A nosotros no nos han llamado porque tampoco teníamos que estar en esa apertura. El propio hijo tampoco ha ido, se conoce que ha dado poderes a su abogada para que fuera ella". Mantiene Eduardo que ni él ni el administrador saben "nada de nada" del caso y que nadie se ha molestado en ponerse en contacto con ellos.
Eso sí, nada nuevo ni sorprendente: ellos no se esperaban otra cosa. Tenían muy asumido cuál iba a ser su papel en las voluntades del cantante. Por eso, le duele especialmente a Guervós que la madre de Camilín, Lourdes Ornelas, no entone unas disculpas a tiempo, cuando se encargó de trasladar a la prensa que tanto él como Cristóbal Hueto buscaban una compensación económica de Camilo Sesto y que este les dejara herencia tras su muerte. "Nunca esperamos nada, ha sido todo una invención", resuelve.
Eduardo Guervós solo quiere pasar página y seguir hacia adelante. Deja en la mano de Camilín no solo el dinero que recibirá, sino también el sentido común: "Espero que una vez abierto el testamento se lleve a cabo el homenaje en Alcoy que se suspendió y que siempre quiso Camilo. Fue su última voluntad y solo pido que se respete". Ahora, todos los ojos están puestos en Camilín y en sus próximos pasos. Quienes estuvieron al lado de Sesto solo piden que se obre con sensatez y respeto.
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