Este martes Telecinco ha emitido el último episodio de Pasapalabra, un programa que había permanecido en antena más de doce años y que había consagrado a su presentador, Christian Gálvez (39 años), como uno de los personajes estrellas de la televisión de España.
El exreportero se había metido al público en el bolsillo gracias a su desparpajo y su habilidad para pronunciar de forma impoluta y con rapidez los enunciados del programa. Pero el camino para llegar a ser el presentador estrella de Pasapalabra ha estado lleno de altibajos, desde su infancia en Móstoles, pasando por su participación en Médico de familia hasta su trabajo como dependiente en una juguetería.
Infancia en Móstoles
Christian Gálvez nació el 19 de mayo de 1980 en Móstoles, un municipio al noroeste de Madrid, en el seno de una familia trabajadora. Su madre, originaria de la Línea de la Concepción, trabajaba como enfermera, mientras que su padre, un orgulloso gato madrileño, ejercía como farmacéutico.
Uno de los momentos más curiosos que recuerda de su infancia fue su primera comunión. En una iglesia repleta de niños vestidos de uniforme, el presentador destacaba al vestir de calle y quedarse dormido. "Mis padres, que alquilaron una cámara grande de estas con VHS, me hacían señas. Yo daba cabezadas, y cuando me tocaba leer siempre me trababa con una palabra que luego puse en práctica durante toda mi vida: 'Perseverancia'", aseguró el presentador en el programa Mi casa es la tuya con Bertín Osborne (64).
Christian Gálvez recuerda haber tenido una "infancia bonita, sobre todo porque mis padres siempre me dejaban hacer lo que yo quisiera". Sus progenitores eran tan permisivos que hasta vieron con buenos ojos su etapa heavy. "Con 13 años pasé de escuchar Elvis Preysler, The Beach Boys o The Beatles, a escuchar hard rock, incluso un poquito heavy. 'Oye, que me quiero dejar el pelo largo', pues déjatelo; 'oye, que me quiero poner un pendiente', pues ponte pendiente".
En el colegio, Gálvez destacaba no por sus notas sino por su peculiar sentido del humor. El presentador era el típico alumno que estaba todo el rato gastando bromas, y que conseguía el cariño de los profesores con una sonrisa.
A los 13 años, sin embargo, tuvo un episodio que marcó su infancia. El joven Gálvez había crecido muy rápido, a esa edad ya tenía la misma estatura que en la actualidad, y los médicos le detectaron que tenía tendencia a abrir los pies. Para corregirlo, los doctores decidieron que el adolescente durmiera con unos aparatos en las piernas. "Se parecía al que luce Forest Gump en la película" y era tal la incomodidad que casi no podía dormir a la noche. Por suerte, este episodio pasó y pudo volver a descansar con normalidad.
Por esa época el de Móstoles había empezado a pensar qué querría hacer en el futuro, y tenía dos posibilidades: cantante de heavy o paleontólogo (que empezó a interesarle tras ver Jurassic Park). Poco sabía en ese momento el joven Gálvez que el destino le deparaba un importante papel en la pequeña pantalla.
Inicios como actor
En su adolescencia Christian Gálvez tenía todas las aptitudes para ser actor: alto, rubio, de ojos azules y con personalidad. Por eso, sus padres fueron los primeros que pensaron en que podía empezar a hacer castings. "Recuerdo que mis padres fueron los principales apoyos", explicó el presentador en el programa Mi casa es la tuya.
Largas horas en salas de espera para que le hicieran las pruebas de perfiles que le abrieron las puertas a la pequeña pantalla con un papel en 1996 en la serie Médico de Familia, donde interpretaba un personaje secundario.
Tras acabar el instituto, y viendo que su carrera como actor no terminaba de despegar, Christian comenzó a estudiar Magisterio. Sin embargo, lo dejó al poco de empezar para trabajar como reportero en el programa Caiga quien caiga. Gálvez se convirtió así en un reportero irreverente que perseguía y acosaba a los famosos en los photocalls. Una experiencia de la que aprendió "todo", pero de la que se arrepiente.
