Si bien hace varios días que nada se conoce públicamente de la guerra judicial que libran Miguel Bosé (64 años) y su expareja, el escultor Nacho Palau, sí existe un nuevo conflicto entre ambos a corto plazo, aún por dilucidar: las navidades. Hay que recordar en este punto que la sentencia, tras el juicio que libraron ambos progenitores, dictó que aunque los menores no pueden considerarse legalmente hermanos, sí están obligados a verse en los períodos vacaciones. Lo que no está claro, o no ha trascendido, es si la sentencia es de inmediata ejecución.
Nacho ya ha anunciado que va a recurrir la decisión judicial, y sigue insistiendo en el proyecto familiar. Es esta cuestión, la de querer recurrir la decisión, la que de momento hace que Nacho no termine de aprobar alejarse en navidades de los dos hijos con los que vive, como ha podido conocer JALEOS. Está asesorándose. Aunque todavía no hay ninguna decisión tomada ni presentada formalmente, el letrado de Palau pretende revocar en la cúspide del Poder Judicial, ante el Tribunal Supremo.
Nacho es el primero que desea, como ha dejado claro en más de una ocasión, que los cuatro hermanos ejerzan como tal y se vean y se traten, pero ahora conviene esperar, y responder a los tempos judiciales. Hasta donde conoce este medio, y avanzó La Razón, Miguel Bosé desea ver a la familia reunida en pascua, y va a facilitar billetes de avión para que Ivo y Telmo, los hijos que viven con Palau en Chelva, viajen a México para el reencuentro con sus hermanos, Tadeo y Diego. En esa línea, Bosé ha hecho llegar su intención a la otra parte. Al cierre de este artículo, se desconoce si finalmente los pequeños viajarán a México. Lo único que se informa es que los abogados de ambas partes "están en contacto".
En el caso de Palau, explica quien bien lo conoce que la razón y el corazón no van de la mano. Como padre, "haría lo inimaginable" por esa unidad que tanto anhela, pero hay otras medidas más racionales y necesarias en pos del mañana. Todavía no hay nada decidido. En principio, su intención es pasar esta atípica Navidad junto a su madre y sus dos hijos en su casa de Chelva, donde ha vuelto a encontrar un trabajo y discurre en una vida "de lo más corriente". La persona con la que ha tenido comunicación este medio sostiene que una de las cosas que más preocupa a Palau "es la estabilidad de los pequeños, por encima de otro cosa. No quiere someterlos a drásticos cambios".
En lo tocante a la otra parte de esta historia, otrora sentimental, la de Miguel Bosé, se desliza que el cantante, pese a todo lo que se ha dicho y escrito en los medios de comunicación, solo desea "el bienestar" de sus cuatro hijos. Él también los quiere unidos, "no es verdad que quisiera separarlos o que no los haya reconocido como hermanos ante el juez. Esa no es la cuestión". Es más, apunta una persona cercana al entorno Bosé que los niños "están en comunicación diaria" y no han perdido el contacto telefónico. Desde este lado de la 'contienda' se hace ver que "Miguel no ha pedido nada extraordinario" y que en el juicio manifestó lo que ya previamente había dejado claro en privado.
El proyecto de familia
Diego (9), Tadeo (9), Ivo (8) y Telmo (8) llegaron al mundo cuando el célebre cantante y quien fuera su pareja durante 26 años, el escultor Palau, eran una familia unida. Ellos, en pareja, orquestaron un proyecto vital. Sin embargo, en 2018 se dinamitó la relación y, con esa unión familiar rota, llegó la discordia y lo contencioso, con los menores como protagonistas. Hasta ahí, nada nuevo en la información. Sin embargo, hace unas semanas veían la luz sorprendentes datos que tienen que ver con la ruptura sentimental.
La ruptura definitiva entre ambos tuvo lugar en Panamá, y no en México, como muchos apuntaron erróneamente. Los dos decidieron tomar caminos separados en aquel 2018 y se explica a este medio que, efectivamente, Palau vivió "unos meses" de alquiler en un apartamento. Tras el 'día D' se sucedieron días complicados para la expareja que, al dolor de la ruptura, se sumaba el esfuerzo por que los cuatro pequeños no notaran nada. Nacho se sintió esas semanas y meses profundamente "solo", sin ver a sus dos hijos biológicos, Ivo y Telmo, que se quedaron en la casa conyugal junto a Bosé.
El escultor de Chelva lo pasó "francamente mal", en un país que no era el suyo, y lejos de los pequeños, a los que solo podía ver "cuando Miguel salía de la casa para cantar o trabajar", se informa. Solo en esos momentos Palau podía reencontrarse con sus hijos. Nacho decidió, con todo el dolor, viajar a España y, desde Chelva, rodeado de los suyos y bien asesorado, emprender las acciones que hoy se libran en los juzgados. Se insiste en que aquella ruptura, su modus operandi, en Panamá "fue determinante" entonces, y lo es ahora.
Nacho entiende, y así se ha expuesto, que es más factible, a todos los efectos, que sea Miguel Bosé quien se traslade a vivir a Madrid. Y se aclara que Palau no quiere nada regalado, no se trata de eso: solo de mirar por los pequeños, por su comodidad. Además, "nada le ata a México". Nacho "rechaza" de pleno mudarse a México. No se lo puede permitir, y su casa y arraigo siempre estuvo en Valencia. Y Miguel, hasta donde se conoce, no desea afincarse en España.
El abogado de Nacho Palau, José Gabriel Ortolá, aclaró ante los medios de comunicación el pasado 19 de octubre, día del juicio, que este procedimiento judicial tiene como principal objetivo la reclamación de la doble filiación. Añadía que no es cierto que su cliente esté reclamando una pensión compensatoria a su expareja y que su única intención es que los cuatro niños tengan los mismos derechos. Además, se solicita que tanto Nacho Palau como Miguel Bosé sean considerados legalmente padres de los cuatro niños, con las obligaciones y derechos que esto implica.
[Más información: Nacho Palau pierde contra Miguel Bosé: sus hijos no pueden considerarse legalmente hermanos]