Ivonne Reyes (52 años) es una mujer a la que le gusta reinventarse y probar suerte en nuevas aventuras profesionales. Hace tiempo que poco se sabe de ella a nivel televisivo; la última vez que acudió a televisión fue para defender a su hijo, Alejandro Reyes (20), durante el concurso de este en Supervivientes. No obstante, la vida de Ivonne hace tiempo que transcurre lejos de los platós, pero no de la comunicación. La venezolana sigue muy ligada al mundo que realmente le apasiona: el de comunicar.
Ivonne está viviendo, más allá de las polémicas que la salpican indirectamente -cada vez menos-, un buen momento a todos los niveles. A nivel personal está excelsa y se siente plena, y en el terreno laboral no puede quejarse. Se siente realizada impartiendo unos talleres de comunicación bajo el título Tu puesta en escena en la vida. En ellos, explica cómo comunicar sin miedo y cómo aprender a manejarse ante una cámara de televisión o ante un público. El coaching es su nueva vida, su modo de ganarse la vida, y es feliz.
Se siente, al fin, realizada. Se trata de un trabajo, como explica la protagonista a JALEOS, que le da "buena vibra". Comunicar a través de la seducción, lo llama ella. Ivonne está en otra honda donde nada negativo le llega. Cuenta a este periódico que el próximo mes de noviembre se examina para adquirir el certificado oficial de coaching ontológico que la convierte, ahí es nada, en experta en coaching personal. Atiende la conversación en un descanso de tanto estudio. Y es que, estos días Ivonne no para de prepararse, formarse, estudiar. El examen, cuenta, consiste en realizar varias sesiones, públicas y privadas, de coaching ante la atenta mirada de varios psicólogos, que hacen las veces de profesores.
Se presentan al examen cerca de 30 personas y cuenta Ivonne que, con el certificado en mano, hará "una gira que empezará en Miami". Lo desvela ilusionada. Ha encontrado su sitio, su destino. Hay varias empresas, asegura, interesadas en contar con sus servicios como coach y le espera un horizonte prometedor. Reyes quiere dedicarle a esto todo su tiempo y sostiene que, aunque hay ofertas de televisión sobre la mesa, nada le llena. Tiene "varios castings" en Miami, los únicos que puede que realice, pero aquí, en España, todo pasa por sus cursos y clases de coaching.
Tan alejada de las polémicas está que ni siquiera quiere hablar de su ex, Sergio Ayala, con quien libra un contencioso en los tribunales tras haberle interpuesto una querella por injurias y difamación. Remite a este periódico a su abogada, quien explica en qué punto se encuentra la situación: "Sergio Ayala tiene interpuesta la querella por injurias en un juzgado de Madrid y ha pedido declarar por videoconferencia desde Medina del Campo como consecuencia de la Covid".
Su contencioso con Sergio Ayala
Cabe recordar que hace unos meses Sergio Ayala realizó unas incendiarias declaraciones contra la presentadora venezolana que, tras el confinamiento primero por la Covid-19, han comenzado a tener serias consecuencias. Tal y como se informó a este medio hace unas semanas, la querella que existe contra Sergio Ayala se basa en una "difamación y vulneración del honor". Todo aconteció en el programa Socialité, presentado por María Patiño (48).
Aquel 29 de febrero el que fuera concursante de Gran Hermano VIP aseguró, entre otras cosas, que el hogar familiar de Ivonne y su hijo era "una casa de locos". El vallisoletano, además, se atrevió a opinar sobre las palabras de Alejandro Reyes en Supervivientes acerca de la ayuda psicológica que confesó haber necesitado en un momento de su vida: "No me extrañaría nada, creo que es una casa de locos. Hasta yo casi lo necesito". Y añadía: "El tema de la paternidad nos afecta a todo el entorno. La verdad solo la sabe ella, nunca lo va a decir, se sabe que hay una tercera persona por ahí. Incluso, Pepe Navarro (68) creo que lo sabe".
Unas palabras que Ivonne rápidamente puso en manos de su letrada. La venezolana tiene claro que hay actos que deben tener su correspondiente consecuencia y que no todo vale por salir en televisión. Ella nunca suele intervenir mediáticamente para dar ninguna réplica a nadie, pero eso no significa que no se vaya a defender donde corresponda. De hecho, este medio puede confirmar que "existen otras demandas que están a la espera" contra otras personas. En lo que respecta a Ayala, el pasado 7 de julio se celebró un acto de conciliación en su localidad natal al que acudió la abogada de Reyes. Ese día se esperaba una retractación de Sergio Ayala que nunca llegó. Así se hace ver a este periódico: "En el acto no se llegó a ningún acuerdo. Concluyó sin avenencia. No reconoció los hechos y se limitó a contestar que sólo respondía a las preguntas de los periodistas en ese vídeo, que se valió de su libertad de expresión y que no percibió ninguna remuneración". En otras palabras, Sergio Ayala se mantuvo firme en lo que aseveró y, por tanto, la querella por lo penal sigue su curso y se le reclaman 10.000 euros de indemnización. El juicio está fechado para el próximo mes de diciembre.
En aquella famosa entrevista televisiva, Sergio sostuvo, además, que mantenía una estrecha relación con Alejandro Reyes -extremo que este medio ha podido desmentir- y que "una manita negra" le impidió coincidir con él en la isla de Honduras, ya que estaba "postulado" a enrolarse como concursante: "Yo me llevo muy muy bien con él. Yo estaba postulado, iba a ir para allá (Supervivientes), pero a una manita negra no le interesaba que fuera y deducí por qué me vetaron". En su opinión, ese veto solo obedecería al "miedo": "Es miedo a que coincida con él (Alejandro Reyes) y miedo a que haya una cámara delante y hable más de la cuenta".
Sea como fuere, ese día Sergio Ayala no ocultó el "rencor" que siente por Ivonne Reyes, a la que acusa de haberle "arruinado la vida": "Claro que hay rencor. Perdí la oportunidad de mi vida y me arruinó todo. No tengo buenos recuerdos, ¡si pudiera volver para atrás!". No solo eso, aseveró que la venezolana nunca se sentaría en un plató de televisión junto a él por miedo: "Tiene miedo, ella no querría. Yo no tengo miedo a nada ya".
Además, y en otro orden de cosas, Ayala afirmó que la relación sentimental y el anuncio de boda entre Ivonne y Gabriel Fernández era todo un montaje: "Ni me sorprende que se casaran, ni me sorprende que lo dejaran. En tres meses, ¿cómo se va a enamorar de una persona y se va a casar? Intereses, ¿puede ser?". Ahora, meses después, todas esas declaraciones serán juzgadas. Y a este periódico llega la siguiente determinación: no será la primera demanda que interponga la venezolana. Existen varias esperando su momento. Ahora deberá hacer frente a las consecuencias de estas palabras que, si bien están emitidas desde una lógica libertad de expresión, atentan contra el honor y la integridad de Ivonne Reyes.
[Más información: Ivonne Reyes, a por todas contra su ex, Sergio Ayala: le pide 10.000 euros en una querella por difamación]