Álex Lequio siempre fue un chico extrovertido. Los que lo conocían hablaban de él como un ser especial, amable, simpático, cercano y brillante. Desde niño despuntó en su clase del colegio. En el International College Spain, el centro privado ubicado en la exclusiva urbanización de La Moraleja, donde estudió y vivió toda su vida, siempre sobresalió no solo por sus excelentes notas sino también por su amistad con otros compañeros de cursos superiores.
Así lo dejaba claro él mismo en una de las tantas apariciones cuando era un niño de no más de 10 años y hablaba al micrófono de los reporteros después de haber dado algún que otro mordisco a la gomaespuma. Era el cumpleaños de Ana Obregón (65), en marzo del año 2000, y Álex Lequio pronunciaba las siguientes palabras: "También he grabado algo con mi amigo Alvarito. ¿Jaime? ¡Ese es amigo del cole! ¡Él es de quinto! Un saludo a todos los de quinto!", declaraba, generoso, cuando él todavía estaba en tercero de primaria.
En un sinfín de entrevistas en televisión y revistas, Álex Lequio ha afirmado que el seguimiento de los paparazzi y las constantes preguntas de la prensa eran para él algo normal. "Yo creo que cuando naces en ese círculo, como que te acostumbras. Llegas a sentir que es parte de tu vida. No lo ves como algo diferente. Y teniendo a una actriz como mi madre en mi casa las 24 horas es como un Gran Hermano constante", expresaba él mismo en una conversación con Bertín Osborne (65) para el programa En mi casa o en la tuya, en aquella primera remesa de episodios emitidos por Televisión Española.
Rodeado de lujos y comodidades, la infancia de Álex siempre fue feliz, según sus propias palabras. Pese a la separación de sus padres en 1994, cuando él tenía algo más de dos años, el joven siempre tuvo muy buena relación con ambos progenitores a los que hasta el final de sus días consideró sus mejores amigos.
Incluso después de la ruptura, Alessandro Lequio (59) siguió teniendo llaves de la casa de Ana Obregón, donde también vivía su hijo común. Ella, sin documentos judiciales que regulasen las visitas, dio permiso a su expareja para que viera a su vástago cuando lo deseara.
Las inagotables horas de trabajo de Ana Obregón al frente de diferentes programas de televisión y la serie Ana y los 7 provocaron que su pequeño pasara muchas horas solo en casa y estudiando en su habitación. En sus descansos, Álex veía tutoriales y aprendió a hacer beatbox. "Se basa en hacer sonidos con la boca. Básicamente, copiar instrumentales o canciones y combinarlas con sonidos", reveló.
Álex creció. Y el 23 de junio del año 2010, el día de su 18º cumpleaños, sus padres, por fin, lo presentaron ante la prensa. Años antes, la actriz se reunió con el entonces defensor del menor, Javier Urra, y con el apoyo de Eugenia Martínez de Irujo (51) y Terelu Campos (54) consiguieron proteger a sus hijos de la presa.
Es decir, sus descendientes sólo podrían aparecer en los medios si ellos daban la autorización expresa. Al cruzar la línea de la mayoría de edad, ese derecho se perdía. Aquella mañana de verano, Ana y Alessandro exhibían, orgullosos, a su hijo, que además anunciaba que se iba a estudiar su carrera universitaria al otro lado del charco.
En concreto, Álex Lequio puso rumbo a Carolina del Norte, pues allí se encontraba Duke University, una de las diez mejores universidades del mundo y donde se ingresa no por tener un exceso de recursos económicos o linaje de apellido sino por mero currículo.
Cinco años estuvo el joven preparándose en América, donde cursó dos carreras, Ciencias Políticas y Filosofía. Su madre ya lo dejó caer: se negaba a tener a su único hijo tan lejos. Por eso lo dejó todo en España para mudarse a Miami, a tres horas en avión del estado norteamericano donde Álex se desarrollaba como estudiante y ya como un hombre.
Su primer amor a los 19 años
A los 19 años, en su primer verano como un joven universitario que volvía de Estados Unidos a su país, España, Álex Lequio comenzó una bonita historia de amor con la actriz Andrea Guasch (29). Un verano completo juntos y unos meses de alta intensidad que regalaron las primeras fotos del único hijo de Ana Obregón junto a una novia. La bióloga nunca terminó de llamarla "nuera", pues siempre vio a Andrea como una "amiga" (así se refirió a ella) más que como la primera mujer -que no era ella- en condicionar los sentimientos de su pequeño, ya todo un hombre adulto.
La pasión entre ellos duró lo mismo que la temporada estival. En el mes de octubre de ese año, Guasch decidía romper con Lequio y éste se quedaba con el corazón destrozado en mil pedazos. Así lo dejaba escrito por su cuenta de Twitter: "He sido un verdadero cabrón toda mi vida y, justo cuando soy bueno, la vida es puta conmigo. Querido Sr. Karma: te van a dar por el culo. No es fácil comprender cuando te niegas a hacerlo. Es imposible vivir al margen cuando eres el protagonista".
[Más información: Álex Lequio, así fue su vida (I): desde su nacimiento hasta los 10 años de edad]