Las palabras de Kiko Rivera (36 años) hacia su madre, Isabel Pantoja (64), han tomado una fortísima repercusión mediática difícilmente comparable con otros escándalos sucedidos en los últimos años. La prensa escrita y la televisión dedican cuantiosas páginas y horas a comentar el que se ha convertido en el tema más candente del momento dentro de la crónica social. Una situación que sitúa a sus protagonistas, especialmente al dj y a la tonadillera, en el foco de todas las miradas.
El pasado viernes 13 de noviembre el sevillano sacó a la luz datos que jamás se habían contado respecto a la herencia que le dejó su padre, Francisco Rivera Paquirri, fallecido en 1984. Un patrimonio que actualmente estaría en manos de la cantante y que, según palabras del propio Kiko, ha provocado una fractura irreparable entre madre e hijo. Entre los reproches que el dj lanzó a su progenitora, más allá de referidos a lo meramente material, destacó el no haber recibido apoyo suficiente por su parte durante su proceso de desintoxicación. Problema que su protagonista ha contado públicamente, reconociendo así que aún no está recuperado.
"Cuando un hijo tiene un problema de esa índole, y sigo teniéndolo porque he tenido bastantes recaídas y en estos momentos estoy luchando con un plus más. Mi madre no ha aparecido por casa", dijo Kiko Rivera con tono afligido. Unas palabras que reflejan la difícil situación que atraviesa el hijo de la cantante respecto a sus adicciones, problemas que ahora convergen con el denominado 'escándalo Cantora'. JALEOS ha contactado con varios especialistas dedicados a tratar pacientes con problemas como el de Kiko para conocer los efectos que podría tener en su recuperación. Una cuestión que preocupa, y mucho, a su vínculo más cercano.
"La situación es ya de por sí bastante ansiógena para cualquier persona, con indiferencia de que sea consumidor o no, implica un sufrimiento para cualquiera. Si a eso le añades que eres consumidor y estás en un proceso de desintoxicación es doblemente difícil. Ya de por sí el proceso es duro y complejo como para añadirle un estresor más, la carga es doble", afirma Mercedes Rodríguez, psicóloga y directora general de Proyecto Hombre.
El propio Kiko confesaba en su última aparición mediática que había recaído en más en una ocasión en el consumo de drogas, señal de que su recuperación aún continúa en curso. "La recaída es un proceso normal dentro de la desintoxicación, de la recuperación terapéutica. Si te vas a la definición de drogodependencia en la OMS te dice que es una enfermedad crónica y recidivante, esto quiere decir que aparecen periodos de abstinencias y otros de recaídas. Esta vuelta al consumo de manera puntual puede precipitarse por situaciones ansiógenas, dolorosas o complicadas, como esta que está pasando Kiko", añade la ya citada profesional en conversación con este periódico.
Casi todos los programas de actualidad se hacen eco del conflicto que acontece en la familia Rivera-Pantoja, todo un 'boom' informativo que a juzgar por las palabras de los especialistas consultados podrían obstaculizar la pronta recuperación del último hijo de Paquirri. "Todo lo que conlleva una sobreexposición mediática no le favorece en nada. Lo más beneficioso para los pacientes con problemas de drogadicción es contar con un entorno estable, donde las rutinas marquen una vida ordenada y alejada de los focos que pueda relacionar con el consumo", afirman desde el centro terapéutico madrileño Grupo 4. Especialistas en terapias para desligar a los adictos de sus malos hábitos, la citada organización señala un punto nada desdeñable a tener el cuenta: el dinero rápido.
"El adicto necesita ganar dinero, algo que se termina convirtiendo en un acto casi impulsivo sea para consumir o no. El hecho de que acuda a programas de televisión donde ganar grandes sumas de dinero puede resultarle poco beneficioso, ya que puede que esos hayan sido en el pasado medios por los cuales haya alimentado su consumo, donde ha ganado lo suficiente para gastarlo en sustancias", asienten desde Grupo4, que vuelve a recalcar que todo paciente debe alejarse lo máximo posible de todos los ambientes que hayan sido foco de consumo o que por el contrario se lo hayan facilitado.
"La recuperación es un proceso muy interno, un proceso hacia dentro en el que es importante estar tranquilo y no tan expuesto", afirma a este medio Daniel Hernández-Sonseca, psicólogo y terapeuta de la Clínica Recal, que analiza la situación de Kiko Rivera. "Para un proceso de introspección lo que menos se recomienda es sumar más dificultades. Es difícil llevar a cabo una recuperación de este tipo cargando con complicaciones familiares, y más si todo adquiere un carácter mediático", añade el terapeuta, que cuenta cómo desarrolla su labor con otros enfermos: "En nuestro centro se lleva a esos pacientes al aislamiento justo por eso, para que presiones de tipo familiar, profesional o social no estén presentes en el proceso".
La repercusión adquiere en los medios de comunicación cada una de las acciones de Kiko Rivera es mucha, hecho que podría ser contraproducente en el avance del sevillano. Daniel Hernández- Sonseca no ha querido obviar que su confesión pública respecto al problema que padece contribuye positivamente a la no estigmatización de la drogodependencia. Un hecho que, más allá de los asuntos adheridos en las últimas semanas, convierten al dj en ejemplo de una realidad que viven millones de personas. "El hecho de hacerlo público hace que se pierda el estigma, lo que le puede colocar inclusive de ejemplo de otros que lo sufren en silencio. No sería positivo que se juzgasen estas cosas desde un punto de vista moral, el mensaje es que es una persona que está luchando por solucionar un problema", concluye diciendo.
[Más información: Isabel Pantoja, la madre devorada en público por aquellos niños tiernos, Paquirrín y Chabelita]