Reunidos ahora en la lucha común por evitar la exhumación de los restos de su abuelo, los siete nietos del dictador español Francisco Franco atesoran un pasado de lujos, excesos y portadas en las revistas del corazón muy alejado de la España luctuosa en la que crecieron.
Durante el tiempo que ha durado la batalla contra el Gobierno socialista de Pedro Sánchez (47 años) por la reubicación de los restos del dictador en un cementerio municipal de Madrid, lejos del complejo monumental donde permanece sepultado desde 1975, los Franco se han mantenido alejados de los focos en un discreto segundo plano.
Sin embargo, la vida de Carmen (68), Mariola (63), Francis (64), Merry (66), José Cristóbal (61), Arancha (57) y Jaime (55) ha sido seguida desde hace años a través de las revistas, por sus vaivenes sentimentales, sus excesos, o por estar envueltos en causas judiciales, algunas de ellas relacionadas con el patrimonio heredado de su abuelo.
Carmen, la reina de corazones
Protagonista de numerosas portadas en la prensa del corazón, Carmen Martínez-Bordiú Franco, la nieta mayor, heredó a la muerte de su madre, Carmen Franco, hace dos años, el ducado creado y otorgado por el rey emérito Juan Carlos I (81) en 1975.
Un ducado polémico al que es reticente el gobierno de Pedro Sánchez, contrario a la existencia de un título nobiliario que honra la memoria de un dictador.
Su presencia constante en las revistas se debe en parte a su ajetreada vida sentimental, marcada por su boda con Alfonso de Borbón, duque de Cádiz y primo del rey Juan carlos, quien murió en un accidente de esquí en 1989. El familiar del monarca también es el padre de sus dos hijos varones: Luis Alfonso y Francisco, que perdió la vida a los 12 años en un grave accidente de tráfico.
Tras otros dos matrimonios fallidos, Carmen se reconvirtió en musa de diseñadores, presentadora de programas de moda e incluso llegó a participar en ¡Mira quién baila!, un famoso concurso televisivo de baile.
Envuelta en una disputa con el fisco español por un deuda de más de 500.000 euros, y tras la muerte de su madre, la primogénita de los nietos de Franco se retiró a Portugal donde vive con su actual novio, el coach emocional australiano Timothy McKeague, 34 años menor que ella.
Francisco 'Francis' Franco
El segundo de los nietos del dictador, Francis Franco, ha sido polémica en los últimos meses a raíz de su actual disputa con Carmen por el ducado que lleva el apellido de su abuelo. Francisco aspiraba a ese título por ser el primer varón en la línea de sucesión, hasta que un cambio legislativo permitió que fuera su hermana mayor la receptora.
Francis es el único de los nietos que lleva como primer apellido el de su abuelo, en lugar del de su padre, Cristóbal Martínez-Bordiú, un cambio que hizo con el objetivo de preservar el linaje.
Autor del libro La naturaleza de Franco. Cuando mi abuelo era persona, Francis ha reivindicado en numerosas ocasiones la figura de su abuelo y no ha dudado en pronunciarse abiertamente en contra de su exhumación.
El segundo de los nietos del dictador estuvo recientemente en primera línea informativa al verse envuelto en un caso de presunta conducción temeraria y de atentado contra la autoridad en 2012, cuando huyó de la Guardia Civil y acabó embistiendo a una patrulla. Finalmente, el tribunal encargado del caso le absolvió de una posible condena a 30 meses de cárcel.
Jaime Martínez Bordiú
Al igual que Francis, Jaime, el benjamín, también tiene en su expediente algunos casos polémicos, como la condena a un año de prisión por maltratar a su exnovia o el alijo de droga que se encontró en su coche.
Mariola, Merry, Arancha y José Cristobal
Los otros cuatro nietos del dictador español han tenido un comportamiento más discreto en los últimos años y solo se han dejado ver en los actos en los que se ha reunido toda la familia, como fue el funeral de su madre, en diciembre de 2017, o la misa con la que todos los años recuerdan a su abuelo.
Mariola fue noticia de forma indirecta a finales del pasado año cuando se conoció que en uno de los inmuebles que tiene alquilado en Madrid se desmanteló una red de explotación sexual.
Merry cobró fama en su día al casarse con Jimmy Giménez Arnau, un controvertido periodista español del que se separó apenas unos meses después, mientras que Arancha ha sido siempre la hermana que ha pasado más inadvertida.
Cierra el clan José Cristóbal, el único que optó por la carrera militar, pero que finalmente abandonó para dedicarse al ámbito empresarial.
La herencia de Franco
Tras la muerte de su madre, los siete hermanos se repartieron una herencia estimada en entre 500 y 600 millones de euros.
De ese legado forman parte varias empresas dedicadas a negocios inmobiliarios, como compra de inmuebles de renta antigua, alquileres de plazas de garaje, y viviendas y oficinas en varias provincias de España.
También propiedades por su importante valor sentimental, como la casa natal del dictador en El Ferrol (región de Galicia, noroeste de España), o la que posee la familia en uno de los mejores barrios de Madrid, actualmente a la venta, y valorada en 50 millones de euros.
El más controvertido es el Pazo de Meirás, residencia de descanso de Franco en Galicia. Sigue siendo propiedad de su familia después de que unos franquistas lo compraran de forma supuestamente fraudulenta en 1939 para regalárselo después al dictador, fallecido en 1975. Los tribunales acabarán decidiendo el asunto tras una demanda del Gobierno.
El palacete, Bien de Interés Cultural, debería estar abierto a las visitas del público, pero la familia las suspende de forma habitual. Además, el recorrido lo gestiona la Fundación Francisco Franco, que quiere mostrar "la grandeza" del general, lo que indigna a asociaciones antifranquistas y partidos de izquierda. El Estado reclama su propiedad, pero la familia lo puso a la venta hace más de un año por un valor de 8 millones de euros.
Tampoco están exentas de polémica las dos esculturas medievales que forman parte del histórico Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago de Compostela, por cuya propiedad los Franco están en litigio con el Ayuntamiento de esa ciudad.
Las dos esculturas fueron compradas junto a otra más por el consistorio en 1948 a un aristócrata que se había hecho con ellas en el siglo XVIII, y las piezas, según el contrato, debían pertenecer siempre al patrimonio municipal. Sin embargo, seis años después dos de ellas se llevaron al Pazo de Meirás, lo que constituyó, según el Ayuntamiento, un "expolio" y un abuso del dictador.
El bisnieto aspirante al trono de Francia
Al margen de los nietos, la figura que ha pasado a simbolizar el legado del dictador es su bisnieto Luis Alfonso de Borbón (45), hijo del primer matrimonio de Carmen Martínez-Bordiú y aspirante al trono de Francia por su ascendencia paterna.
Luis Alfonso fue quien anunció en las redes sociales la muerte de su abuela Carmen, a quien sucedió en la presidencia de honor de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF).
El bisnieto del dictador, casado con Margarita Vargas (36), hija del banquero venezolano Víctor Vargas, con quien tiene cuatro hijos, encabezó en julio de 2018 una manifestación en el actual lugar de entierro de Franco, el monumento del Valle de los Caídos, en contra de la exhumación.
"El rencor nos lleva otra vez a despertar rancios odios cainitas. La historia condenará a quien profane este templo grandioso, no por el tamaño de la cruz, sino por el fraternal abrazo que representa", aseguró tras la protesta el bisnieto de Franco en las redes sociales.
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