No hay nada más importante en la televisión de entretenimiento que ser imprevisible, rápido y camaleónico. Miguel Frigenti (32 años), a su corta edad, ya ha demostrado tener esas aptitudes y ser todo un profesional de los medios de comunicación. Lo mismo se enfrenta a un puñado de colaboradores en un descarnado debate de Gran Hermano en su versión estándar, que se pone de uñas contra todos en cualquiera de las ediciones VIP.
En los últimos meses, además, el toledano se ha hecho un hueco en el programa de corazón donde la mayoría desea estar. Frigenti ha logrado su propia silla en Sálvame, no solo en su tira diaria -Limón, Naranja y Tomate- sino también en su formato Deluxe.
Si bien es cierto, hay una faceta desconocida de Miguel Fringeti para el gran público que ahora JALEOS ha descubierto: es un gran amante de la cocina. Esa estancia de la casa es un lugar especial para él, se relaja entre los fogones, le apasiona la gastronomía y además, quienes han probado sus platos dicen que son exquisitos. Este periódico ha contactado con el tertuliano para conocer cuál es su plato estrella, cuáles son sus ingredientes secretos, cuál es su elaboración y qué historia se esconde tras él.
1. Ingredientes
2. Elaboración (para dos personas)
1. Se pelan dos patatas grandes o cuatro pequeñas y se trocean.
2. En una cacerola, se echa un chorro de aceite de oliva, media cebolla en trozos, un pimiento rojo, las patatas y que se vaya haciendo a fuego lento.
3. Se coge un mortero para hacer una majada y ahí se echa un diente de ajo, una cucharada sopera de comino, una cucharada de sal, una cucharada de pimentón dulce y un tomate.
4. Todo eso se machaca, se mezcla y se añade a la cacerola con la patata, el aceite y el pimiento rojo.
5. Se remueve y se añade agua que cubra la patata pero sin pasarnos.
6. Se pone a cocer durante 10 minutos.
7. Se prueba el caldo para ver cómo va de agua. Si hay poca, se añade más. Al gusto. Y se prueba para ver cómo van los ingredientes en base al saber: más comino, más sal...
8. Se añade el arroz blanco y se deja cocer 13 minutos.
3. Historia
Según apunta Miguel Frigenti a este diario: "Esta es una receta que a priori puedes pensar que es muy básica pero está superrica. Hay dos opciones: más caldoso o más espeso. A mí me gusta espeso". Algo que además ha tenido la deferencia de desvelar a este periódico es la historia que se esconde tras su guiso de patatas y arroz. Un recuerdo emotivo que le teletransporta a su infancia en Talavera de la Reina, junto a su abuela, a la que siempre ha considerado su segunda madre y que le enseñó esta receta.
En sus propias palabras: "Mi abuela tenía 10 hijos. Nueve niñas y un niño. Yo siempre he estado mucho en casa de mi abuela. Muchísimo. Yo era su nieto favorito, siempre le hacía masajes en las piernas, ella tenía problemas de circulación. Yo siempre he sido un niño muy miedoso y por eso dormía con ella, estaba muy unido a ella. Mi abuela era una gran cocinera y me encantaba verla cocinar. Me quedaba embobado viéndola".
Para concluir, Frigenti recuerda su infancia con sus primos en casa de su abuela de quien aprendió su guiso de patatas y arroz. "Siempre tenía la casa llena de niños. Nosotros somos 27 nietos, entonces ella hacía de todo. Ella con 10 hijos en el mundo... pasó mucha hambre. Me imagino que por eso tenía que ser supercreativa en la cocina. De hecho, lo era. Hacía cosas espectaculares. Yo estaba muy unido a mi abuela. Me acuerdo de ella y me emociono muchísimo. Para mí fue mi segunda madre".
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