"Fue el paso fundamental para convertirme en el Christian Gálvez que soy ahora", explica el presentador en el programa Mi casa es la tuya. Asegura que es una experiencia de la que aprendió "todo", pero de la que se avergüenza.
Pasado el tiempo, en una entrevista con Risto Mejide (44) confesó que no soporta recordar su época como reportero. "Si quería hacer televisión, no podía reírme de cualquiera" ya que en uno de sus primeros reportajes le espetó a Keanu Reeves (54) que no volviera a tocar música.
"Cada vez que veo ese vídeo me muero de la vergüenza. Después de decirle esas palabras me di cuenta de la vergüenza que hice. Ahí no se ve, pero los de seguridad me echaron de la Berlinale. Y desde entonces cambié. La televisión no va de reírse de la gente, sino con la gente", añadía.
Toca buscar trabajo
Tras varias años trabajando en Caiga quien caiga, y tras recibir un premio Ondas, el programa fue cancelado y Christian Gálvez recibió un choque de realidad. "Con 21 años, dije: 'Nos va a llamar todo el mundo'. Y no llamó nunca nadie. Entonces fue cuando dices: 'Ahora viene la reinterpretación de todo lo que has aprendido, de agachar un poco las orejas y buscar trabajo", explicó.
El presentador decidió que era el momento de cambiar de registro y terminó trabajando como dependiente en una juguetería. Fue un cambio duro. El propio Gálvez asegura que en esas fechas tenía el ego sobrealimentado y ese cambio de registro fue un choque de realidad.
El de Móstoles había tirado la talla y no tenía pensado volver a la televisión en un futuro, pues pensaba que ya no había más oportunidades para él.
Hasta que un día recibió la llamada que le cambió la vida. Juampi, un compañero con el que había trabajado un día haciendo un reportaje en Caiga quien caiga, se había acordado de él y le llamaba para que hiciera el casting de Pasapalabra.
Comienza en Pasapalabra
Con 27 años, Christian Gálvez se presentó en las instalaciones de Pasapalabra y conquistó a los organizadores del programa con su desparpajo. "Me ofrecían solo tres meses en el concurso... Y yo elegí Pasapalabra a pesar de que en ese momento me ofrecían otro trabajo por un año", explicó.
El puesto no era fácil, y para prepararse Gálvez estuvo durante un mes entero, ocho horas al día, practicando su pronunciación con un bolígrafo entre los dientes.
El nuevo programa se estrenó en el verano de 2007 y fue todo un éxito. Christian Gálvez logró meterse al público en el bolsillo gracias a su desparpajo y a su habilidad para leer las preguntas.
Estaba programado que el espacio durara tres meses, y ha permanecido en antena durante más de doce años como uno de los programas líderes en su franja horaria. En este tiempo, además, ha recibido numerosos premios como el premio Ondas en 2008 y varios TP de Oro.
Pasapalabra le ha dado éxitos profesionales y personales, ya que gracias a este programa conoció a su esposa Almudena Cid (39). La gimnasta acudió como invitada y durante las grabaciones ya quedó patente la química que existía entre los jóvenes.
Las palabras bonitas hacia ella fueron constantes desde el principio. El presentador le pedía en los descansos que le mostrase sus habilidades gimnásticas y le piropeaba para tratar de conquistarla.
Al terminar la colaboración de Almudena en Pasapalabra, Christian se las empeñó para encontrar su número personal. "Ligamos. Le mandé un mensajito, otro día la invité a un café... Ella es persona, con P mayúscula", confesó el presentador.
El presentador y la deportista contrajeron matrimonio en 2010 después de tres años de noviazgo, en una finca de Torrelodones. Fue una emotiva ceremonia oficiada por el entonces alcalde de Móstoles, cuidad natal de Gálvez.
