Este lunes se cumple exactamente un año del fallecimiento del futbolista José Antonio Reyes. Hace 365 día realizó el que jamás hubiera pensado que iba a ser el último viaje de su vida. Un traslado en coche junto a dos de sus primos desde Badajoz a Utrera, su ciudad natal. Allí vivía junto a su mujer, Noelia López (34), y sus dos hijas, Noelia (7) y Triana (2) a las que iba a sorprender con una visita inesperada. Sin embargo, no pudo llegar a hacerlo. El destino fue cruel y su viuda carga a sus espaldas un año repleto de dolor.
El deportista decía adiós a los 35 años en un accidente de tráfico en el que también fallecía su primo pequeño, Jonathan, de 23 años de edad. En el vehículo también viajaba Juan Manuel Calderón, otro de sus primos, que logró sobrevivir tras permanecer durante más de dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Noelia López tampoco puede olvidarle: "Ella no está bien, todo esto la ha dejado muy tocada. Lo echa mucho de menos, lo quiere mucho y por supuesto no ha rehecho su vida ni ha conocido a otros hombres. La gente que la sigue en redes sociales ha visto cómo lleva todo el año compartiendo solamente recuerdos de él y con él. Ni un selfie sola", comentaba un amigo íntimo de la familia a JALEOS. Y al cumplirse este lunes una fecha tan marcada en su calendario vital no ha dudado en rendirle un emotivo homenaje al que fue el hombre de su vida y padre de sus dos hijas.
La modelo ha compartido en su perfil de Instagram un sentido vídeo de diez minutos de duración con innumerables fotografías en las que aparecen los dos juntos. Las imágenes recogen algunos de los momentos más especiales que vivieron como pareja; disfrutando del verano, de jornadas en alta mar, salidas nocturnas, citas románticas, reuniones con amigos y familia... Decenas de instantáneas que dan prueba de su infinito amor.
Este vídeo compartido por Noelia López va acompañado de un texto. Las dos primeras palabras de la publicación hacen referencia al vínculo que la joven tendrá con José Antonio Reyes: "Por siempre". Pero las líneas posteriores narran la fábula de un mercader y un viajero cuya moraleja pretende señalar que hay que vivir el momento presente, siempre vivir al máximo cada día porque cada instante ya no vuelve: "La joya perdida era un día... Y un día que se pierde no vuelve a encontrarse...".
Inmediatamente después se puede leer una breve pero emotiva frase que la viuda ha querido compartir al recordar a su fallecido marido: "Y nos regaló sus días", escribe junto a dos emoticonos: una estrella fugaz y un corazón rojo.
Y es que desde el adiós del futbolista nada fue igual en la familia Reyes, ya que el dolor aún sigue muy presente en el hogar. El padre del futbolista sale al cementerio para sentirse cerca de su hijo, mientras su madre es incapaz de hacerlo y ha perdido más de 40 kilos de peso desde su muerte.
Así de desamparada se sentía también Noelia López en Utrera, una ciudad que no era la suya y en un ambiente que le recordaba constantemente al padre de sus hijas. Por ello el pasado mes de diciembre decidió abandonar ese lugar de nostalgia junto a sus pequeñas Noelia y Triana y mudarse a la provincia de Jaén, su tierra natal, y el lugar donde están sus padres, Antonio López y Juana Muñoz, quienes desde entonces se han convertido en sus dos grandes apoyos para superar el dolor más intenso por la pérdida de su gran amor.
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