Cuando a Lucía Bosé le preguntaban cómo había acabado en un pueblo como Brieva (Segovia), de apenas 50 habitantes, ella siempre respondía lo mismo: "Porque me gusta, porque es tranquilo, porque hay poca gente, porque es sanísimo". La actriz italiana, musa del cine de autor, un día decidió retirarse. Escapar de todo y de todos. Incluso de su familia. "Mi hijo siempre me insiste en que me vuelva a vivir con él. ¡Ni loca! ¡Yo no me muevo de aquí!", aseguraba no hace mucho en una entrevista.
Segovia siempre le cautivó. En el año 2000, ya con el característico pelo azul que llevó en sus últimos años, inauguró en otra localidad segoviana (Turégano) su Museo de los Ángeles, la primera sala de exposiciones del mundo sobre esta temática. Hoy está cerrado y su edificio, una antigua fábrica de harinas, tiene colgado el cartel de 'se vende'.
Lucía nunca creyó en la muerte, pero sí en los ángeles. Y hubo muchos que la acompañaron durante su vida, según aseguraba ella misma. Pero lo que quizás no sabía es que a veces los ángeles también son terrenales. Y Tuana Llorente, su cuidadora, era uno de ellos. Según cuentan a JALEOS, Tuana ha sido la mujer que ha acompañado a Lucía en sus últimos años de vida. De hecho, fue la primera persona que se percató de que la italiana no se encontraba bien y la trasladó hasta el hospital más cercano. Nada más pudo hacer por ella, ya que al presentar los síntomas evidentes de coronavirus se tuvo que proceder al protocolo sanitario. Bosé murió sola y sin el calor de sus más allegados.
Con Miguel Bosé (63) afincado en México y Paola (59) y Lucía Dominguín (62) en Valencia, Tuana se convirtió en una de las personas de máxima confianza para la italiana. Sus hijos siempre pensaron que su madre estaba en buenas manos. Según ha podido conocer este medio, Tuana ha sido siempre muy querida por toda la familia. No solo los testimonios que ha conseguido este periódico así lo atestiguan, también la infinidad de fotografías que Tuana ha publicado durante estos años en sus redes sociales donde se muestra cómo ha sido partícipe de las reuniones y encuentros en la casa azul de Lucía Bosé en Brieva.
Cuando María Zurita, íntima del clan Bosé, llevó a Brieva a su pequeño Carlos para que Lucía lo conociera, Tuana estuvo allí. Cuando Lucía iba a la playa, cuando Lucía viaja a Bilbao... incluso cuando Lucía recibió la bendición del Papa Francisco, Tuana también estuvo allí.
No es de extrañar que después de tantos años juntas y de haber compartido infinidad de recuerdos, la amiga y confesora de los secretos de Lucía Bosé, hoy sienta una enorme tristeza con su muerte. "Siempre contigo, a tu lado", ha escrito en la corona de flores de Lucía Bosé. Una corona, que por cierto, ha compartido en su cuenta de Instagram acompañado de la canción de Miguel Bosé, Amiga:
Si fuiste lo que fuiste
Fue en mi casa que para
Ti fue tu palacio y tu guarida
Amiga, amiga
Que dulce esa palabra
Y que sencilla esa
Palabra suena hoy
Los restos de Lucía Bosé serán incinerados y en su último adiós no habrá velatorio, como dictaminan las medidas tomadas por el Gobierno tras proclamarse el estado de alarma por el coronavirus.
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