Su nombre siempre estará vinculado tanto a la prensa del corazón como al principio de la década de 2000. Actriz, cantante y hasta presentadora de televisión, Christina Rapado irrumpió en el medio, y los primeros años de la década fueron muy fructíferos para ella. Su lengua afilada y su personalidad controvertida le hicieron codearse con lo más selecto del mundo del corazón. Fueron días intensos y noches frenéticas para ella. De éxito, pero también de desbarre.
Christina era un filón para la industria audiovisual, despegando la telebasura en ese momento. Participó en incontables espacios de televisión que rápidamente la catapultaron al estrellato. Programas como La Noche por Delante, El Puente, Moros y Cristianos y Crónicas Marcianas la consolidaron como una más. No solo eso, Rapado también hizo sus pinitos como presentadora: en el verano de 1999 copresentó el espacio En el Candelabro, dirigido por Tinet Rubira.
Además, en 2003 Christina fue presentadora del espacio televisivo Sola en Marbella, un programa producido por Pepe Pernia y Julián Muñoz (71), que contó con una espectacular audiencia en toda Andalucía. Nada se le resistió, tampoco la música. Ha publicado a lo largo de estos años 14 álbumes y 64 singles. En la memoria colectivo siempre quedarán algunos de sus hits: Massielízate, No te confundas o A quién le importa. Hasta el cine tocó a su puerta.
Si hay un parentesco familiar que siempre ha llevado a gala y del que se ha vanagloriado es el que la relaciona con Pilar Rubio (42): ambas son primas, aunque no mantienen, precisamente, una buena relación. Durante años, Rapado ha copado titulares hablando de Rubio. Sin embargo, con el paso de los años su figura se ha ido alejando de la televisión y el despropósito.
De hecho, la serenidad parece haberse instalado en su vida. Sus últimas apariciones así lo atestiguan. Uno de los últimos programas a los que ha acudido ha sido el de Arusitys Prime, en Antena 3, el cual se canceló por escasa audiencia. En él, intentó recuperar su vertiente polemista hablando de su romance en el pasado con Camilín, el hijo de Camilo Sesto. Fue una relación excesiva y tóxica, marcada por los excesos, confesados por ella misma. No fue el único hombre que ha pasado por su vida. En Aquí hay tomate habló un ex suyo, que aseguró que Rapado mantenía un supuesto y sospechoso alto tren de vida en Marbella.
Hoy, Rapado ya no tiene la presencia de antes y vive una etapa plena y sosegada. "Afortunadamente el tiempo me ha ayudado a cambiar hábitos que me perjudicaban y a reorganizar mis amistades. Cuando no tienes un foco alumbrándote la gente que estaba en los mejores tiempos, desaparece. Incluso los famosos con los que tenía relación. Mi vida es otra", aseguraba en 2019 para MujerHoy.
Supo retirarse a tiempo y recomponer a su vida. Además, si de algo presume es de haber invertido bien el dinero que ganó en su época de brilli brilli: "Sigo siendo artista. Canto, bailo, entretengo... soy una mujer multidisciplinar que ha conseguido vivir bien porque invertí todo lo que gané en ladrillo. Aunque ahora vivo en una casita que compré y reformé en Torrevieja, sigo conservando mi adosado de Boadilla del Monte".
Y es que, fueron épocas donde se ganaba dinero a mansalva, donde la crisis no existía: "Cantidades astronómicas, puede que unos 600.000 euros en la época más fuerte. Durante años solo aparecíamos en televisión Isabel Pantoja (63) y yo. Y ella no hablaba, así que todo me lo embolsaba yo. Llegué a hacer dobletes en discotecas en las que podían pagarte 2.000 euros. Fue un disparate, aunque también me hizo ganar enemigos. Incluso en mi propia familia". Se refiere a su prima Pilar Rubio, con la que está enfadada.
"Poca gente lo sabe, pero somos familia y nos criamos juntas. Éramos uña y carne, hacíamos las coreografías de George Michael y compartíamos todo, incluso aficiones. Sin embargo, ella se avergüenza de mí y me duele muchísimo. Me ha hecho muchos desplantes que no logro asimilar", aseguraba hace un tiempo. Tiene un gran dolor por que no contase con ella para un día tan importante. Pero antes de volver al presente, sigamos viajando en su pasado.
Como se decía antes, el cine le abrió las puertas. Como actriz ha colaborado en 15 películas y dos cortometrajes, destacando las taquilleras Torrente: El brazo tonto de la ley de Santiago Segura (54) y La mirada del otro de Vicente Aranda. Con su papel protagonista como Antonia en la producción independiente PQEG (2018), Christina recibió muy buenas críticas por la prensa especializada, y varios premios independientes como mejor actriz protagonista.
Además de su prima Pilar Rubio, Christina tiene otra gran enemiga en su chistera: Lydia Lozano (59). Asegura que su relación con Camilín no fue a más porque ella metió baza: "Me refiero principalmente a Lydia Lozano. Ella va de amiguísima cuando es un cero a la izquierda. Nunca, jamás, se hablaba bien de ella ni en ese sentido. Quiso ser cabeza de cartel, pero era una segundona. Es más, cuando Camilo se ponía mal y se descontrolaba, la que corría a buscarle era yo. Eso molestaba mucho a Lydia porque quería ocupar mi lugar. Intentó incendiar nuestra historia y aunque la quemó, todavía quedan brasas".
En la actualidad, Rapado ha estrenado un reality show, llamado Quiero ser Christina Rapado. Además, para la revista Elle España ha realizado un shooting muy cinematográfico realizado por el prestigioso fotógrafo Alberto Rivas. Ha demostrado con el paso de los años que todavía queda Christina Rapado para rato.
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