Lydia Lozano y su marido Charly, 30 años de amor: un sólido matrimonio unido ante la adversidad
Él vive ajeno a los medios de comunicación, pero siempre ha apoyado a su mujer en sus momentos más complicados. En 2015 festejaron sus bodas de plata.
22 junio, 2020 15:07Noticias relacionadas
Lydia Lozano (59 años) y su marido Charly están de celebración este lunes: cumplen 30 años de relación. La colaboradora de Sálvame y el conocido arquitecto se han convertido en una de las parejas más sólidas del panorama nacional, y del programa vespertino de Telecinco. La suya es, sin duda, una relación a prueba de obstáculo, ya que a lo largo de los años Lozano ha pasado por momentos complicados en su puesto de trabajo y ha habido situaciones en las que el nombre de su marido ha sido el protagonista, algo que no es del agrado de Carlos García-San Miguel y Rodríguez de Partearroyo, el nombre real de Charly.
Él ha estado siempre al lado de Lydia en los mejores y también en los peores pasajes de su vida personal y profesional. Siempre a su sombra, ha entendido y respetado el trabajo de su mujer, aunque en los últimos meses la propia periodista ha reconocido que, ante la reapertura del 'caso Ylenia', su marido le pidió que abandonase el programa de Telecinco. No siempre lo ha tenido fácil Lydia, pero en casa lo esperaba él, su marido. Su apoyo, su bastón. En varias ocasiones ha sostenido que a él no le gusta aparecer en televisión ni en ningún medio de comunicación. Por eso evita nombrarlo y exponerlo. No obstante, no siempre lo ha conseguido.
Respetuoso con la profesión de su mujer, Charly ha hecho su vida en paralelo. Tan solo en diciembre de 2018 apareció. por sorpresa, por primera y única vez en un plató de televisión. Como es lógico, fue en Sálvame. Charly decidió que era un buen día, y una buena causa, porque su mujer celebraba su cumpleaños. Con la ayuda de los compañeros de Lydia, que ejercieron de cómplices, Charly se presentó con un ramo de flores y una tarta. Hasta ahí duró su debut en televisión.
Charly es un arquitecto que vive completamente ajeno al barullo mediático de su mujer. "Charly es todo, con él me ha tocado la lotería", ha llegado a asegurar Lydia en más de una ocasión. Siempre que su profesión se lo permite, el único hombre en la vida de Lydia se ocupa de la intendencia del hogar mientras ella trabaja en televisión. Saca al perro que tienen en común, arregla los desperfectos de la casa y espera la llegada de su esposa.
Lydia Lozano y su marido se casaron en junio de 1990. Ambos se conocieron mientras Lydia mantenía una relación con un amigo del que luego sería el amor de su vida. "Yo salía con un amigo suyo, pero la relación no estaba bien. Fuimos a cenar a casa de la familia de Charly y él abrió la puerta, con unos pantalones y unas zapatillas verdes. Me llamó al día siguiente para quedar... y hasta hoy", contó en una ocasión.
La pareja no tiene hijos por decisión propia, algo que la periodista ha defendido en un sinfín de ocasiones. A sus 59 años, son muchos los que a lo largo de estos últimos treinta años se han preguntado mucho el porqué la colaboradora no ha querido tener hijos. En la actualidad, se sigue manteniendo firme y orgullosa de su decisión. Así lo defendía hace un tiempo en JALEOS: "No hay cosa mas bonita que decidir con tu pareja si quieres o no quieres tener hijos. Las mujeres ahora van de que quieren ser madres solteras. Yo decidí hace muchos años que no, aunque podría echarlo de menos. Siempre tuve más opciones y lo hubiera tenido fácil, pero decidí que no. Ahora que veo tanto machismo, feminismo... Lo que me molesta es que me digan que me calle porque no tengo hijos. Estoy orgullosa de haber tomado en su día esa decisión y de de no haberme arrepentido nunca".
En junio de 2015 celebraron sus bodas de plata en un espectacular enclave de ensueño. Lydia y Charly bloquearon la terraza de un exótico y exclusivo restaurante de Madrid. En él ambientaron y simularon el destino al que el matrimonio se escapa siempre que puede: Bali. Forman una de las parejas sentimentales más sólidas de la televisión y siempre se han apoyado el uno sobre el otro en los buenos, pero, sobre todo, en los malos momentos. Como cuando en febrero de 2019 Charly tuvo que ser operado de una hernia lumbar. "Charly está bien y le he dicho de todo. Un besito y no te muevas mucho. Yo soy periodista, y hacer una cura me parece una prueba de amor", aseguraba en su programa, emocionada. Él y su madre son su mayor ocupación y preocupación.
La periodista no se movió de la vera de su esposo salvo para lo estrictamente necesario. Esos días se la pudo ver entrando y saliendo del centro médico para cumplir con sus compromisos profesionales. El resto del tiempo lo pasaba junto a él. Tal ha sido el celo que siempre ha tenido Lydia por preservar la intimidad de su marido que incluso fue acusada de "engañar" a la prensa que estaba a las puertas del hospital acerca del día en que recibiría el alta el arquitecto.
Ambos hacen una vida muy casera. De hecho, populares son ya las fiestas que Lydia ha organizado en su casa con amigos, festejos que se alargan, cuentan, hasta bien entrada la madrugada. Esta residencia es uno de los importantes bienes que atesora el matrimonio. La vivienda, un edificio de tres alturas rehabilitada tiene una superficie de 236 metros cuadrados, una pequeña piscina y un jardín de menos de 30 metros cuadrados.
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