Raquel Bollo (44 años) no se rinde ante la adversidad y, pese a que en los últimos tiempos no ha tenido demasiada suerte en el mundo empresarial tras el cierre de su tienda sevillana, está dispuesta a continuar batallando por ganarse la vida más allá de los emolumentos que percibe en televisión. Por eso, ha decidido emprender una nueva aventura laboral, como ha podido confirmar JALEOS tras la exclusiva de Lecturas: abrirá su propia línea de joyas, RB Raquel Bollo. Este medio ha podido conocer que este proyecto tiene "muy ilusionada" a Bollo y le ha "devuelto la ilusión" tras sus últimos tropiezos.
En esa línea, se aclara que Raquel cuenta con el apoyo de toda su familia y, sobre todo, de su pareja sentimental, Mariano Jorge Gutiérrez. Eso sí, las joyas todavía no están a la venta en la página web de la sevillana, pero en breve sí lo estarán, como se explica: "Ahora están poniéndola a punto y está en mantenimiento". ¿En qué horquilla se moverán los precios de las joyas?, interpela este periódico a alguien cercano a Raquel. "Habrá de todo, baratos y más caros, pero, en general, todo muy asequible. Ella quería una línea muy ponible y adaptada a los tiempos que corren", informa la persona a la que ha tenido acceso este medio.
Lo cierto es que este proyecto llega en un momento personal y profesional bastante boyante y estable para Raquel Bollo. Por un lado, su hija Alma Cortés Bollo (19) acaba de desvelar públicamente que está embarazada y que hará abuela a la colaboradora de Sálvame. Un momento feliz, pero también agridulce para Bollo, quien ha pasado por diferentes momentos emocionales desde que su hija compartiera con ella la buena nueva. Por otro lado, su vida profesional, por fin, comienza a transitar por páramos más tranquilos tras su fichaje por Sálvame. Fue en noviembre de 2018 cuando se produjo su aterrizaje en el programa estrella de Telecinco tras dos años retirada de los medios de comunicación. En su retorno, la andaluza confesó, aunque con un toque de sutileza, que no atravesaba su mejor momento económico. Y así era. Lo que el público desconocía entonces era el alcance real de su adeudo. Tal y como pudo conocer este medio, su deuda con Hacienda rondaba los 85.000 euros.
Por ese motivo, la Agencia Tributaria decidió entonces que todo el sueldo que Bollo cobraba por día trabajado fuese íntegro para salvar el déficit. En ese momento tan complicado, Raquel, incluso, intentó negociar con el fin de quedarse un porcentaje para "ir tirando", pero sus intenciones fueron rechazadas y esta se vio obligada a trabajar 'gratis' por una temporada. Aquellos tiempos de ahogos económicos se fueron relajando y, aunque todavía acumula deuda, como ha reconocido en Lecturas, esta es cada día menor. Ahora solo queda esperar a ver si su nuevo negocio de joyas se convierte en todo un éxito y consigue que pueda vivir tranquila a nivel económico.
Dos años 'sobreviviendo' sin la tele
Durante los dos años que estuvo apartada del foco, Raquel buscó la manera de salir adelante. Lo intentó como empresaria de moda y fundó una tienda con sello propio, pero finalmente tuvo que cerrar porque no funcionó. Pese a que en un principio las cuentas fueron razonablemente bien, el negocio fracasó. Eso le produjo más de un disgusto y alguna que otra pérdida, tanto económicamente como a nivel emocional.
Pero siempre hay luz al final del túnel, y ella encontró 'su luz' en el amor. La primavera del 2017 comenzó una relación sentimental con un conocido empresario sevillano, Mariano Jorge Gutiérrez. Se llegó a plantear -y sigue manteniendo esa idea- según la posibilidad de pasar por el altar: "Estoy feliz y muy enamorada", declaró hace unos meses en el programa Viva la vida.
Desde que se conocieron, su vida cambió por completo, y así lo afirmaron los que más conocían a la sevillana. Esta pasó de frecuentar lugares flamencos, a acudir a los restaurantes más exclusivos de Andalucía y Madrid. Además, tal y como aseguraba a JALEOS el entorno cercano de Bollo, "pese a que no le gusta el mundo de la televisión, apoya a Raquel en esto".
Las joyas, el 'negocio maldito' de 'Sálvame'
Lo cierto es que el mundo de las joyas no es el 'punto fuerte' de los colaboradores de Sálvame. Allí tiene Raquel Bollo dos importantes ejemplos de fracaso: el de Mila Ximénez (67) y el de Terelu Campos (54). Por un lado, la que fuera mujer de Manolo Santana (81) se atrevía en noviembre de 2017 con el lanzamiento de By Mila Ximénez. Fue JALEOS quien descubrió que la relación laboral de Mila con el diseñador Gustavo Marinaro se había hecho añicos y, al tiempo, sus joyas dejaron de venderse en los establecimientos y ella cesó de súbito de promocionarlas más en sus redes sociales.
Por último, el caso de Terelu fue parecido al de Ximénez: rompió lazos con los orfebres cordobeses con los que fabricó la línea y, al poco tiempo, desapareció la página web y ni rostro hubo de cualquier promoción en su Instagram. No cabe duda de que las joyas no les van bien a las colaboradoras de Sálvame. ¿Correrá mayor suerte Raquel Bollo?
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