Tras once años triunfando con Salvados y unos inicios exitosos con Lo de Évole, el nombre de Jordi Évole (45 años) ha logrado asociarse con el éxito televisivo. Sin embargo, no solo puede presumir de tener buenos datos ante la cámara; y es que también ha creado una productora de lo más rentable que solo en 2019 ingresó más 6,7 millones de euros, según los datos a los que ha tenido acceso JALEOS.
Esta sociedad tiene su origen en 2015 cuando Jordi Évole decidió emanciparse del que hasta entonces había sido padre televisivo, Andreu Buenafuente (55), y de su productora El Terrat; para fundar su propia compañía: Producciones del Barrio S.L., de la que es administrado único. Entonces contaba con un consolidado bagaje profesional a sus espaldas y con el respaldo de su socio, Ramón Lara.
Según explicó él mismo en una entrevista, en ese momento estaban centrados en el programa de La Sexta pero si con el tiempo se les ocurrían "otros formatos y alguna cadena está interesada en comprarlos, pues fantástico".
El éxito de la empresa queda patente en su balance de cuentas, y es que solo en 2019 consiguió ingresar más de 6,7 millones de euros. Esta facturación tan alta (un millón más que el ejercicio anterior) se debe a que Producciones del Barrio S.L., además de producir Salvados, ese año gestionó otros tres proyectos: Matchday: inside FC Barcelona de Rakituyen TV; Mr. Trump, disculpe las molestias para Telemundo; y Proyecto Arkano para TVE.
Esta partida, una buena muestra de la situación que atraviesa una compañía, promete aumentar este 2020. Este año seguirán siendo la empresa encargada de producir Salvados (aunque Jordi Évole no sea el presentador), el nuevo espacio Lo de Évole y los otros proyectos en los que puedan embarcarse.
Con unos ingresos millonarios también ha logrado unos beneficios sustanciosos que en 2019 ascendieron hasta 1,2 millones de euros. Una cantidad pequeña si la comparamos con lo que ha facturado en ese mismo periodo, pero que se entiende teniendo en cuenta que la empresa de Jordi Évole desembolsa más de 3 millones entre su sueldo y el de su personal; más de 1,6 millones en aprovisionamientos (la compra de bienes y servicios necesarios para producir los programas) y casi 370.000 euros en impuestos.
Estos grandes beneficios son otra muestra de lo bien que le está yendo a la empresa de Jordi Évole. Sin embargo, el presentador es una persona pausada a la que le gusta pisar sobre seguro, según él mismo ha explicado, y es consciente de que nadie está exento de que puedan llegar las vacas flacas. Por eso, tal y como demuestran las cuentas de la empresa, suele reinvertir estos beneficios en la productora que ya en 2019 acumulaba un patrimonio (lo que tiene la compañía una vez se le han restado las deudas) de más de 3,3 millones de euros.
De profesión periodista
Jordi Évole nació en Cornellá de Llobregat, en Barcelona, en el seno de una familia trabajadora que había emigrado a Cataluña para buscar un mejor porvenir. Su madre granadina y su padre extremeño le inculcaron desde muy joven la importancia del trabajo y, casi sin quererlo, la pasión por comunicar.
El propio presentador lo desveló hace casi un año durante su último programa en Salvados. Cuando solo tenía nueve años, su padre grabó un documental con él como protagonista. "Era el niño que tenían más a mano", bromeó en sus redes sociales.
Las imágenes parecen ser una premonición del brillante futuro que le esperaba al joven niño que se situaba ante la rudimentaria cámara de su padre, para contarle a un espectador desconocido cómo era su barrio.
Jordi Évole decidió estudiar la carrera de Comunicación Audiovisual en la Universidad Autonóma de Barcelona, y en el año 2.000 tuvo su primera andadura en una cadena de relevancia cuando fichó por el programa La costa nostra de TV3 que dirigía Andreu Buenafuente, el que se convertiría en su padre televisivo.
