La mujer del marqués de Griñón sacó toda la artillería estilística para la gala. Un marcado escote, cintura entallada, falda de vuelo en seda y un abrigo de peletería. Todo ello en rojo y firmado por Hannibal Laguna. En sus complementos -pendientes, colgante y bolso- optó por el brillo plateado. Su marido lució terciopelo en la americana del traje negro, combinado con pajarita en el mismo tono.