Gemma Mengual (43 años) es una de las mejores deportistas de natación sincronizada en España (y del mundo).
Desde su incorporación al equipo nacional en 1992 y hasta su retirada profesional, ha ganado 17 medallas de oro, 18 de plata y 12 de bronce, entre mundiales y Juegos Olímpicos…
Sin embargo, en esta ocasión, desde JALEOS hemos querido conocer otra cara diferente de esta deportista.
Por ello hemos pedido a SsangYong, marca de la que es embajadora, que nos la presente a Gemma para saber cómo es fuera de la piscina y, en concreto, con un volante entre las manos.
Así es Gemma Mengual como conductora…
Gemma, aparte de su faceta como deportista, le conocemos como embajadora de la marca SsangYong… Cuéntenos, ¿cómo empezó esta relación con la firma coreana?
SsangYong, con motivo de los Juegos Olímpicos, buscaba embajadores que fueran deportistas y que tuvieran unos principios similares a los de la marca.
Fue cuando crearon los campeones SsangYong. Y ahí me llamaron… Estoy junto a varios deportistas como Lydia Valentín, Ruth Beitia, Blanca Manchón, Joana Pastrana…
Siempre es interesante comunicar los grandes valores que tiene el deporte, ¿verdad?
La idea es que deportistas como nosotros, algunos en activo y otros –como yo- fuera de la alta competición, promocionen los valores que tiene el deporte. A mí, la idea me encantó…
Entonces, cada cierto tiempo cambiará de coche…
Sí, cada poco voy cambiando el coche. He tenido varios SsangYong Tivoli y ahora llevo el Korando, el SUV de mayor tamaño.
¿Qué tal va con el Korando? Es un coche con un tamaño medio pero tiene mayor volumen que el Tívoli… ¿Se desenvuelve bien con él?
Sí, me viene mucho mejor para todo. Para viajar, para ir con la familia. Es un coche que se disfruta mucho más conduciendo. Este que tengo, además, es automático y va ‘súper bien’, dentro voy comodísima….
¿Cómo es como conductora?
Como conductora, soy bastante cañera con el coche. Fíjate, el Korando es grande y yo me apaño perfectamente.
Lo muevo por todos lados, voy de aquí para allá, subo, bajo, aparco en el parking, en la calle… Con la cámara y los sensores de aparcamiento me manejo muy bien con él.
Me gusta mucho conducir, de hecho conducir me relaja mucho. Y no solo me gusta, sino que además, soy prudente y, a la vez, soy ágil. Por ejemplo cuando voy en autopista o voy en ciudad, circulo a la velocidad que tengo que ir pero voy ágil, no soy de las que se duermen al volante.
Además, tampoco me quedo quieta en un carril, sino que voy adelantando cuando se puede, voy interactuando con la conducción y con otros conductores. Soy bastante activa conduciendo.
Este coche es un SUV… ¿Le gustan más estos coches en los que lleva una posición más alta y domina más la carretera?
Sí, y no solo por ser SsangYong. Antes de este acuerdo con la marca, ya tenía un coche y era de estas características. Me gustan más los todocaminos que los coches convencionales. Prefiero, sin duda, los SUV.
¿Qué sinergias puede haber entre un deportista y una marca de coches o un coche en concreto?
Bueno son muchos los valores que podemos compartir. El primero de ellos está claro que es la deportividad.
Pero también hay otros valores como la seguridad, el hecho de sentirse seguro dentro de un vehículo o practicando un deporte… Y también otros como la precisión, que todas las piezas encajen como un puzzle a la perfección. Tanto en un coche como en la natación sincronizada todo tiene que funcionar al milímetro.
¿Va con música al volante?
En general voy disfrutando de la conducción y en algunos momentos también me gusta ir con música en el coche.
¿Y es de las que prefiere conducir o ir de copiloto?
Si me dan a elegir entre conducir e ir de acompañante, prefiero conducir. Me gusta llevar el mando antes que ir de copiloto.
¿Es una convencida de la ecología? ¿Se pasará al coche eléctrico?
Lo cierto es que me encantaría. Sé que SsangYong está trabajando en ello, así que en un futuro también me encantará conducir un coche eléctrico.
Al final todas las marcas de automoción están virando hacia la electrificación, con el coche híbrido y el eléctrico…
¿Qué viajes recuerda con más cariño en el coche?
Tengo muchos viajes grabados que recuerdo con mucho cariño. Por ejemplo cuando viajaba con mi padre en coche… Lo hemos hecho mucho. Incluso llegamos a irnos una vez a Suiza en coche. Lo hicimos un verano.
Éramos dos familias y nos juntamos una compañera mía del equipo con sus padres y yo con mis hermanas y nos fuimos hasta Suiza en coche. También recuerdo viajes con mucho cariño a Galicia, a Francia… a mil sitios. Siempre íbamos en coche.
¿Le han puesto muchas multas? ¿Le han quitado algún punto?
Puntos no me han quitado ninguno. Y multas alguna… pero pequeñas. De estas que te pasas un poco con la velocidad, porque es una bajada y la señal es de 90 y te despistas y salta la multa a 100 km/h… Pero vamos que muy pocas. Además, aprendo la lección cuando me ocurre. Soy muy respetuosa con la velocidad.