Trabajaba como guionista, y no tardó en granjearse un nombre en el programa gracias a su peculiar sentido del humor gamberro y crítico con la actualidad.
Cuando Buenafuente cambió de programa Jordi Évole le siguió, y fue en Una altra cosa en TV3 cuando encarnó el papel que llevaría a la fama: 'El Follonero', un supuesto espontáneo crítico que estaba sentado entre el público y que se metía tanto con los invitados como con el presentador.
Su primera intervención tuvo como víctima a Pau Donés (53), del grupo Jarabe de Palo, a quien espetó en catalán que siempre cantaba lo mismo: "¿Eso qué es? ¿El disco nuevo? Eso es lo de siempre, hombre. Siempre haces lo mismo, cuarenta años haciendo lo mismo. Desde La Flaca no haces nada, tío [...] ¡Pero si a mí me gustan! Lo que pasa es que en vez de Jarabe de palo son Jarabe del mismo palo!", aseguró.
El gag preparado fue todo un éxito y Andreu Buenafuente no dudó en seguir explotándolo cuando le llamaron de Antena 3 en 2005 para presentar su primer programa nacional. De nuevo, ese peculiar sentido del humor estaba llamando la atención de las altas esferas y en 2008 los responsables de la cadena decidieron encargar a ese joven irreverente una serie de programas en los que saldría a molestar a los famosos y que tendrían como elemento común el nombre Salvados.
Sin embargo, pasó algo inesperado. Entre ese manto de humor y bromas hirientes, Jordi Évole estaba consiguiendo declaraciones importantes de personas de gran calibre tanto del mundo de la política como de la cultura. Lo que en principio era un programa cómico estaba, de verdad, consiguiendo una información útil e interesante; así que la cadena no dudó en dar el siguiente paso con él: Salvados pasaría a ser un programa semanal de mayor calado periodístico.
Con los años fue adquiriendo un mayor tono de periodismo de investigación con grandes entrevistas y con reportajes a fondo. Pero tras once años al frente, Jordi Évole dijo adiós al programa. "La entrevista al Papa fue la gota que colmó el vaso y vi que se había cerrado un círculo. Es momento de dar un relevo. El programa va a seguir, pero yo no presentaré Salvados", aseguró en su momento. "Es una gran noticia. Hay que ser valiente. No me vais a echar de menos", añadió dándole el relevo a Gonzo (43).
Ahora está presentando el programa Lo de Évole, que se estrenó este 2 de febrero. Es un programa en el que aborda distintas historias personales sobre un tema común y con trasfondo social a través de varios capítulos.
Casado y con un hijo
Jordi Évole está casado con Ester Delgado, una fotógrafa que se ha convertido en su mejor compañía desde que se conocieron y con la que tiene un hijo en común llamado Diego.
A pesar de la fama de su pareja, esta fotógrafa de profesión siempre ha preferido mantenerse en el anonimato. "Me dedico profesionalmente a fotografiar personas, lugares, objetos. Lo que más me gusta es esperar hasta captar el mejor momento de cada uno de ellos", explica en su página Pura Coincidencia.
Ester Delgado también ha sido un gran apoyo para Jordi Évole en su contra la cataplexia, enfermedad que le diagnosticaron a principios de 2019. Se trata de una rara dolencia que causa episodios de pérdida breve del tono muscular, o debilitamiento del mismo, como consecuencia de emociones intensas.
Es un problema neurológico relacionado con la narcolepsia para el que no existe cura, pero que puede tratarse con medicamentos específicos y con la modificación de los factores que la desencadenan, como la risa o el enfado.
"Me di cuenta de que cuando me entraba la risa con según qué amigos, me entraba una flojera de cuerpo, pero de caerme, de no poder sostenerme recto. Es algo que le hacía mucha gracia a la gente, en plan: 'Mira, se cae de la risa'. Es como simpático, gracioso, pero realmente pierdo la musculatura y me caigo", contó entonces.
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