Karlos Arguiñano (72 años) es una incombustible leyenda de los fogones y de la televisión. El cocinero vasco lleva tres décadas divulgando sus recetas y adaptándose a los tiempos para continuar cosechando éxitos.
El último de sus hitos televisivos lo ha logrado hace escasos días, concretamente este martes 27 de octubre, cuando su programa Cocina abierta con Karlos Arguiñano anotaba su récord histórico de cuota en Antena 3, gracias a los 1.143.000 que otorgaron el 16% de share al espacio.
Este rotundo éxito traspasa los platós de televisión, pues el carismático chef también obtiene excelentes resultados en su faceta como empresario, tal y como se desprende de las cuentas de sus empresas a las que ha tenido acceso JALEOS.
Arguiñano administra dos sociedades familiares que le aportan suculentos beneficios más allá de su trabajo en televisión. La más importante es Karlos Arguiñano Promociones SL. La fundó en 1991, el año de su debut en TVE, precisamente para gestionar su imagen y sus derechos. Sin embargo, actualmente la actividad de esta empresa se limita a la gestión del hotel-restaurante que lleva el nombre del chef en Gipúzcoa.
El cocinero figura como administrador de la sociedad junto a su mujer, María Luisa Ameztoy (79), y sus hijos Zigor y Eneko, mientras que otro de sus hijos, Martín, consta como apoderado.
Se trata de un antiguo palacete de principios del siglo XX situado en Zarautz (en la zona costera de Gipúzcua) que dispone de 12 habitaciones. Uno de sus puntos fuertes es el restaurante, "herencia" de Karlos Aguiñano, en el que la familia ha querido plasmar los productos de temporada con un equilibrio entre tradición e innovación de cocina vasca.
En el año 2019, la empresa ha mantenido la estabilidad financiera de la que puede presumir en los últimos años. De hecho, sus ingresos ascienden a 4,2 millones de euros, lo cual ha incrementado los beneficios anuales de los 69.373 euros de 2018 hasta los envidiables 209.038 del último ejercicio.
Otro de los aspectos que evidencia la buena salud de las cuentas de esta sociedad es el hecho de que no tiene deudas a corto ni a largo plazo. Además, si en el futuro surgieran obligaciones a las que hacer frente, la familia apenas tendría problemas para asumirlas, pues las reservas de la empresa ascienden a casi 2,4 millones de euros.
Así, el futuro financiero de la familia parece asegurado, pues la sociedad cuenta con 327.776 euros invertidos a corto plazo en depósitos bancarios, fondos de inversión o letras del Tesoro, mientras que en efectivo poseen 796.087 euros, casi 300.000 euros más que en el año anterior.
Además de Karlos Arguiñano Promociones SL, el cocinero y su mujer administran conjuntamente otra sociedad que, aunque está lejos de las cifras de facturación de la primera, también aporta importantes ingresos a la economía del matrimonio. Se trata de Irusta Gain SL, una empresa constituida en 1997 para desarrollar actividades dentro del sector inmobiliario.
Esta compañía registró en 2019 unos ingresos de 2.148.254 euros y un beneficio de más de 243.000 euros. Además, al igual que en el caso de la otra sociedad, la partida de deudas está a cero tanto a largo como a corto plazo.
Las reservas de esta pequeña empresa, que cuenta con siete empleados, ascienden a 2,4 millones de euros, mientras que en la partida de inversiones financieras a corto plazo registra 252.698 euros.
Especialmente llamativa es la cuantía de efectivo de la que disponía la sociedad en 2019, un total superior a 1,6 millones de euros de los que Arguiñano y María Luisa pueden disponer cuando deseen.
Exitosa familia
Karlos Arguiñano y María Luisa, conocida por los suyos como 'Luisi', se casaron en 1974, cuando él tenía 26 años y ella 24. La esposa del cocinero proviene de una familia humilde que tenía una pescadería en la que ella trabajó antes de conocer a su marido.
En una entrevista a Diario Vasco, 'Luisi' narraba cómo ella y Karlos decidieron emprender en los años 80, cuando ya tenían dos hijos en común. "No teníamos un duro pero un amigo nos prestó dinero y surgió la posibilidad de coger el castillo Aiala. Yo siempre he sido muy echada para adelante y nos arriesgamos. Trabajamos varios años muy duro y lo sacamos adelante", relata.
Ya con seis hijos, Arguiñano recibe una oferta que cambiaría su vida y la de sus familias: trabajar en televisión. Esta oportunidad llegaba en un momento en que el restaurante del chef pasaba por un mal momento y el matrimonio se planteaba el cierre. "La situación era difícil pero un día Karlos salió a la terraza y empezó a contar chistes. Se celebraba el festival de cine de San Sebastián y entre otros estaban Joan Manuel Serrat y un productor de televisión", cuenta en la citada entrevista.
'Luisi' asegura que aquella noche estuvieron "todos riéndose durante horas". Y prosigue: "Al final el de la tele le dijo que hiciera un programa de humor pero Karlos le dijo que haría uno de cocina para enseñar a las señoras a cocinar. Estábamos a punto de cerrar y ahí empezó a entrar el dinero y pudimos pagar todo".
Pero no todo han sido alegrías para la familia Arguiñano Ameztoy. Este verano, durante su visita al programa El Hormiguero, el chef desvelaba que su mujer había sufrido dos abortos en los primeros años de su matrimonio. "Los dos primeros se nos murieron con siete meses. Nacieron muertos. Mi mujer lloraba y lloraba y yo animándola: 'Tranquila, que tienes un pedazo marido, esto lo vamos a volver a intentar las veces que haga falta'", afirmaba.
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