Rocío Carrasco (43 años) ha hablado este miércoles por primera vez desde que el confinamiento la apartara totalmente del foco mediático. Lo ha hecho a través de una entrevista en la que ha relatado cómo está llevando el encierro en estos momentos difíciles y cómo le ha afectado la pandemia del Covid-19 en su vida personal y profesional, pues esta crisis ha paralizado el musical Qué no daría yo por ser Rocío Jurado tan sólo un mes después de su estreno.
La hija de 'la más grande' reconoce que estas semanas están siendo "difíciles", pero a ella lo que más le cuesta no es el confinamiento, sino "toda la situación que, por desgracia, está viviendo el mundo", tal y como confiesa en esta entrevista a ¡Hola!. Y es que las noticias sobre esta crisis afectan a su ánimo.
Rocío ha recordado con tristeza a un ser querido que ha perdido a causa del coronavirus, el empresario Paco 'El Pocero'. "Era un hombre maravilloso, lleno de bondad", relata sobre este gran amigo de la familia, quien le prestó su avión privado a Rocío Jurado para volver de Houston tras su tratamiento contra el cáncer que, finalmente, acabó con su vida. "Hizo mucho no solo por mi madre, sino por todos nosotros", comenta.
A pesar de esta "película de terror" que dice estar viviendo, asegura que su rutina diaria no ha cambiado prácticamente en nada, salvo en que ha descubierto el placer de hacer ejercicio en casa. El resto sigue exactamente igual que antes: el recuerdo constante y diario a su madre; su refugio en el "remanso de paz" que es su casa; y su matrimonio con Fidel Albiac (47). "Nosotros llevamos veinte años de glorioso encierro", asevera al ser preguntada por los estragos del aislamiento en su vida marital.
En lo que sí ha afectado esta pandemia a Rocío Carrasco es en el aspecto profesional. Y es que cuando apenas se cumplía un mes del estreno de Qué no daría yo por ser Rocío Jurado -el nuevo musical en homenaje a su madre- se declaraba el estado de alarma que paralizaba esta producción. "Esperamos que la situación se normalice y así poder regresar", comenta sobre este espectáculo que ha supuesto para ella el regreso a la primera línea mediática tras dos años de 'destierro' voluntario.
'Rociíto' ha aprovechado esta entrevista para mostrar su lado más casero y cocinillas, atreviéndose incluso a presentar su receta de carne mechada. Sin embargo, no ha habido ni una sola referencia -ni explícita ni velada- a su relación con sus hijos o al paso de su hija, Rocío Flores (23), por Supervivientes, donde la joven ha confesado estar dispuesta a intentar un acercamiento con su madre.
Una actitud que contrasta con la que mostró en su última intervención pública en el programa radiofónico La mañana de Andalucía, donde habló de "heridas que no cierran" y confesó haber "llorado mucho", además de considerar que todavía no se ha "despachado a gusto" contando aspectos de su vida personal.
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