¡De las de aparcamiento no se librará!
De aparcamiento alguna me ha caído (risas). De esto de que vas con prisa a por los niños al colegio, dejas un momento el coche y cuando vuelves te encuentras con la multa…
Y también alguna de estas que te pasas de tiempo en el aparcamiento regulado y te la ponen… Pero vamos que son todas pequeñas, ninguna ha sido grave…
¿Cómo vive Gemma Mengual fuera de la alta competición?
Sigo vinculada con la Federación, hago la tecnificación de la sincronizada, si bien ahora con el Covid tengo menos actividad en ese aspecto. Cuando voy a Madrid aprovecho y entreno con 'las niñas'. Y aquí en Barcelona, lo hago en la ‘Blume’…
Donde tengo más límites es en el CAR (Centro de Alto Rendimiento), porque ahí está el equipo nacional entrando y lo que buscamos es mantener los grupos estables, sin entradas y salidas de mucha gente…
Hemos visto que también está estudiando…
Sí también estoy haciendo un máster… Lo acabo de empezar y durará hasta abril más o menos. Es un máster en liderazgo transformador.
Es para descubrirme a mí misma, ver mis posibilidades más allá de lo que he estado haciendo hasta ahora. Ver qué más puedo hacer y hasta dónde puedo llegar. Es difícil de explicar pero es muy interesante.
No para… y también tiene un restaurante…
Sí, el restaurante está desde hace 10 años ya. Funciona bien a pesar de la situación actual. Por el momento aguantamos. También hago algunas cosas de publicidad… No me aburro, no (risas).
¿Os preparan para cuando dejan la alta competición?
Bueno, pasas por diferentes fases. En mi caso, cuando yo lo dejé, era porque lo necesitaba. Quería parar porque tenía en mente otras cosas. Y luego me volví a meter en la sincronizada por motivaciones mías y por eso que tenemos los deportistas de que buscamos retos.
Pero vamos que cuando lo dejé no necesité ayuda. Tenía tantas cosas que me hacía ilusión hacer después de tantos años con lo mismo… Pero, claro, cada deportista es un mundo, cada uno es un caso... Sé de deportistas que lo han pasado mal, pero yo en mi caso lo he llevado bien…
¿Sigue entrenando ahora?
Ahora entreno solo para mantenerme. Además, no entreno todos los días. Cuando competía entrenaba ocho o diez horas al día. Y claro ahora lo que menos me apetece es entrenar todos los días.
Pero sigo haciendo mis entrenamientos personales una vez a la semana y continúo con mis mantenimientos… En verano, por ejemplo, voy más a nadar, pero ahora en invierno me da más pereza.
¿Entrena más fuera de la piscina entonces?
Sí es un más un entreno sin piscina. También hago un poco de flexibilidad en casa, para mantener la elasticidad. Al final a mí me gusta seguir haciendo exhibiciones y claro intento mantener la movilidad del cuerpo, la movilidad fuera el agua…
Al final cuando me tiro al agua necesito media hora de calentamiento… Y aunque ya no estoy en activo, puedo seguir haciendo casi todo…
Muchos deportistas sufren cuando llevan muchas horas en el coche, tienen calambres, pinzamientos… ¿A usted también le ocurre?
A mí, lo que me ocurre, cuando llevo muchas horas sentada, es que me duele la espalda. En la natación sincronizada nos estamos doblando todo el día y claro se me ha quedado la espalda algo tocada…
También con los embarazos. Al final tengo un desgaste porque he estado 25 años de mi vida entrenando y a eso hay que sumarle ahora la edad (risas)…
¿Qué mensaje daría a los deportistas que se han quedado sin poder ir a los Juegos Olímpicos de Tokio?
Bueno hay que pensar que es una oportunidad tener más tiempo para prepararse… Sobre todo para aquellos que podían ir más justos o que no llegarían a las mínimas… Esto es una oportunidad de llegar de forma más segura.
Además, no hay que perder la motivación. Es cierto que los juegos es lo más importante… pero al final al año hay siempre alguna competición. Y hay que seguir entrenando…
Y por último… ¿Qué tal está llevando la pandemia del coronavirus? ¿Cómo has pasado los meses más duros?
Ha habido momentos para todo. Al principio me lo tomé muy bien y estaba en casa con los niños y pudiendo jugar más con ellos. Pero también hay que reconocer que el tema de los deberes en casa es una tortura…
Además, los niños, en general, se ‘asalvajan’ muy rápidamente, así que conseguir unas rutinas estando encerrados es complicado. Y al final te relajas y dices, pobrecillos, que jueguen un rato más… Y claro, dejan de hacer sus cosas.
Pero lo más importante, al final es estar bien. Sobre todo cuando te das cuenta que está sufriendo por la salud, por sus negocios… Y ves que no puedes hacer nada.
Es la parte más dura. Al igual que la incertidumbre… que tenemos todos. Pero en líneas generales podemos decir que incluso en la parte más dura del confinamiento lo he llevado bastante bien…
[Más información: El coche de Mario Sandoval: "Desde que voy en un eléctrico, ya no me ponen multas de aparcamiento"]