Karelys Rodríguez (26 años) apareció de forma repentina en los medios en el mes de diciembre y ya en enero desapareció de ellos tal y como llegó. Hace ya 205 días de aquella portada de la revista Semana en la que se dio a conocer al mundo entre los brazos de Cayetano Rivera (43) a la salida de un restaurante en Londres. Las fotografías que mostraban a la pareja en actitud cómplice parecían revelar la infidelidad del diestro, casado con la presentadora Eva González (39). Sin embargo, semanas después la versión del paparazzi que capturó el momento desvelaba la trampa que Karelys le había tendido al hijo de Paquirri. Desde entonces, el nombre de la canaria desapareció de los medios.
Durante esas intensas semanas de invierno en plena resaca de su escándalo, todo el mundo quería saber quién era ella, a qué se dedicaba, cómo conoció al torero, qué vínculo real les unía... las noticias sobre Karelys se contaban por decenas en cada medio de tirada nacional, e incluso concedió una entrevista con un amplio reportaje fotográfico en la revista ¡HOLA!. Pero una vez olvidada la polémica y destapado su juego, y ante las imágenes de unión de Eva y Cayetano, a finales de enero ya nadie se interesó más por la historia de Karelys.
No obstante, durante ese primer mes del año, la abogada recibió miles de críticas, insultos y comentarios ofensivos en sus redes sociales. Tanto es así que casi seis meses después, la canaria ha revelado que tuvo que cerrar su cuenta de Facebook "por todo lo que pasó". El muro de su red social estaba repleto de reproches y palabras malsonantes hacia ella tras el escándalo en el que envolvió al torero, y decidió zanjarlo completamente y también privatizó su cuenta de Instagram.
Además, la joven ha tenido que hacer una denuncia pública porque existe una usuaria que se hace llamar Laura Fernández Villa que utiliza las fotografías de la canaria en sus redes y se hace pasar por ella, al menos físicamente. La ya examiga de Cayetano Rivera no ha querido perder la oportunidad de dar a conocer este hecho a sus seguidores para que lo notifiquen a los gestores de Facebook, ya que ella hace 5 meses que no posee cuenta en la empresa de Mark Zuckerberg (36).
Las redes sociales le han dado a Karelys grandes quebraderos de cabeza estos últimos meses. Esta ha sido la vía por la que los usuarios le han hecho llegar más críticas. Por eso, cuando vio que su fama iba subiendo e iba sumando seguidores, se planteó ser influencer pero la presión externa le impedía llevarlo a cabo de manera fructuosa. En vista de ello, clausuró su perfil y solo acepta las solicitudes de aquellos que ella selecciona.
Tal es la presión que sufre aún seis meses después que pese a que tenía intenciones de asentarse en España cuanto antes, parece que todo va a tomar marchas mucho más lentas. Tal y como pudo saber JALEOS antes del estado de alarma, Karelys deseaba volver a su país natal.
Una fuente cercana a la joven contó a este medio que quería instalarse en España pero sin desvincularse de la abogacía. De hecho, aseguraron que "ya se estaba formando" en una especie de 'curso puente' con el que podrá ejercer en nuestro país de Relaciones Internacionales aunque continuaría "teniendo vínculo" con su bufete de Londres. Esa misma fuente quiso recalcar que lejos del supuesto "hambre de fama" del que se hablaba sobre ella, "Karelys es una persona muy familiar y necesita a los suyos cerca, a raíz de las polémicas imágenes se ha volcado muy de lleno en su familia".
La conversación que la convirtió en 'la mala'
Todo comenzó el pasado 10 de noviembre, casi un mes antes de que saliera la portada de la polémica. Karelys 'tiró de agenda' y llamó a un fotógrafo que conocía para planear su 'pillada' con Cayetano. "Hola. Te he llamado hoy temprano. No sé si me recuerdas, pero te conocí hace un año en el restaurante Zela, donde tú intentabas tomar fotos de Cristiano Ronaldo y nosotros charlamos fuera. Quería hablar contigo porque necesito un fotógrafo y justo me acordé que tenía tu número", es lo primero que le redacta la canaria en su WhatsApp.
El paparazzi contesta horas después y Rodríguez le insiste en la "urgencia" que tiene su caso y que lo necesita todo "para hoy". Afortunadamente para ella el fotoperiodista está en Madrid pero vuela ese mismo día a Londres, por lo que concretan la cita. "¿Puedo llamarte luego cuando aterrices? Y te explico", detalla Karelys a su receptor.
Pasan las horas y la amiga de Cayetano intenta localizar al fotógrafo pero su avión se retrasa y Karelys se muestra ansiosa. "Oh, lo siento. Es porque esto es urgente, jaja ¿Puedo llamarte?", le escribe. El siguiente mensaje de la abogada es la ubicación donde se ve el bar en el que la joven ha quedado con el torero. El paparazzi comenta que conoce el lugar muy bien, sin embargo, Karelys sigue imponiendo su mandato en la gestión: "Pero yo te lo haré saber tan pronto como él me confirme. (...) En frente del café hay una tienda con cristales que también está perfecto".
Era el 11 de noviembre por la tarde cuando Karelys vuelve a contactar con su aliado: "Él me confirma que está viniendo. Estoy tan nerviosa. Él no puede ver nada de nada". Ante las dudas de la canaria el fotógrafo intenta calmarla: "Que no cunda el pánico. Él no me verá", a lo que ella responde: "Está bien. Si él te ve, por favor sal corriendo jajaja".
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