La historia de amor de Alejandra Rubio (20 años) y Tassio de la Vega (28) ha tocado a su fin. La joven pareja ha pasado de prodigarse amor en aguas pitiusas y de dedicarse lisonjeras palabras en la intimidad, a tomar caminos separados y a sostener, como lo ha hecho la hija de Terelu Campos (54), que "nada se ha roto porque no había relación". Su amor, su romance, ha sido tan corto como intenso.
JALEOS ha podido confirmar que no se ha tratado de una ruptura precisamente amable y cordial. Era una pareja -por mucho que Alejandra sostenga que lo suyo era algo libre y sin etiquetas- que discutía con frecuencia, que apenas si tenían puntos en común y que la gota que colmó el vaso se produjo hace unos días en el aeropuerto de Ibiza, donde ambos se enzarzaron en una riña de enamorados que finiquitó con su historia, como se avanzó en Viva la vida.
No tienen un contacto fluido, están en ese impasse en el que se pretende que todo cure y cicatrice. Ni novios ni amigos, de momento, aunque a este medio sí le consta el "gran cariño" que se profesan. En esa línea, una persona que bien conoce a Alejandra desliza que "terminarán siendo buenos amigos. Ellos como amigos se llevarán bien. Además, tienen muchos amigos en común y se verán con frecuencia". Asumen que tendrán que coincidir, aunque sea incómodo. Ahora mismo Ale -como la llama su círculo más íntimo- está centrada en "pasárselo bien con amigas" aunque no esconde un punto de tristeza por lo que pudo ser y no fue. Tassio era alguien más que una ilusión, que un rollo: era una pareja formal que entró en casa y que conoció a la familia. Incluso, se apunta a este periódico, que el joven "cayó tan bien" a Terelu que esta no tuvo ningún reparo en promocionarle una bebida de sus bodegas en su último reportaje para la revista ¡HOLA!, en el que mostró su nueva casa.
Cuenta una persona cercana a Alejandra que ella "es una niña que siempre está en la calle, que le gusta la vida social como a su madre. Que se siente cómoda en el bullicio". En cambio, Tassio es un chico "más pausado, calmado", como se informó en Sálvame. Estos caracteres que, a priorio, pueden parecer un motivo pueril e infantil "han jugado un papel determinante". Casi tanto como el de Álvaro Lobo, la expareja de la nieta de María Teresa Campos (79). Aseguran sin titubeo a este medio que Alejandra y Álvaro han recuperado el contacto: "Hablan casi todos los días y son confidentes".
Ella se ha dado cuenta de que Álvaro no era quien ella creyó cuando lo dejaron y el tiempo ha recolocado las cosas, y Alejandra ha entendido que Lobo ha estado en su sitio. El Dj ni ha hablado públicamente ni se ha lucrado en modo alguno de su historia con el clan Campos. Eso ha propiciado este "discreto" acercamiento que va adquiriendo valor e intensidad conforme pasan los días. Este medio, eso sí, ha podido desmentir cualquier amago de regreso entre ambos: Álvaro solo es -y solo quiere ser- amigo de Alejandra, y viceversa.
Un verano de pasión efímera
Hace tan solo unas semanas, el empresario y la nueva colaboradora de Telecinco decidieron no esconder su idilio, tal y como dejaban constancia las imágenes que los fotógrafos captaron en la isla de Ibiza, donde se les pudo ver muy acaramelados.
Antes de la discusión que ha puesto fin a su amor, la pareja se deshacía en mimos durante su escapada estival. Cariños y gestos de complicidad que delataban que lo suyo era noviazgo en toda regla. Tassio no podía separarse de su ni un momento, ya que mientras Alejandra tomaba el sol tumbada en una hamaca el joven no dudaba en acudir para darle un romántico beso.
No estuvieron solos, ya que la pareja estaba acompañada de un nutrido grupo de amigos. Personas cercanas al círculo de la pareja con las que compartieron risas y confidencias. El idilio de la nieta de Teresa Campos llegaba pocos meses después de su ruptura con el Dj Álvaro Lobo, con el que rompió en el mes de febrero tras más de dos años de relación y con el que incluso llegó a tener planes de boda.
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