Al igual que otros actores como Robert de Niro (76), Antonio Banderas (59) quiere montar todo un emporio de restauración en Málaga. Ahora tiene la mira puesta en su próxima adquisición: Casa de Botes, cerca de 1.000 metros cuadrados de local, y más 500 de terraza. Uno de los inmuebles más emblemáticos de Málaga ubicado en el puerto junto a La Farola.
La participación de Banderas es una demostración más de su perfil empresarial, que viene a sumarse a las recientes apuestas por negocios como el Pimpi o por el Teatro del Soho. Pero esta vez el actor no lo tiene nada fácil, porque el adversario contra el que tendrá que lidiar en el concurso convocado por la Autoridad Portuaria es uno de los titanes de la restauración más poderosos de la Costa del Sol: Dionisio Hernández-Gil, el gurú de los santuarios Trocadero.
Según ha sabido JALEOS, el intérprete malagueño presentó su propuesta unos minutos antes de que el viernes se cerrara el plazo para entregar los pliegos. Antonio Banderas acaba de crear una nueva sociedad, Bote Puerto de Málaga S.L, con la que concurre a este concurso público de la mano de Bellauram S.L y Bodegas El Pimpi S.L, de la que es parcialmente propietario.
Para acceder como candidato a la explotación de la Casa de Botes durante 25 años, es necesario realizar una inversión inicial de 3,5 millones de euros. El adjudicatario final tendrá que "reformar el edificio entero", ya que se trata de una construcción muy antigua y con un estado de conservación deficiente. Al concurso también se ha presentado la UTE Nuevo Mundo, que está integrada mayoritariamente por el grupo Premium, con participación de la constructora Bilba, ambos con sede en Málaga.
Lucha de titanes entre Banderas y Hernández Gil
El grupo Trocadero es el adversario más fuerte de Banderas en este proyecto. El titán de la restauración tiene ya siete lugares de ocio, entre chiringuitos, restaurantes, y beach clubs en Andalucía.
La marca es uno de los emblemas mas sólidos de esta zona, y por sus mesas se pasean desde presidentes de gobierno, a todas las celebrities que pisan Marbella o Sotogrande. Entre ellos suele ir el mismísimo Banderas, al que le encanta degustar la ventresca de atún de Trocadero Arena.
El gurú de este emporio de restauración es Dionisio Hernández-Gil, sobrino del fundador de Alianza Popular, Antonio Hernández-Mancha. Dentro de su singular factoría ha inaugurado recientemente su buque insignia en Benalmádena. El espacio ha sido el marco de las pruebas de exteriores de Masterchef esta semana, con Álvaro Muñoz Escassi (45) y Manolo Santana (81).
En declaraciones a JALEOS, el empresario Dionisio Hernández Gil, informa que su grupo puja por Casa de Botes porque "es un sitio emblemático. Nosotros queremos abrir en Málaga para luego dar el salto a otras capitales, por el tema de la estacionalidad (para evitarla). Málaga va muy bien turísticamente, y una oferta de calidad como la nuestra encaja muy bien, tenemos mucho público internacional, que recorre toda la Costa del Sol y además Casa de Botes está enfrente al mar, como todos los Trocaderos. Pero serán los técnicos los que decidan cuál es la mejor oferta de las tres empresas que optamos al concurso".
El grupo del empresario más cotizado en la Costa del Sol "apuesta por el empleo estable y dar trabajo a mas de 600 personas así como esponsorización de equipos deportivos, actos benéficos y culturales".
Los negocios de Banderas
Aunque su profesión es la de actor, lo cierto es que cada vez más Antonio Banderas está explorando su faceta de empresario. Poco a poco va aumentando sus posesiones en la 'Ciudad del Cenachero'.
Desde que adquirió su nuevo palacete, en pleno casco antiguo de Málaga en la Plaza Zegri, se pasea como uno más por su Málaga natal. Pero no todos los negocios que ha emprendido le han sido rentables. El empeño de Banderas no es nuevo. En el camino se ha encontrado con rotundos fracasos, como cuando abandonó el proyecto de levantar un centro cultural en el cine Astoria tras las duras críticas de la oposición municipal, que criticó un supuesto trato de favor del Ayuntamiento, gobernado por el PP desde 1995.
Tras este varapalo creó la Fundación Teatral Antonio Banderas, aportando una cantidad de 225.000 euros anuales para pagar el alquiler del Teatro del Soho CaixaBank donde estrena el próximo mes su musical A chorus Line', para el que ya ha colgado el cartel de "no hay entradas".
Entre sus negocios fallidos también están una cadena de restaurantes, La Posada de Antonio Banderas, un proyecto de teatro en la antigua estación Príncipe Pío de Madrid, una empresa de alquiler de barcos de recreo en Málaga o las bodegas Anta Banderas.
Otro proyecto, que nunca llegó a realizarse fue la creación de una escuela de hostelería, para lo que contaban en su día con el apoyo de la fundación La Caixa y de Cerveza Victoria. La idea era cubrir la demanda de formación que existe en el sector de la hostelería, tanto en cocina como en sala.
Actualmente su "buque insignia" en restauración es El Pimpi. En 2017 adquirió una parte de las acciones de la famosa bodega de El Pimpi, pasando a ser propietario de una parte de ésta y reforzando así el músculo financiero de la empresa. Este local es su restaurante fetiche y parte de sus inversiones empresariales en la ciudad.
Imagen de tres rascacielos de lujo
Antonio Banderas gestiona a través de la firma mercantil Glassmore Investment S.L, su patrimonio inmobiliario en España domiciliada en la casa La Gaviota de Marbella y que administra su hermano Francisco Javier Domínguez, 'Chico' familiarmente. La sociedad sigue atesorando las grandes propiedades del actor en Málaga, pero para los temas relacionados con su aventura teatral y el nuevo restaurante Casa de Botes, ha creado entidades mercantiles distintas.
Desde el verano, el actor se ha erigido como la imagen de Picasso Towers, las tres torres de lujo diseñadas por el arquitecto Carlos Lamela, para la nueva Milla de Oro malagueña. De esta manera ha logrado obtener financiación para su proyecto del teatro uniéndose al sector inmobiliario del lujo. El actor malagueño cuenta de esta manera con el patrocinio de Metrovacesa y Sierra Blanca, las dos promotoras inmobiliarias responsables de los rascacielos.
El proyecto inmobiliario cuenta con 213 viviendas y está ubicado justo junto al paseo marítimo que lleva el nombre del artista malagueño. Tres torres de 21 plantas en primera línea frente al mar en lo que antes era una zona de fábricas que pretenden "revitalizar" esa área oeste de Málaga "de una manera sostenible", como el mismo actor lo presentó respondiendo a las críticas.
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