Anita Matamoros (19 años) estaba acostumbrada a vivir en Madrid con un gimnasio en su propia casa, concretamente, en el piso más bajo de su mansión. Pero en su nueva vida independizada en Milán ha tenido que buscar un centro de deporte para ejercitar su cuerpo varias veces a la semana. Y lo ha encontrado. Aunque no es nada barato, ni lo tiene al lado de casa ni es tan bueno como lo venden.
La pequeña ciudad de Milán dispone aproximadamente de una decena de gimnasios, que se dividen entre los low cost que pertenecen a franquicias europeas, los que son locales exclusivamente para el uso de personal trainers y luego está el centro de entrenamiento más lujoso de la urbe. Se llama Get Fit Express, se encuentra en el corazón de Milán y su impresionante fachada acristalada augura en su interior una fantasía hecha gimnasio.
Ese es el gym al que acude Anita. No está situado muy cerca de su piso, ya que la joven vive en el ecléctico barrio de Chinatown y tiene que caminar media hora hasta su centro deportivo, pero sí se halla un poco más cerca del Instituto Marangoni en el que la influencer estudia Comunicación y Marketing de Moda.
Las instalaciones del Get Fit Express se muestran en un alto edificio de cuatro plantas, plagado de placas de cristal azul que le otorgan un diseño de vanguardia nada convencional en la gran mayoría de gimnasios. Su interior presenta amplísimos espacios, muy abiertos, aprovechando la luz natural que entra desde los ventanales y con decoración minimalista. Las múltiples máquinas se alojan cerca de las cristaleras para que las vistas durante el entrenamiento sean dignas de disfrute. Y en su catálogo muestran una gran oferta de clases instruidas por monitores expertos que van desde el yoga, el pilates, el kick boxing pasando por la zumba o el aeróbic más clásico en sus diferentes salas de fitness.
Además, dispone de centro de estética, con tocador, secador de pelo y planchas profesionales y también se ofrece al cliente vip el servicios de sauna y la última tecnología en wellness. Nada más inscribirte te otorgan la clave WiFi y un kit de cortesía para el aseo y el ejercicio, que consiste en pequeñas botellas de gel y champú, toalla, botella de agua, peine, esponja y goma de pelo.
Debido a todos estos lujosos detalles que ofrece el centro, su precio es mucho más alto que el de sus competidores. Tanto es así que es imposible encontrar el precio de la matrícula e inscripción en su página web. Por el contrario, en su sitio oficial sí presenta una amplia galería de imágenes de sus rincones más glamurosos y explica minuciosamente cada uno de los servicios e instalaciones que posee.
Precisamente el tema del precio es uno de los puntos más polémicos que desata las críticas de sus clientes o exclientes. En los foros como Tripadvisor y demás webs de opinión,centenares de usuarios exponen con claridad sus malas experiencias en ese gimnasio. Apuntan que siempre hay máquinas estropeadas, que las clases se cancelan cada dos por tres sin previo aviso, que la única forma de enterarte verdaderamente del precio es personarse en la recepción, que te dicen primero un precio (60 euros) y después es mucho más... aproximadamente 100 euros al mes.
Todos estos aspectos negativos son los primeros que cualquiera puede leer al buscar reseñas sobre el centro. Sin embargo, parece que Anita Matamoros ha preferido dejarse llevar por las espectaculares vistas que ofrecen sus gigantescas cristaleras mientras se ejercita en la cinta de correr o quizá haya quedado cautivada por el centro de belleza que posee dentro de sus instalaciones. Sea como fuere, debe mantener su valor de influencer muy a flote para poder seguir pagando los 3.000 euros al mes por el coqueto piso en el que vive en Milán y sumarle a ello cada mensualidad alrededor de 100 euros para mantener su cuerpo en forma.
[Más información: Así es el coqueto apartamento de Anita Matamoros en Milán por 3.000 euros al mes]