El 16 de octubre de 2018 la vida de Nacho Palau cambió para siempre. Tras 26 años de discreta relación, su historia de amor con Miguel Bosé (64 años) estallaba de manera pública y envuelta en una polémica que sigue viva dos años después. El valenciano decidió tomar acciones legales contra su expareja para luchar por el futuro de sus cuatro hijos, quienes fueron separados tras la ruptura en función de quién de ellos era su padre biológico. Así, Ivo y Telmo volaron a España, y Tadeo y Diego, los mayores, se quedaron en México con el cantante.
El comunicado que desató el escándalo hace más de 700 días ya dejaba clara la difícil separación entre Bosé y Palau, y mostraba el comienzo de una guerra en los juzgados: "El despacho Ortolá Dinnibier Abogados de Familia ha emitido un comunicado en cuanto a la forma de proceder en el asunto Miguél Bosé e Ignacio Palau Medina. Tras la ruptura de la relación y convivencia mantenida de forma ininterrumpida con D. Miguel Bosé Dominguín durante más de 26 años, y comoquiera que han fracasado las negociaciones previas que en su evitación se han venido desarrollando, D. Ignacio Palau Medina ha encargado a este despacho profesional la interposición de las acciones judiciales necesarias para la defensa y protección de sus intereses y, fundamentalmente, los de sus hijos menores".
Solo un mes después de este comunicado, el noviembre de 2018, se admitía a trámite la demanda de Palau con el objetivo de seguir compartiendo los cuidados y la educación de los cuatro niños tal y como hacían antes de su separación, para mantener el estatus económico en el que crecieron.
Miguel Bosé y Nacho Palau lucharán por el bienestar de sus hijos en el juicio del próximo octubre.
En todo este tiempo, se han ido conociendo detalles a cuentagotas de la batalla judicial que mantiene la expareja, entre ellos, el acuerdo puntual que sellaron para que sus hijos pudieran verse durante el verano. Antes de su primer periodo estival tras el anuncio de su separación, en 2019, el cantante y el escultor decidieron hacer las paces durante dos meses. Bosé y Palau llegaron a un acuerdo antes del fin del pasado curso escolar y establecieron medidas cautelares referidas al régimen de visitas de los hermanos. En este pacto se estableció que los pequeños debían verse y estar juntos alternativamente con sus padres en períodos vacacionales.
Así, los cuatro niños alternaron las semanas con cada uno de sus progenitores: en el chalet de la urbanización Somosaguas de Pozuelo de Alarcón (Madrid) con Miguel, y en Chelva en la casa de la madre de Nacho Palau.
En la citada la localidad valenciana el escultor ha tenido que reinventarse profesionalmente. Ante la falta de trabajo, Palau lleva trabajando como cocinero en la Residencia de la Tercera Edad de Chelva desde principios de este año. Sin embargo, se trata de una sustitución que llega a su fin el próximo 14 de septiembre, tal y como confirman a este medio.
Residencia de la Tercera Edad de Chelva, Valencia, donde trabaja Nacho Palau.
Según cuentan a JALEOS, los residentes, auxiliares y profesionales que hacen su día a día en el centro están "encantados" con el trabajo del valenciano y aseguran que "pese a que hace recetas básicas, están deliciosas". Además, debido a este nuevo cargo en su vida, Palau ha ido mejorando su técnica y cada vez se atreve con más ingredientes y experimenta con diferentes sabores.
Perder este trabajo pondrá su situación económica aún más difícil a la hora de poder mantener a sus pequeños, que viven una vida muy distinta a la que tenían en México rodeados de un lujo acomodado.
Pero el otoño se presenta todavía más duro. Apenas unas semanas después de quedarse en el paro, Palau tendrá que enfrentarse a su ex en los tribunales. En octubre se llevará a cabo, por fin, el juicio con Bosé. La cita estaba prevista para el pasado 24 de marzo, en plena pandemia por la Covid-19, por lo que la fecha tuvo que ser aplazada.
Miguel Bosé junto a sus cuatro hijos.
El propio Nacho Palau aseguraba ante los micrófonos de Viva la vida hace una semana que mantiene la esperanza de que todo vaya bien y se busque lo mejor para sus cuatro hijos, no obstante, mostraba con evidente claridad sus dudas por la posición que ha tomado Miguel Bosé en esta batalla, queriendo separar a los menores, que, pese a no ser hermanos de sangre, han convivido juntos desde su nacimiento.
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