Carlos Baute (46 años) está contra las cuerdas. Su hijo mayor, José Daniel Baute (31), fruto de una relación del cantante venezolano cuando tenía 15 años, le reclama una pensión económica porque sostiene que no tiene dinero para vivir. Según su abogado, Fernando Osuna, "el juez requiere al cantante Carlos Baute por 10 días para que se defienda en el juicio de alimentos promovido por su hijo. José Daniel Baute, su hijo, reside en Baeza (Jaén) y está muy mal económicamente".
Y continúa: "Esta demanda es distinta a los daños morales en su día pedidos. La demanda se basa en abuso de derecho por parte de su padre. La pensión de alimentos es una obligación de los padres", comenta el letrado que lleva su caso de filiación.
Aunque José Daniel Baute es mayor de edad, su letra lo defiende con los siguiente argumentos: "Es deber de los progenitores ayudar económicamente a sus hijos, aunque lleguen a la mayoría de edad. Esta obligación subsiste en tanto no alcancen los hijos la posibilidad de proveer por sí mismos sus necesidades".
Así, entienden que Carlos Baute incurre en una falta: "Se produce un claro abuso de derecho respecto del progenitor demandado que, siendo conocedor de que tiene un hijo declarado mediante sentencia desde el año 2013, no ha querido atenderlo en ningún momento ni afectuosamente ni ha querido tampoco conocer y/o hacerse cargo de sus posibles necesidades vitales".
Osuna encuentra oportuno recordar aquella demanda de paternidad que ganó y comenta lo siguiente: "Por sentencia de fecha de 5 de febrero de 2013, dictada por el Juzgado de Primera Instancia nº17 de Madrid, se estimó la demanda presentada a instancias de mi mandante y se declaró que don Carlos Roberto Baute Jiménez es el padre biológico de don José Daniel Baute Arellán, con todos los efectos inherentes a tal declaración".
"Actualmente don José Daniel Baute Arellán no dispone de los medios económicos suficientes para subsistir de manera digna, produciéndole una situación de necesidad. Han sido los familiares de su actual pareja de hecho (acreditamos esta situación de pareja de hecho con el documento nº5) los que se han encargado de apoyarle económicamente desde su llegada a España para hacer frente a una batalla judicial que le ampara constitucionalmente", aclara Osuna.
La cuantía requerida al marido de Astrid Klisans (35) es bastante significativa según la documentación aportada: "La pensión de alimentos es una obligación de los padres y un derecho esencial de los hijos, es por ello que mi mandante requiere la cantidad de 1.400 euros por parte de don Carlos Roberto Baute Jiménez".
Carlos Baute, padre también de otros tres hijos más, fruto de su matrimonio con Astrid -Álisse (1), Lienne (3) y Markuss (4)-, podría tener que pagar esta cantidad reclamada ya que según la propuesta del abogado sevillano: "La proporcionalidad entre los ingresos económicos de los progenitores y las necesidades del alimentista es la que debe marcar la cuantía. Debido a lo cual, a sabiendas de la pobreza económica que atraviesa la progenitora es por lo que se establece una cuantía tan baja, conociendo esta parte que la misma -la madre del hijo de Baute- reside en Venezuela, que no cuenta suficientes ingresos, y que además, siendo conscientes de las penurias que atraviesa el citado país. De contra, don Carlos Roberto Baute Jiménez cuenta con elevados ingresos económicos ya que su situación laboral es más que óptima, cuenta con varias propiedades a su nombre y es un músico de reconocido prestigio".
Su abogado y él mantienen la defensa de este derecho: "El abandono y el estado de necesidad al que se ha visto expuesto mi mandante desde el principio tiene mucho que ver con la situación económica que experimenta actualmente. Es el propio Código Civil en el que en su art. 142.2 explicita que el derecho a alimentos no finaliza con la mayoría de edad sino que continúa cuando el hijo no ha terminado su formación por causas que no le son imputables, como es este caso, que tuvo que abandonar sus estudios en Venezuela para emprender en España la determinación de la filiación con su padre. [...] Entendemos que tras la sentencia de filiación a la que se alude en el Hecho Primero, don Carlos Roberto Baute debería haber apoyado económicamente a su hijo para completar su formación y contribuir para con su subsistencia".
"Son múltiples los daños que se producen ante una situación semejante. Para comenzar, la sensación de abandono o soledad de un hijo que no puede desarrollarse. Y además, en palabras del Tribunal Supremo en Sentencia de 22 de febrero de 2001 aludiendo al daño moral por 'cualquier frustración, quebranto, ruptura de los sentimientos, lazos o afectos, por naturaleza o sangre que se dan entre personas allegadas fundamentalmente por vínculos parentales, cuando a consecuencia del hecho ilícito, se ve uno de ellos privado temporal o definitivamente de la presencia o convivencia con la persona directamente dañada', según Fernando Osuna.
[Más información: El apoyo masivo a Javier Santos de otros hijos no reconocidos de famosos: su reivindicativo vídeo]