María Teresa Campos (78 años) ha sabido reinventarse tras el duro confinamiento. Pasada esa cuarentena en la que estuvo junto a su hija Terelu Campos (54) y sin poder ver a nadie, la presentadora ha decidido activarse de nuevo y enrolarse en una aventura totalmente nueva para ella. Campos, que ha presentado multitud de formatos en la televisión y la radio, se ha lanzado con un nuevo proyecto: ahora es youtuber y ha creado su propio canal, Enredadas en la red. 

María Teresa vio cómo algunas ofertas televisivas se paralizaban al comienzo de la pandemia y ahora, hasta que no haya un nuevo aviso por parte de alguna cadena, quiere entretenerse y lo necesita mucho. La comunicadora no ha pasado sus mejores meses desde que terminase su historia de amor con Edmundo Arrocet (70). Justo cuando parecía que estaba levantando el vuelo, llegó el Covid-19 y la reclusión en casa. Ha estado Campos con el ánimo bajo y por eso le hizo tanta ilusión que un buen día su amiga Meli Camacho la llamase con esta idea de YouTube. 

Cuando JALEOS se pone en contacto con Teresa, esta apenas puede disimular la ilusión que siente: "Fue Meli quien me convenció y como hemos trabajado mucho juntas, y somos muy amigas, pues lo hemos hecho. Yo lo que quiero es que sea interesante y a la vez entretenido. Elegiremos muy bien los temas". La propuesta brotó de Meli, que es la que se encarga de toda la intendencia de grabación y la que recibe, vía email, las consultas y preguntas de los usuarios. La interacción con ellos será fundamental. Se trata de un programa semanal con una duración estimada de quince minutos como máximo. Ni María Teresa ni su amiga quieren que se haga excesivamente denso o largo; su deseo es que sea una charla constructiva y liviana.

Ahí, en la biblioteca central de la mansión Campos, se abordarán diversos temas, desde salud y belleza, hasta alimentación y autoestima. Teresa llevará la suerte de batuta durante la conversación, como conductora de programas que es, y Meli Camacho aportará la parte rigurosa y científica, ya que es experta en Salud. Sea como fuere, este proyecto ha animado sobremanera a Teresa. Cuenta una amiga de su entorno que "se lo está tomando como si fuese un programa, estudia contenidos, piensa en lo que le interesa al espectador. Como si estuviese haciendo una escaleta de programa". Enredadas en la red está siendo su estímulo más potente en estos días tan grises aún.

Ya se ha emitido el primer programa y al cierre de este artículo ya cuenta con casi 43.000 visualizaciones y más de 3.500 suscriptores. Según cuenta una persona de su entorno, este proyecto lo sigue viendo Teresa como "un pasatiempo". Ella no hay perdido la esperanza de que algún día suene ese teléfono: "Tiene varios contactos con cadenas autonómicas, pero son tiempos extraños de cambios y de rotación política". De momento, sus hijas y sus nietas "la han animado a este proyecto en YouTube, le han hecho ver que es otro tipo de plataforma, pero igual de potente que la televisión".

Ella está conforme y animosa, "aunque extraña el ruido de un plató y el trajín que se respira". Hay esperanzas en que Enredadas en la red "coja fuerza" y pueda crecer a todos los niveles. Incluso, quién sabe, lo mismo es una plataforma maravillosa para darle a su casa esa publicidad que necesita para que alguien la compre. Se cuenta a este medio que esa venta "está en punto muerto" y que ningún cambio se ha producido, aunque "la persona interesada" no ha movido ficha. Con suerte, cuando se retome la actividad a golpe de Fase Teresa pueda desprenderse de su mausoleo de Molino de la Hoz. 

Su nieta Alejandra, ilusionada

Mientras que Teresa Campos vuelve a recuperar un poco de actividad profesional tras el Covid-19, el resto del clan también retoma su vida normal. Su hija Terelu hace lo propio quedando con amigos y volviendo a su puesto de trabajo en Viva la vida, y Carmen Borrego (53), una vez superado el coronavirus que padeció, regresa a su colaboración semanal en el espacio de Emma García (47). No obstante, de todas las Campos la que está viviendo con más ilusión es Alejandra Rubio, sobre todo a nivel sentimental. Está de nuevo ilusionada con un hombre después de su ruptura con el Dj, Álvaro Lobo. 

Su nueva conquista se llama Tassio de la Vega. Tiene 28 años, es arquitecto y bodeguero. Nacido en Segovia, Anastasio -su nombre real- vive en Torrelodones y desde bien pequeño supo ver en su madre la pasión por el vino. No en vano, su progenitora se dedica al comercio al por menor de bebidas y es la apoderada de Oissat Bodegas, empresa de la que es responsable su hijo, Tassio. Ambos trabajan juntos. El yerno de Terelu es un joven emprendedor que con este proyecto ha podido explotar su creatividad y, sobre todo, le ha permitido unir sus dos grandes pasiones:el vino y la arquitectura.

Hace unas semanas, la propia Alejandra posaba para las redes sociales de la empresa, dando más pistas sobre esta incipiente historia de amor. Se publicó una instantánea suya muy artística realizada para las bodegas Oissat, cuyo lema es El arte se bebe. En la imagen, Rubio aparece completamente maquillada y con el logo de la bodega en sus ojos. Otra pista más de que Tassio y ella comparten una cercanía muy especial y que el joven le está inculcando su pasión por el vino. Rubio ha reconocido lo que sigue sobre su relación: "Estamos bien, conociéndonos". 

Hace más de tres meses que Alejandra rompía su relación sentimental con el Dj Álvaro Lobo (26), con quien llegó a convivir de forma oficial. Sin embargo, su historia -que duró dos años- se terminó en mitad de reproches, ataques y semanas muy convulsas en lo mediático. Pero eso acabó y ahora Alejandra Rubio vuelve a sonreír junto a Tassio. 

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