"He decidido dar el paso y contar esto", comienza la confesión más dura de Anabel Pantoja (34 años). La colaboradora de Sálvame ha querido zanjar las críticas que ha recibido tras abandonar el reality Sola/Solo tras 8 días en la casa y ha decidido contar el motivo.
Cuando tomó la decisión de dejar el nuevo formato de Mediaset ya avanzó su razón para hacerlo: "Tengo que cuidarme. Tengo que salir fuera y empezar a mirarme a mí. Gracias a Dios, estoy bien, pero sé lo que digo. Tengo que empezar por un problema grave que tengo, no os asustéis. Lo llevo acarreando 10 años y tengo que ponerme en marcha, no quiero seguir así. También tengo que poner remedio a la alimentación", expresó.
Sin embargo, muchos pensaban que se refería a su propósito de perder peso y llevar una vida sana, que fue el motivo por el que entró en el reality. No obstante, la causa de su repentino adiós tras solo una semana de encierro televisado es otro muy distinto: "Me he dado cuenta de la dependencia que tengo a los somníferos, tomo diariamente más del doble de lo que me aconseja mi doctor".
Anabel no paraba de llorar en 'Sola', y ahora ha revelado la razón.
Esta confesión no es una sorpresa para su entorno, pues sus familiares ya conocían su adicción y llevan años sufriendo las consecuencias de verla tan mal y que no tome la decisión de sanarse: "Empezando por mi madre, pasando por mi familia y terminando por mi pareja están hartos y quieren que busque una solución. Están a mi lado y lo pasan mal al verme así, a veces me oculto para tomar las pastillas y que no me vean", confiesa la colaboradora.
Una vez hecho público su problema, los críticos del concurso que ha hecho Anabel Pantoja en Sola han podido comprender mejor su situación. Y para detallar más su circunstancia y hacer frente a las preguntas de todos, acudirá a Sábado Deluxe.
La sobrina de Isabel Pantoja (64) es consciente de que ha llegado el momento de hablar abiertamente de su adicción a las pastillas porque ha llegado al punto de pensar que es la única forma de conseguir superarlo y no tener que ocultarse más.