Verdeliss (34 años) por fin se muda a la nueva casa que comenzó a proyectar hace más de tres años. Tras multitud de dolores de cabeza con los plazos de la obra, problemas con los proveedores e incontables vídeos promocionando cada rincón, la influencer y su familia podrán entrar a vivir en el chalet modular que poseen a las afueras de Pamplona.
Su odisea con esta casa comenzó hace casi tres años. A través de un vídeo de YouTube, Verdeliss anunció a sus seguidores que la familia había decidido cambiar el piso de 90 metros cuadrados en el que viven actualmente por un gran chalet de equipamiento y fabricación sostenible a las afueras de la capital navarra.
La pamplonica y su marido, Aritz, decidieron comprar un terreno y levantar desde cero el hogar al que entrarán a vivir dentro de unos días. Para la construcción confiaron en la empresa Pop-Up Project, una compañía de Pamplona que se ha encargado de todos los detalles.
La obra, sin embargo, no siempre pudo cumplir con los tiempos previstos, ya que había multitud de parones porque Verdeliss tenía que acordadas determinadas colaboraciones con marcas. Conforme pasaban los meses, la familia veía cómo la casa no terminaba de construirse y tenían que retrasar constantemente la mudanza.
Además de los patrocinios de la influencer, los constructores han tenido que enfrentarse a problemas con los proveedores, a modificaciones en el jardín que han obligado a rehacerlo ya hecho, a faltas de material y a una multitud de exigencias por parte de Verdeliss. La pamplonica y su marido querían tener la casa perfecta, con todos los detalles para que sus hijos crezcan en el mejor entorno posible, y eso conlleva estar encima de muchos aspectos y que al final los tiempos no se cumplan según lo previsto en el calendario de obra.
En un primer momento, se pensaba que iban a entrar a vivir en el verano de 2019. La exconcursante de Gran Hermano así lo anunciaba en sus redes sociales, donde se mostraba feliz enseñando cómo la casa iba tomando forma. Sin embargo, las complicaciones antes mencionadas empezaron a surgir y vieron que iba a ser imposible que en esas fechas la familia pudiera entrar a vivir en el chalet. Todo ello a pesar de que en junio la influencer ya presumía a través de un vídeo que ya había decorado su hogar. En concreto, había amueblado la planta inferior de la casa. Para esta zona, escogió un estilo industrial-minimalista que corrió a cargo de Ikea, su patrocinador.
Ha seguido un esquema similar para amueblar el resto de la propiedad. Gracias a la compañía Garabatos decoró, a medida, todos los cuartos de los pequeños y los promocionó con otro vídeo en sus redes sociales. Miren, la más pequeña, ha sido la última en tener su cuarto y, de nuevo, muchos meses más tarde de lo previsto. A principios de noviembre la infuencer mostró a sus seguidores la habitación del bebé (también con patrocinio), decorada con muebles minimalistas en color blanco valorados en total en más de 4.000 euros, tal y como desveló JALEOS.
La estancia de Miren está cuidada al detalle, y ha sido la habitación que Verdeliss ha escogido para anunciar mediante una publicación en redes que dentro de poco comienza, por fin, la mudanza. Un gran cambio para ella y para su familia: "El primer cambio de pañal en su cuarto, en su propio cambiador. Para el resto del mundo quizás no tenga mucha importancia, pero a Aritz y a mi nos ha puesto sensiblones jeje. Cuando soñamos esta casa, Miren apenas era un bonito deseo. Pronto al fin sucederá la mudanza y verla a ella habitar este espacio es como una reconciliación", ha escrito.
Un año problemático
El comienzo de la mudanza a la nueva casa es una buena noticia para cerrar un año que no ha sido fácil para Verdeliss, y que ha estado marcado por dos grandes problemas: el nacimiento prematuro de Miren y los rumores sobre una crisis con su marido.
La primera mala noticia comenzó a principios de año. El embarazo de Miren no estaba saliendo según lo esperado, y la exconcursante de Gran Hermano se vio obligada a permanecer ingresada durante dos semanas en el hospital. Finalmente, el 2 de febrero la bebé llegó al mundo con solo 31 semanas de gestación.
"Y nació Miren, a las 20:47h del día de ayer, a sus 31 semanas y su primera experiencia en el mundo fue el calor de la piel de su madre. 1.695 gramitos de perfección, ¡¡¡es preciosa!!! Gracias a todo el equipo de @quironsalud San José, por permitirle un parto tan bonito y respetado. Agradecimiento eterno a la profesionalidad de la ginecóloga, la dulzura de la matrona y la sensibilidad de la pediatra de neonatos. Ahora toca un tiempito de incubadora para seguir poniéndote fortachona, mucha lactancia, método canguro y amor. Estamos felices, tranquilos y disfrutando de estos primeros instantes, te queremos!!!", escribió en su momento en sus redes sociales.
En los meses siguientes, tanto Verdeliss como Aritz tuvieron que abandonar todo su mundo para centrarse en la pequeña. Se mudaron a Madrid, dejaron a sus hijos con sus familiares en Pamplona y se pasaron la mayor parte del día en la UCI pendientes de Miren. Entre los muchos cuidados que recibió, la pareja se sintió especialmente orgullosa del método canguro, en el que los bebés prematuros están en contacto piel con piel con sus padres durante el tiempo que están ingresados.
Tras 41 días hospitalizada, Miren pudo recibir el alta hospitalaria. Terminó un calvario para Verdeliss y para Aritz que les había pasado factura emocionalmente. Por esas fechas, la influencer publicó varios vídeos en los que confesaba entre lágrimas que no estaba atravesando su mejor momento.
Con el paso de los meses parecía que la situación iba mejorando hasta que a mediados de octubre surgieron rumores sobre una supuesta crisis matrimonial, debido a unas polémicas declaraciones suyas en un vídeo en su canal de Mtmad: "Llevamos semanas muy ahogados. Yo mantengo esta etapa de crisis en la que parece que no remonto", aseguró. "Lo estamos pasando muy mal. Todo esto va a acabar con nuestra relación de pareja y de familia, así que vamos a liberar nuestras mentes y centrarnos en disfrutar", compartió en su momento.
Diversos medios se hicieron eco de estas declaraciones, y Verdeliss tuvo que salir a la palestra para aclarar cuál era la situación real entre ella y su esposo. "Quien está en crisis es la obra de la casa nueva. Está consumiendo mi relación de pareja y mi familia. Quien haya pasado por problemas y retrasos de obra lo entenderá", confesó.
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