El palacio asturiano de la suegra de Esperanza Aguirre, a la venta por casi un millón de euros

2020 está siendo un año convulso para el núcleo familiar de Esperanza Aguirre (68 años), expresidenta de la Comunidad de Madrid, y su marido, Fernando Ramírez de Haro (70). En el mes de marzo, ambos estuvieron varios días ingresados en la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid, tras haberse contraído de la Covid-19.

Hace menos de dos meses, en octubre, Ramírez de Haro sufría un ictus que lo devolvía al hospital para recuperarse de ese nuevo bache de salud inesperado. Fernando Ramírez de Haro, marido de Esperanza Aguirre, es hijo de Ignacio Ramírez de Haro y Pérez de Guzmán, conde de Bornos, Grande de España, y de Beatriz Valdés y Ozores, marquesa de Casa Valdés.

El espectacular y palaciego salón de la casa asturiana. Idealista

Su madre, Beatriz Valdés y Ozores, murió en febrero de 2019 y ahora, casi dos años después de su triste marcha, ha salido a la venta el palacio familiar donde solía veranear la exdirigente del Partido Popular junto a su marido, hijo de la difunta. Los herederos de Beatriz Valdés y Ozores, la que fuera marquesa de Casa Valdés, han decidido poner en venta está emblemática villa en la localidad asturiana de Pravia por 980.000 euros, según ha adelantado el diario el El Comercio de Asturias.

El edifico se encuentra en el centro de la localidad y fue reedificado en el siglo XVIII. Cuenta con casi 700 metros cuadrados de superficie sobre una parcela de 1.780 metros cuadrados. La Casona principal tiene con 11 dormitorios, nueve baños, dos cocinas, cinco salones y un comedor, divididos en tres plantas.

Además, tiene dos patios interiores, una capilla, una torre con mirador, dos antiguas caballerizas y dos edificaciones anexas. El palacio cuenta con grandes detalles arquitectónicos como sus techos altos de cuatro metros decorados con molduras, una escalera de mármol, paredes con frescos en el salón o los suelos originales de castaño de hasta medio metro de ancho.

Imagen del salón y la gran escalera de mármol que es la columna vertebral de la casa. Idealista

El 25 de febrero de 2019 fallecía en Madrid a los 92 años Beatriz Valdés y Ozores, suegra de Esperanza Aguirre. Dos días después era enterrada en la finca familiar de Piedras Menaras, en Guadalajara. Con ella moría, no sólo una avezada jugadora de golf, -disciplina que practicó hasta casi el final de sus días-, sino también la poseedora del título de marquesa de Casa Valdés y condesa viuda de Bornos. Su pasión por el golf la unió aún más a su nuera Esperanza Aguirre.

Con ella y con su hijo Fernando Ramírez de Haro y Valdés convivió los últimos años de su vida en el palacete de la calle Jesús del Valle, del céntrico barrio de Malasaña. Ahora la casa familiar de la aristócrata en Asturias sale a la venta por un precio aproximado al millón de euros. 

Fue el 2 de marzo de 2019 cuando Beatriz Valdés y Ozores fallecía a los 92 años de edad. Ante tan dura pérdida para su marido, Fernando Ramírez de Haro, la política no dudó en arroparlo en todo momento durante el funeral. La marquesa de Casa Valdés fue despedida por última vez en la misa funeral que tuvo lugar en la Parroquia de Santa María del Montes Carmelo, en la capital madrileña. Fue enterrada en la finca familiar de Piedras Menaras, en Guadalajara. Sin duda, un duro varapalo también para la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid, ya que suegra y nuera estaban muy unidas. 

Esperanza Aguirre a su llegada al funeral de su suegra. José Ramón Guisado

Como muestra, las largas estancias de Beatriz en la residencia de su hijo y la expresidenta en el barrio de Malasaña de Madrid. Era durante sus visitas cuando Esperanza organizaba partidas de bridge en las que Beatriz siempre despuntaba: "A veces se le escapa alguna palabrota. Aunque en este juego está todo perfectamente medido con sus tiempos, gestos y formas, ella a veces adapta las reglas". 

Pese a que siempre se mantuvo en su discreto segundo plano debido a la posición política de su familia, Beatriz era una mujer que supo hacerse un hueco en el mundo del golf, un deporte que practicó hasta hace poco tiempo y que la llevó a ocupar el puesto de presidenta de honor de la Asociación Española de Seniors de Golf de Damas. Una organización de la que también forma parte Aguirre, que compartía con su suegra su pasión por este deporte que han jugado juntas siempre que ha sido posible. 

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