Alejandra Romero Suárez (30 años), nieta de Adolfo Suárez, ha sido madre por primera vez. La joven ha dado a luz a una niña, a la que ha llamado Mariam en homenaje a su madre, María del Amparo Suárez Illana (conocida como Mariam), fallecida en el año 2004 después de una larga y complicada batalla contra el cáncer. 

Según ha informado la revista ¡HOLA! en primicia, Alejandra ingresaba la mañana de este lunes en el Hospital Nuestra Señora del Rosario en Madrid y, horas después, llegaba al mundo su primera hija por un parto programado. De acuerdo con la citada publicación, tanto la Duquesa de Suárez como su pequeña se encuentran en perfecto estado.

Tras el nacimiento la niña, Alejandra y su marido, Pedro Armas, ya han comenzado a recibir visitas de sus allegados. Entre ellos, Fernando Romero, padre de la joven, acompañado de su otro hijo, Fernando, cuatro años menor que la recién madre. Ambos, siempre han su principal apoyo y han estado cerca de ella tanto en sus momentos felices como en sus situaciones más amargas.

Este nacimiento viene a completar la felicidad de Alejandra Romero Suárez y Pedro Armas, dos años y medio después de su romántica e íntima boda, celebrada el 21 de abril de 2018 en la capilla del Club Puerta de Hierro, de Madrid. La pareja se conoció en el colegio cuando eran todavía unos adolescentes. Sin embargo, no unieron sus vidas hasta años más tarde. Al enlace no acudió nadie de la familia Suárez, ya que la joven no tiene relación con su tío Adolfo Suárez Illana (56) desde de que reclamó -gracias a la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios- el ducado de su abuelo, cuando este falleció en el año 2014. Este título, en realidad, le hubiese correspondido a su madre, quien murió 10 años antes.

Así, con 24 años, Alejandra Romero Suárez se convertió en la heredera legítima del título, con grandeza de España, que había sido creado el 25 de febrero de 1981 por el rey Juan Carlos (82) para ser otorgado a Adolfo Suárez como reconocimiento a su labor durante la Transición. 

Después de un año residiendo en Singapur por motivos laborales, Alejandra y Pedro regresaban a su vida tranquila en la capital de nuestro país. Sumamente discreta, la Duquesa de Suárez, abogada de profesión, trabaja en un prestigioso buffete madrileño y lleva una vida anónima y lejos de los focos, como es su deseo. Por ello, apenas hay imágenes de su embarazo. 

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