Hacía mucho tiempo que el nombre de Camilo Blanes (37 años), Camilín para sus más allegados, no aparecía en los medios de comunicación. El joven, tras la muerte de su padre, Camilo Sesto, optó por desaparecer del foco mediático y buscar ese anonimato en el que siempre se ha sentido más cómodo. Para ello, tomó la firme decisión de 'aislarse' y tomarse un respiro incluso en el mundo de la música, su profesión. Precisamente, la última información que se deslizó sobre él fue que había paralizado ese disco que pretendía sacar al mercado este 2020.
Ahora, JALEOS ha podido confirmar el último y discreto movimiento legal de Camilín. Desea apartarse de la música temporalmente y centrar sus esfuerzos en una nueva faceta. Blanes se ha convertido en un empresario de éxito. Al menos, de momento figura como "administrador único y accionista mayoritario" de la sociedad Torrepeñote, que su padre fundó en 1990 para albergar "actividades de grabación de sonido y edición musical". Un proceso legal y muy fructífero si se observa la salud de las cuentas de dicha sociedad, más que saneadas y en positivo.
Teniendo en cuenta que Torrepeñote está centrada en actividades que giran en torno a la música, se desliza que con este movimiento Camilo Jr. conserva la esperanza de que, en un futuro, pueda relanzar su propio disco con más facilidad. Personas cercanas a su entorno aseguran que "en estos momentos está muy bien asesorado y ha entendido que este paso es decisivo y necesario en su vida". Lo que a día de hoy es un hecho probado es que el joven ha tomado las riendas de su economía a todos los niveles y este periódico ha podido conocer "la gran felicidad" que siente su madre al ver a su hijo, por fin, más centrado y alejado del mundo de la noche y "las malas amistades".
El descontrol de 'Camilín' ya es pasado
Hoy, Camilo Jr. es alguien nuevo, pero no ha sido fácil. Atrás deja unos meses complicados, 'denunciados' por su madre. En diciembre de 2019 Lourdes Ornelas rompía su silencio para explicar la delicada situación por la que atravesaba su hijo: "Mi hijo está enfermo y necesita ayuda". Sin duda, un grito desesperado de una madre que ya no sabía qué hacer para proteger y ayudar a su vástago de los problemas de salud que padece y que, tras la muerte del cantante, se habían acentuado peligrosamente.
Una situación complicada, prácticamente límite tras la última salida nocturna que protagonizó Camilín, que se saldó con él desorientado por la calle y sin documentación alguna. Se temía entonces ya no solo por su salud -lo más importante-, sino también por esa millonaria herencia que heredó el joven de su internacional padre. Según pudo conocer este medio, esa masa monetaria estaba "en serio peligro" y había provocado que Lourdes, con todo el dolor de una madre angustiada, estuviese "asesorándose con sus abogados".
Ornelas confesaba que el joven ha estado en tratamiento en varias clínicas tanto en Madrid como en México, donde residía hasta la muerte de su padre, aunque en ninguna ha conseguido curarse, por lo que la madre del joven ha decidido recurrir a la vía legal para ayudarle. "He contratado a uno de los mejores abogados de España y voy a tomar cartas en este asunto", revelaba Lourdes, que no estaba dispuesta a rendirse. "Soy una superviviente. Voy a luchar hasta el final con todas mis fuerzas para sacar adelante a mi hijo", concluía.
El principal escollo que se presentaba entonces era que Camilo Blanes no aceptaba el alcance de su gravedad. Se negaba a asumir por lo que está pasando: "El problema es que él no reconoce el alcance de su problema y Lourdes está desesperada porque nadie lo hace entrar en razón". Se aclaraba al punto de que el joven cantante estaba "muy solo en España". Sea como fuere, se trata de una situación agónica para Lourdes Ornelas y su mayor sueño es volver a contar con su hijo libre de dependencias: "Es alguien que, sobrio, es un encanto y un ser bondadoso y con ambiciones".
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