Anabel Pantoja (33 años) ha comenzado la denominada operación bikini a mediados de junio. La colaboradora de Sálvame confesó que durante el confinamiento no se ha privado de nada y prueba de ello son los miles de vídeos, fotografías y directos que ha mostrado en Instagram estos meses. Su faceta de influencer -avalada por 1,2 millones de seguidores- ha dejado ver sus divertidas sesiones de rítmicos entrenamientos pero también su pericia ante los fogones y sus ganas de comerlo todo con mayonesa. Así que, tras desvelar que ha sumado algunos kilitos durante la cuarentena, ha decidido ponerse en manos expertas para reducir su figura de cara al verano.
Fue Kiko Hernández (43) el que de forma espontánea reveló en el plató del programa de Telecinco que Anabel, que abandera los cuerpos reales, se estaba sometiendo a un tratamiento estético para afinar su cuerpo. "No quería contarlo, Kiko, son cosas personales mías que no quería decir en público, si me hago una cosa u otra", explicaba la sobrina de Isabel Pantoja (63). Sin embargo, segundos después confirmaba que se está dando masajes linfáticos que le activan la circulación y le ayudan a la eliminación de líquidos de forma casi milagrosa.
"Mirad qué maravilla por favor. Tengo fotos del antes y el después que alucináis. Solo con dos sesiones". La colaboradora no quiso enseñar ante la cámara estas instantáneas pero sí lo hizo con sus compañeros. Uno por uno fue mostrándoles el cambio y ninguno daba crédito a lo que veían sus ojos. "Eso es photoshop, es imposible", decían Kiko Matamoros (63) y Rafa Mora (37).
Pero la realidad es que no hay ningún truco de edición fotográfica. Es todo consecuencia de unos masajes de manos expertas que transforman el cuerpo sin apenas darse cuenta. Sin dolor y sin máquinas de ningún tipo.
La colaboradora acude a una de las clínicas Diego de León para encontrarse con su fisioterapeuta, la encargada de su gran cambio físico, quien le lleva a cabo el drenaje linfático manual. Lo mejor de todo es que Anabel solo tiene que tumbarse en una camilla, soltar las tensiones del día y dejarse llevar por la doctora.
Hay personas que incluso se duermen en estas sesiones, ya que el tratamiento está justo en el punto intermedio de los procesos de belleza, salud y relax. El drenaje linfático manual consiste en realizar un masaje suave y ligero sobre los puntos clave del sistema circulatorio. De este modo se favorece la movilización de la linfa lo que, como ya hemos indicado, facilita la limpieza de nuestro organismo y la eliminación de las sustancias de desecho de nuestro organismo. Para que el tratamiento sea efectivo, se ha de realizar durante varias sesiones de aproximadamente una hora de duración.
Pantoja asegura que su celulitis está desapareciendo en tiempo récord, que sus piernas se han afinado, su trasero se ha levantado y nota la piel mucho más tersa que de costumbre.
Esto se debe a la continua actividad en la circulación que proporciona el masaje. Mejora la cicatrización, reduce la inflamación, reduce los dolores y el cansancio de las zonas seleccionadas, evita la aparición de edemas y hace que la flacidez poco a poco vaya convirtiéndose en una piel firme.
Conseguir resultados con este tratamiento no es nada costoso, en ningún sentido. Cada una de las sesiones cuesta menos de 50 euros (incluso la mitad en otras clínicas no tan reconocidas) y los efectos se aprecian desde la primera sesión. Además, solo hay que acudir una vez a la semana.
Así es como Anabel Pantoja se pone a punto para la temporada veraniega y para su próxima boda con Omar Sánchez, que ha tenido que ser pospuesta por la pandemia del coronavirus hasta junio de 2021.
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