Pau Donés siempre fue muy celoso de su intimidad y apenas se le conocieron romances. Lo que es indiscutible es que Sara, su hija, es el gran amor de su vida. Desde que era un bebé, le acompañaba por el mundo, como demuestra esta imagen tomada en Moody Studios de Londres en el año 2004. "Me volví cariñoso, amoroso, incluso pegajoso. Gracias a ella soy más fuerte, más persona, más feliz", relataba el artista, que tenía el nombre de su hija tatuado en los nudillos.