Mila Ximénez ha fallecido este miércoles 23 de junio a causa del cáncer de pulmón que padecía desde hacía un año. Fue en su programa donde la colaboradora, el 16 de junio de 2020, informaba de su duro diagnóstico, no pudiendo evitar el llanto y la emoción, pero también demostrando entonces su fortaleza. Afirmó que tenía ganas de involucrase en su curación al máximo. Desafortunadamente, y pese a la infatigable lucha, no ha podido ser.
"A la mayoría no os he dicho nada y a otros os he engañado, pero es que no podía decíroslo antes que a mi hija. Cuando se lo dije a Alba se quedó en shock, porque no se lo esperaba, pero le he jurado que voy a curarme, y tengo que cumplirlo. Ella viene desde Ámsterdan el 21 cuando se abran las fronteras extranjeras", explicaba Mila en su llamada más dolorosa a Sálvame aquel terrible 16 de junio de 2020.
Su hija era su talón de Aquiles, su mayor debilidad y, junto a sus nietos, era la persona por la que la colaboradora daba todo. En su faceta como madre, Mila siempre mostró comprensiva, empática y muy cariñosa, y se deshacía en elogios cuando hablaba de su única hija. Tenían una relación maravillosa y por ello Alba no dudo en volar desde Ámsterdam a Madrid para estar en los momentos más duros de la enfermedad de la colaboradora. No se ha separado de la cama de su madre desde hace casi una semana, cuando el estado de la andaluza empeoró.
Alba es independiente, fuerte y muy segura y abandono el 'nido' siendo muy joven. Nació fruto de la relación de Ximénez con el extenista Manolo Santana. A pesar de la gran fama de sus progenitores, Alba siempre ha sabido llevar una vida alejada de los focos mediáticos y de cualquier polémica o información de las que se nutre el programa en el que trabaja su madre. Pero nunca se ha separado de ella, mucho menos en los momentos en los que la ha necesitado.
Tenía apenas dos años cuando sus padres se separaron. Entonces la pequeña se quedó con su padre, algo que decidió la propia Mila. Así las cosas, y pese a la distancia siempre fría entre sus padres, Alba vivió "una infancia muy feliz", y tuvo el apoyo constante de la segunda mujer de Santana, Otti, una mujer que se convirtió "en su segunda madre".
La curiosidad y la disciplina de Alba siempre destacaron en ella desde adolescente. Por eso, cuando cumplió la mayoría de edad decidió volar del hogar e irse a estudiar a Suiza, donde se formó de manera internacional y rigurosa y conoció al hombre de su vida.
Alba tenía 20 años cuando se topó con un joven israelí que cambiaría su vida de arriba abajo (para bien). Es la única relación sentimental que se le conoce, debido a la poca información personal que existe sobre ella. Pero no hay duda de que cuando el empresario Abiv Miron llegó a su corazón lo hizo para quedarse.
La bella pareja se dio el 'sí, quiero' en junio de 2006, cuando Alba apenas había cumplido los 22 años. El enlace se llevó a cabo por el rito judío. La boda tuvo lugar en Marbella y acudieron sus padres pese a que no habían tenido ninguna relación desde que se separaron.
Manolo Santana ejerció de padrino, sin embargo, no existe ninguna fotografía -pública- en la que los padres de la novia posen juntos, siempre por separado. No obstante, este detalle no empañó la celebración ni los sentimientos de ambos hacia su hija.
El matrimonio de Alba y Aviv se inició feliz y a día de hoy sigue sólido y estable. Años más tarde de aquel enlace, han formado una familia tras el nacimiento de sus dos hijos, Alexander (14) y Victoria (8).
Debido a la carrera profesional en ascendente de su marido, la hija de Mila ha vivido en diferentes puntos de la geografía europea. Ha vivido en Holanda, en Londres y, en la actualidad se han instalado en Ámsterdam. Sin embargo, los vuelos diarios a España favorecen los viajes de Alba a Madrid o Marbella para estar junto a su madre, con quien siempre mantuvo un lazo fraternal muy especial.
La joven Santana Ximénez de Cisneros se ha dedicado a su carrera, su familia y su casa, sin aparecer en los medios, pero en 2009 rompió su silencio mediático. La figura como madre de Mila estaba en boca de todos y siendo cuestionada por muchos y su hija no dudó en salir en su defensa: "Ha sido una madre diferente para lo bueno y para lo malo. Me gustaría parecerme a mi madre en la libertad con mi hijo, en poder contarnos las cosas abiertamente; en no tener ese miedo de tener que mentirle a tu hijo para que no te juzgue", explicó en una entrevista.
Además, desde entonces se quitó el 'miedo' a las cámaras y los platós y se presentó en la gala final de Supervivientes 2016 para recibir a su madre en persona. También la ha acompañado a algún evento especial y no se esconde ante los paparazzi cuando vuelve a España para celebrar las Navidades, como el pasado mes de diciembre. Durante el último año ha pisado nuestro país para llevar a cabo su faceta más difícil, pero la que mejor sabe hacer: fue el apoyo fiel de su madre en la lucha contra el cáncer de pulmón que este miércoles, tristemente, la ha vencido.
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