Irene Junquera (33 años), quinta expulsada de Gran Hermano VIP, ha ofrecido su primera entrevista tras abandonar la Casa de Guadalix y ha hecho una dura confesión: tiene un tumor en la cabeza.
"Tengo un microadenoma en la hipófosis. Es un tumor benigno muy pequeño en la cabeza que no tiene más problema salvo que me tengo que medicar para siempre. Eso ni crece ni nada, me tienen que hacer una resonancia magnética cada año más o menos", ha explicado la periodista deportiva en Lecturas.
Irene Junquera ha añadido que tiene claustrofobia, y que por eso se ponía nerviosa cuando tenía que acudir al confesionario: "Una semana antes de entrar en GH me tuve que salir del tubo en el que me meten para hacerme la prueba porque no podía. ¿Crees que alguien se enteró de que tengo claustrofobia? Hay muchas cosas que han pasado en Gh y nadie ha visto".
La periodista ha asegurado que entró en la casa de Guadalix porque era una experiencia que le apetecía vivir, no por dinero. Sin embargo, no ha sido una experiencia fácil debido a las tensiones con el resto de sus compañeros.
"Hasta llegar a GH no fui consciente de que tenía un trauma y no soportaba las tensiones. No quiero que la gente piense que eran situaciones graves, pero sí tengo recuerdos de muchas discusiones entre mis padres, tenían un carácter muy fuerte. Mis hermanos eran adolescentes y también discutían. Yo era la pequeña y me sentía desvalida y sola. En GH me he sentido como una niña. En Alba vi a mi madre, de pequeña iba a ella y me consolaba", ha explicado Junquera.
La relación entre la presentadora y la modelo dentro de la casa de Guadalix ha sido muy polémica, y es que fueron muchos los usuarios que criticaron que Alba tratara con dureza a Irene, exigiéndole en repetidas ocasiones que la defendiera en las disputas con el resto de sus compañeros. Una tensión que finalmente terminó con su amistad.
"No me sentí maltratada, ni humillada por Alba como se ha dicho. Cuando se enfada, tiene un carácter horrible, pero me compensaba lo bueno. No creo que fuera algo personal contra mí, sino que en ese momento a ella la situación le sacaba de quicio y daba la causalidad que yo estaba allí", ha explicado.
"Alba tiene carácter, pero también un lado muy maternal. Yo necesitaba cariño y fue un apoyo muy grande. Me hubiera gustado que no me hubiera hablado así, pero en ese momento la comprendía. No lo justifico pero lo disculpo".
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