Fin de Pasapalabra
Christian Gálvez y Pasapalabra eran un tándem ganador que llegó a su fin este martes 1 octubre, cuando la justicia española decretó que Telecinco tenía que dejar de emitir el programa.
Según la sentencia notificada este martes, el Tribunal Supremo ratificó el fallo del Juzgado de lo Mercantil de febrero de 2014 que condenaba a Mediaset, titular del canal Telecinco, a "cesar inmediatamente, quedando además prohibida de reanudar en el futuro, la emisión, edición, producción, reproducción, comunicación pública, distribución, transformación y toda y cualquier otra forma de explotación, por sí o a través de terceros, del programa Pasapalabra".
También prohibía la emisión de "cualquier otro programa de televisión que tenga un formato idéntico o similar al del programa Pasapalabra o que contenga esa denominación".
Telecinco ha mantenido la emisión para este martes de Pasapalabra a pesar de que el Tribunal Supremo ha ordenado que cese de inmediato su programación. Mediaset ha señalado en Twitter que no descarta llegar a un acuerdo con la productora ITV, con la que mantenía un litigio desde hace años por los derechos de emisión.
"Tras recibir esta misma tarde la sentencia del Tribunal Supremo sobre Pasapalabra, Mediaset España comunica su respeto por dicha decisión y su propósito de acatarla de forma inmediata", ha señalado en un breve comunicado publicado en su cuenta de la red social.
Pero ha agregado: "Por lo tanto, y salvo que no se llegase previamente a un acuerdo con ITV, hoy será el último día de emisión del programa Pasapalabra".
Apasionado de Da Vinci
Durante los doce años que ha estado presentando Pasapalabra, Christian Gálvez se ha sacado tres carreras (Magisterio, Filología Inglesa e Historia del Arte) y se ha convertido en un experto sobre Leonardo Da Vinci.
En 2014, tras publicar dos libros de distintas temáticas, el mostoleño publicó la novela histórica Matar a Leonardo Da Vinci, de la que ha vendido más de 40.000 ejemplares. Tanto es su conocimiento sobre este pensador renacentista que incluso ha recibido el título de experto en Leonardo Da Vinci.
El último de sus obras, no exenta de polémica, fue Leonardo da Vinci: cara a cara. Se trata de un trabajo de investigación que se publicó oficialmente en la Biblioteca Nacional de España a finales de 2018, para el que Gálvez colaboró con especialistas de distinta índole, desde los técnicos en morfopsicología de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil Juan Manuel García López y José Diego de Alba González hasta Francisco Etxebarria -especialista en medicina legal y forense y en antropología y biología forense.
Negocios paralelos
Al mismo tiempo que compaginaba su trabajo en la televisión con sus estudios universitarios, Christian Gálvez fundó varias compañías. La más importante es 47 Ronin, una productora que constituyó en el verano de 2007 (cuando empezó a presentar Pasapalabra).
A través de esta empresa el presentador ha producido numerosas actividades artísticas, desde trabajos discográficos pasando por cortos y largometrajes, hasta la exposición de Leonardo da Vinci.
Esta sociedad deja evidente que tiene la misma maestría presentando que manejando sus negocios. Solo en 2017, la productora obtuvo unos ingresos superiores a los 760.000 euros; con el consiguiente beneficio de más de 60.000 euros.
Todo ello, unido a política prolongada de guardar reservas, le ha permitido acumular un activo (lo que la empresa tiene) de más de un millón de euros, según los datos a los que ha tenido acceso JALEOS.
El presentador también fundó otra serie de compañía que en la actualidad están cerradas. En 2012 Gálvez puso en marcha Tuotrogimnasio SL, que tuvo que cerrar dos años más tarde, como hiciera con la empresa Soul & Share Entertainment.
La última de estas compañías es Lienzos y Estrellas SL que fundó en 2016 para la "gestión de salas de espectáculos" y en la que aparece asociado con el científico José Manuel Nieves Colli. Una empresa que aparece activa en el Registro Mercantil pero sobre la que no existen datos en la actualidad.
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