"Serena", así es como dice sentirse Paloma Cuevas (48 años) después de haberse hecho pública su ruptura sentimental con Enrique Ponce (49). Después de 24 años de matrimonio, la que era considerada una de las parejas más sólidas del papel couché han puesto punto final a su relación. Una noticia que ha sorprendido a muchos y que ha puesto a sus protagonistas en la picota mediática. Haciendo gala de su ya conocida prudencia, la cordobesa ha dado sus primeras declaraciones su revista de cabecera, ¡HOLA!. Donde ha contado cómo se encuentra en estos difíciles momentos.
"Serena. La palabra es serena. Serena porque mi fe me permite estar tranquila, y serena porque la felicidad de mis hijas está por encima de todo", ha contestado con la voz entrecortada Paloma Cuevas. De sobra es conocida de la fe que profesa la andaluza, una fuerza que junto a sus hijas, de 8 y 12 años, parecen estar ayudándola a mitigar este bache.
Mujer protectora de los suyos, Paloma reconoce que una de sus máximas preocupaciones actuales es su familia. Personas que a día de hoy son su mejor refugio. "Es un momento muy difícil... pero ahora no me quiero preocupar por mí. Solo quiero que mis hijas y mis padres estén bien", dice la hija de Victoriano Valencia (89), que parece haber acabado en buenos términos con el torero.
"Jamás voy a hablar mal del padre de mis hijas. Nunca voy a decir nada negativo de él. Hemos tenido un matrimonio precioso durante 24 años, y un amor muy real, muy verdadero", afirma Paloma y añade: "Nos tendremos el mismo cariño de siempre. Nos llevamos muy bien, y eso no va a cambiar... porque eso es imprescindible para que mis hijas sean felices".
Dado el interés mediático que ha generado esta separación, son muchos los medios que ansían captar las primeras imágenes de la expareja. Pretensión que, por el momento, va a ser complicada de alcanzar en el caso de Paloma Cuevas, dado que está pasando estos días con su familia en el cortijo 'La Cetrina', situado en Aldea de San Juan (Requena). "Estoy en el campo, cuidando de ellos e intentando que esta situación les afecte lo menos posible. Quiero que la felicidad de mis hijas continúe como hasta ahora", asiente la que es considerada una de las mujeres más elegantes de España.
La crisis entre el torero y la socialité empezó hace dos años. Entonces, intentaron salvar su matrimonio y su familia, tanto por ellos como por sus hijas, Paloma y Bianca. Pero pese a que han luchado mucho por su relación, la pareja ha terminado por admitir que el amor que existía entre ellos se había acabado. Ahora, Ponce y Paloma Cuevas ultiman los detalles de un divorcio que se ha planteado de forma cordial, desde el respeto a su relación, a sus hijas, y al cariño que todavía se tienen. Sin embargo, la decisión está tomada y no hay marcha atrás.
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