El año 2019 está repleto de cambios para Malú (37 años): nueva relación con Albert Rivera (40), un bebé en camino y una nueva casa en La Florida (Madrid). Pero el comienzo de una nueva etapa no elimina automáticamente lo viejo, y prueba de ello es la casa que todavía posee la artista en Majadahonda y de la que no consigue deshacerse. Tras varios meses en el mercado y sin ningún comprador interesado, la artista está optando por probar nuevas estrategias, según ha descubierto JALEOS.
Lo primero que ha hecho Malú es bajar el precio de venta. Lo cierto es que la mayor parte de las casas que se ponen a la venta en la actualidad, tienen un valor en mercado muy inferior al precio por el que la compraron sus dueños en la época del boom inmobiliario. Por eso, cuando se pone a la venta siempre toca hacer un ajuste de varios miles de euros para acercarse más a lo que los clientes realmente están dispuestos a pagar.
En la actualidad la casa se vende en un conocido portal inmobiliario por 885.000 euros, un precio muy inferior a los 920.000 euros que pedía al principio.
Además, la artista ha vaciado, literalmente, la vivienda. Cuando se supo que Malú había puesto a la venta su casa, uno de los detalles que más sorprendió fue su peculiar gusto a la hora de decorar la vivienda. Ahora, sin embargo, las paredes aparecen desnudas y los suelos de parqué están desprovistos de cualquier alfombra o decoración.
Una de las estancias en las que mejor se puede apreciar este cambio es el gran salón de la casa. La artista lo tenía decorado en tonos plateados y morados, con un multitud de mesas de cristal, un gran sofá blanco, un espejo sobre la chimenea, alfombras cubriendo la mayor parte de la estancia y hasta jarrones dentro de la chimenea. Ahora, sin embargo no hay absolutamente nada.
La otra estancia en la que más se pueden ver estos cambios es la cocina. En esta ocasión Malú no solo se ha llevado el mobiliario, también se ha llevado algunos electrodomésticos como el microondas (que deja un hueco vacío en el mueblo) y la gran nevera plateada de dos puertas.
El vaciar las casas cuando se quieren venderlas es una estrategia habitual para encontrar compradores, ya que estos pueden imaginarse mejor cómo va a ser su futura vivienda (con sus muebles y su toques personales). En este caso puede deberse, además, a que Malú necesita muchos de estos objetos para decorar la casa de La Florida que ha comprado y a la que se ha mudado hace solo unas semanas junto a Albert Rivera.
A parte de todos estos movimientos, la cantante también ha optado por cambiar de inmobiliaria, y en la actualidad la venta de chalet está gestionada por Engels & Volkers, una compañía especialidad en propiedades de lujo. Más allá del prestigio de esta empresa, esta decisión puede venir motivada a que la sociedad garantiza a sus clientes una total discreción a la hora de gestionar estos proyectos, y es bien sabido el interés que tiene Malú por que su vida privada se mantenga en secreto.
A punto de ser padres
La cantante y el que fuera líder de Ciudadanos han anunciado a través de sus cuentas oficiales de Instagram que están esperando su primer hijo en común. Él ya es padre de una niña, Daniela (8), fruto de una relación anterior. Con un mismo mensaje cargado de ilusión, ambos han confesado que están felices de poder compartir esta buena noticia con todo el mundo.
"Ahora sí... Me emociona muchísimo poder compartir con vosotros este maravilloso regalo que nos ha hecho la vida: ¡Vamos a ser papás! Nos gustaría vivir este deseado embarazo con la mayor tranquilidad para poderlo disfrutar como merece. Una vez más, gana el amor", han sido las palabras de la pareja. Junto al anuncio, una preciosa foto de sus manos entrelazadas mientras sostienen el chupete de un bebé.
Fue a principios del pasado mes de octubre cuando comenzaron a aflorar los rumores sobre un posible embarazo de la intérprete de Toda junto a su pareja. Malú tuvo una pequeña reunión privada con un exclusivo grupo de fans donde realizó la versión de una de sus canciones para grabarla con ellas en el estudio.
En ese encuentro, las admiradoras de la artista no dudaron en fotografiarse con su ídola y las instantáneas empezaron a despertar comentarios sobre la presunta tripa premamá de la sobrina de Paco de Lucía. De hecho, según las propias fans, la misma cantante se excusó argumentando que "había engordado", algo que se percibió entonces en su rostro, mucho menos afilado de la habitual. También en la holgura de su camisa.
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