Cayetano Martínez de Irujo (56 años) ha acudido este martes a Asturias para publicitar su libro, De Cayetana a Cayetano, y ha ofrecido unas duras declaraciones contra su familia.
De ellas, han sido especialmente crudas las palabras contra su hermana, Eugenia Martínez de Irujo (51), con la que históricamente ha mantenido una muy buena relación. "Cuando me operaron de una obstrucción intestinal ni siquiera me mandó un mensaje ni vino a verme; los otros tampoco, pero de ella me duele especialmente, siempre ha sido la niña querida por todos", ha asegurado el aristócrata.
Durante su intervención, Cayetano ha arremetido contra gran parte de sus familiares, a quienes acusa de no haber tenido un buen comportamiento con él. "Cuando murió mi madre todo cambió para mí, esperaba más generosidad por parte de mi hermano Carlos (71), el actual duque de Alba; pero no se produjo y tuve que irme del palacio de Liria, que había sido mi casa durante cincuenta años", ha explicado.
Esta indiferencia por parte de sus hermanos también la sintió cuando falleció su padre Luis Martínez de Irujo y Artázcoz. En concreto, critica la forma en la que su hermano, Alfonso, le comunicó días después y de manera fría la triste noticia: "Ese dolor me ha acompañado toda la vida y hasta hace poco no podía hablar de mi padre sin ponerme a llorar", ha asegurado Martínez de Irujo, que en la actualidad solo mantiene relación con su hermano Fernando, al que siempre ha estado muy unido. "A mis hermanos no les ha hecho gracia el libro, pero yo me limitó a contar la verdad", ha añadido.
Cayetano sí ha tenido buenas palabras hacia Alfonso Díez (69), el que fuera la pareja de la duquesa de Alba durante los últimos años de su vida. El aristócrata ha señalado que, aunque en los inicios de su noviazgo se le criticó mucho, tras el fallecimiento de Cayetana él ha desaparecido de la escena pública viniendo a confirmar la discreción de la que siempre ha hecho gala.
Una buena imagen que no contrasta con la mala relación que siempre tuvo con Jesús Aguirre, el segundo marido de su madre. Ha explicado que su relación "fue muy negativo para nosotros y para la Casa; no entendió nada; en cambio Alfonso Díez, con el que pasó los últimos años de su vida, fue estupendo, una persona excepcional".
Cayetano Martínez de Irujo ha recordado su más tierna infancia, en la que estuvo arropado en todo momento por su niñera Margaret; mientras dibuja una imagen agridulce de su madre. El aristócrata explica que nunca contó con una madre al uso, pero que para ella lo más importante siempre fueron ellos y el patrimonio que posee la actual Casa de Alba: "Lo más importante de su vida, además de nosotros, fue su patrimonio, a él dedicó toda su vida y buena parte de su fortuna".
Esta difícil relación que mantuvo con su madre es lo que le ha llevado a querer dedicarse con mayor tesón a sus hijos, Luis y Amina (18). "Con mis hijos he hecho lo contrario que hicieron conmigo; hablo mucho con ellos desde que eran pequeños y me gusta contarles todo".
El hijo de la Duquesa de Alba ha tenido a su madre muy presente y a pesar de hablar siempre de su modernidad, ha explicado que Cayetana era una mujer de principios y que por eso se casó él con Genoveva (43): "Estaba feliz con sus nietos y a ellos les consintió cosas que a nosotros jamás nos dejó hacer; lo que sí me pidió fue que me casara con Genoveva".
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