Hubo un tiempo en el que los multimillonarios eran tan tacaños que el todopoderoso hombre del petróleo John Paul Getty permitió que unos secuestradores le cortaran la oreja a su nieto Paul con tal de no pagar rescate. Incluso llegó a instalar una cabina telefónica en su castillo para que sus invitados costearan sus propias llamadas. Pero en la generación posmilénica todo ha cambiado.
En el metauniverso de los milmillonarios cualquier idea loca puede hacerse realidad. En breve se cumplirán 10 años del origen de la campaña filantrópica The Giving Pledge ('La promesa de dar'), cuya misión es la de donar un mínimo del 50 por cierto de sus fortunas destinadas a causas sociales y, en algunos casos, prácticamente desheredar a los descendientes.
Muchos de los milmillonarios más poderosos del mundo consideran una irresponsabilidad dejar tanto dinero en manos de su familia y prefieren dedicarlo a causas sociales. Al inversor estadounidense Warren Buffett (89) y al fundador de Microsoft, Bill Gates (63), no les tembló la voz cuando idearon este plan. Buffett decidió donar el 99 por cierto de su patrimonio (unos 73.000 millones de euros, según Forbes) a la Fundación Bill y Melinda Gates y, justamente, el matrimonio que da nombre a esta fundación hará lo propio con sus 97.000 millones de euros.
"Dejarles todo el dinero a mis hijos sería una irresponsabilidad", ha declarado en más de una ocasión el empresario informático. Mark Zuckerberg (35), fundador de Facebook, ha dicho bien alto que el valor del 99 por cierto de sus acciones en la red social se canalizará a través de su fundación Chan Zuckerberg para erradicar la desigualdad y fomentar la investigación médica.
Otros hombres de negocios que han optado donar toda su fortuna con fines caritativos son el fundador de eBay, Pierre Omidyar (52); Michael Bloomberg (77), que también fue alcalde de Nueva York, donará alrededor de 43.000 millones de euros a temas relacionados con la salud (erradicación poliomielitis o lucha contra la obesidad) o medioambientales y Ted Turner (80), fundador de la CNN y exmarido de Jane Fonda (81), que desea invertir sus casi 8.000 millones de euros en fines sociales.
Hasta el momento, el único empresario miembro de este selecto club que ha aplicado estas normas ha sido el recientemente fallecido Barron Hilton, heredero del imperio hotelero creado por su padre Conrad, segundo marido de Zsa Zsa Gabor y suegro de Elizabeth Taylor, quien en el momento de su muerte tenía entre 1.137 millones de euros y 2.600 millones, según informan varios medios económicos.
De su fortuna, sus descendientes sólo tendrán una tajada del 3 por cierto. ¡Pobre Paris Hilton! (38). Su celebérrima nieta no ha perdido el tiempo y se ha labrado su propio porvenir en reality shows y como pinchadiscos. Su hermana Nicky (36) ha sido más inteligente. Decidió unir su apellido a otro con mucho más lustre, un Rothschild.
Desde que se orquestara este plan, otros millonarios famosos han decidido que si sus hijos y nietos quieren poseer un vasto patrimonio también se lo han de currar.
George Lucas (75), uno de los productores más poderosos de Hollywood gracias a la saga de La Guerra de las Galaxias destinará el 50 por cierto de sus 4.700 millones de euros a la George Lucas Educational Foundation.
La pareja de actores formada por Ashton Kutcher (41) y Mila Kunis (36) han acordado no dejar ni un céntimo a sus hijos Wyatt y Dimitri ya que todo su dinero lo donarán a obras benéficas. Igual que el histriónico Elton John (72), que con casi 300 millones de euros, ha aseverado de forma banal que "si mis hijos quieren un Picasso, tendrán que trabajar para tenerlo". El actor experto en artes marciales, Jackie Chan (65), también ha manifestado su intención de desheredar a su único hijo, Jaycee, por lo que los 310 millones de euros de su fortuna irán la caridad. Con su hija Etta rompió su relación cuando ésta salió públicamente del armario. Sin duda, un dinero bien invertido.
[Más información: 'Camilín' y otros familiares de famosos millonarios 'hambrientos' de herencia]