La reaparición de María José Campanario (41 años) y Jesulín de Ubrique (45) en una revista del corazón, vía exclusiva, ha sorprendido a propios y extraños. Por inesperada y extemporánea. Y es que, llevaban mucho tiempo sin asomarse a las revistas y tampoco el matrimonio se encontraba de rabiosa actualidad de un tiempo a esta parte. Es más, parecía, poco menos, que deseaban alejarse del barullo mediático después de que Campanario volviera a encontrar solaz tras su último bache de fibromialgia.
No obstante, este miércoles regresaban a su revista de cabecera para poner en orden su presente. Ahora bien, ¿a qué se ha debido este silencio? ¿Y por qué se ha roto justo ahora? La razón no es otra que por consejo legal: han seguido las instrucciones de su abogado, especialista en temas de intimidad y honor. Según su cualificada opinión, tanto María José como Jesús debían declinar entrevistas y salidas públicas, estar en un perfil bajo, en el pleno litigio que libraba la odontóloga contra Kiko Hernández (45) y Telecinco. Hablar no les favorecía.
Y así han estado todo el tiempo que ha durado la batalla en los tribunales: sin hablar. Tan solo cuando María José ha vencido a la cadena de Fuencarral y al aguerrido colaborador, ambos han podido dar un paso al frente. JALEOS ha podido conocer que fue el matrimonio quien dio el paso y quien comunicó en primer lugar su intención de explicarse en el papel couché. Estaban en su derecho y así lo han hecho. En la interviú han hablado de todo: desde sus supuestas crisis sentimentales hasta de Belén Esteban (46) y la fibromialgia.
En el último punto es donde podría estribar el problema para el matrimonio, al menos si solo se escucha a una parte. No en vano, y según relató María Patiño (48) -que también fue demandada por la mujer del diestro-, la odontóloga relató y defendió ante el juez que ella nunca había hablado de su enfermedad en una exclusiva; que solo posaba en las revistas para abordar "bodas, bautizos y comuniones". Sin embargo, en la revista ¡HOLA! sí que ahonda en la enfermedad, extremo que ha indignado sobremanera a Kiko Hernández y a Patiño.
Con más o menos razón, lo que nadie puede negar es que María José se protegió muy mucho de los posibles ataques con un detalle que se desliza en la citada revista nada más arrancar la charla con el matrimonio: ella posaba y hablaba de forma desinteresada. Altruista. En otras palabras: que María José no ha cobrado por esta exclusiva. Así y todo, no ha habido una remuneración para que hablara de su enfermedad. Matiz clave para su defensa y que, le consta a este periódico, ella "quiso puntualizar en más de una ocasión".
La batalla entre María José y Mediaset
Durante años, María José ha constituido un auténtico azote para Telecinco desde que su enfermedad, la fibromialgia, desfilara por los platós de televisión. La salud de una persona y todo lo que ello rodea es un ámbito sobreprotegido por la justicia, incluso si se trata de un personaje público como es la esposa de Jesulín de Ubrique.
La primera vez que la justicia dio la razón a la odontóloga este año fue en junio. Los tribunales de Arcos de la Frontera sentenciaron a favor de Campanario y condenaron a Telecinco y a José Antonio León por un delito de intromisión en su intimidad y fueron condenados a pagar 8.000 euros de forma solidaria, tal y como informó en exclusiva este medio en su momento.
La de Castellón demandó a la cadena y al reportero por considerar que algunas de las informaciones que habían publicado trataban su estado de salud y su último ingreso hospitalario. El problema para Campanario fue, según ella, que se la adjudicó el diagnóstico de una enfermedad que carecía de veracidad y que sus problemas médicos estaban siendo aireados hasta convertirlos en dominio público.
La segunda victoria de la esposa de Jesulín de Ubrique este año sobrevino el 3 de octubre. El juzgado de Primera Instancia número dos de Arcos de la Frontera y la Audiencia Provincial de Cádiz condenó a Patiño y a Telecinco por una intromisión en el derecho al honor y a la intimidad de la odontóloga; y decretó que tenían que indemnizar a Campanario con 6.000 euros y publicar la sentencia en el programa Sábado Deluxe.
Esta año, además, María José Campanario también ha estado inmersa en un proceso judicial contra Kiko Hernández y contra la cadena de Mediaset del que, de nuevo, ha salido victoriosa. Demandó a ambos por los hechos que tuvieron lugar en 2015, cuando en Sálvame se difundió en directo el contenido de un parte médico de la mujer del torero.
El equipo jurídico de Campanario se centró en que la salud de su clienta debía protegerse por encima de otros derechos. Manifestaron que el hecho de que un personaje público se haya lucrado vendiendo su vida personal, no es una causa justificada para que temas tan delicados terminen siendo de dominio público. "Se trata de una sentencia brillante en lo que concierne a la argumentación jurídica de la vulneración de la intimidad, pero que no compartimos en lo referente a la valoración económica del daño. Nuevamente, la obsoleta Ley Orgánica del año 1982 vuelve a actuar en contra del justiciable a la hora de ver restituidos sus daños morales", comentaron en su momento los letrados de Campanario.
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