En el momento más dulce de su relación, y entre muestras de cariño constantes a través de sus redes sociales, Diego Matamoros (34 años) y Carla Barber (30) cuentan los días para acabar el 2020, en el que ambos coinciden que lo mejor que les ha pasado ha sido conocerse.
Enamoradísimos, y con muchos planes -siempre juntos- para 2021, el influencer y la médico estética asistieron a la celebración por el 64 cumpleaños de Kiko Matamoros. Y es que, después de una temporada complicada, la relación entre padre e hijo pasa por su mejor momento, y la sonrisa de Diego lo confirma.
De la mano, y presumiendo de su amor y su complicidad, Carla desmiente que esté embarazada, como se rumoreó recientemente por unos misteriosos mensajes que compartió a través de Instagram. "De momento no", asegura, aunque no lo descarta para 2021: "Nunca se sabe. Ser madre es algo muy bonito".
Conciliador con su padre
Entre bromas, Diego jugaba con la posibilidad de que su padre le dé un hermanito, "Papuchi", pero se muestra encantado de una posible boda entre el colaborador y su joven novia, Marta López: "Tiene todo el derecho a rehacer su vida, ser feliz y si tiene una oportunidad más de casarse, celebrarlo y ser feliz".
El hijo de Kiko Matamoros, muy conciliador, se ha mostrado además encantado de que Estela Grande tenga nuevo novio: "Pues me alegro. Espero que sea feliz y que le dure", y ha confesado que ojalá su exmujer "firme pronto" los papeles del divorcio para poder casarse con Carla Barber, a quien no duda en definir como el amor de su vida.
Por otro lado, Carla ha hablado de la reciente detención de la banda de ladrones que la atracaron y la agredieron brutalmente el pasado mes de septiembre: "Están en cárcel preventiva de momento y yo muy contenta". Aunque no ha recuperado el importe que le robaron - cercano a los 50.000 euros - la cirujana está feliz "porque al menos están en la cárcel, esperando al juicio".
Más allá de su relación con Diego Matamoros, Carla Barber cuenta con un amplio currículum profesional que le está dando grandes alegrías económicas. La novia de Diego Matamoros, que se acaba de aventurar en una nueva faceta profesional con el lanzamiento de su línea de labiales, es conocida por su trabajo como modelo, pero también por su participación en realities y, sobre todo, en los últimos años, por su labor como doctora estética de rostros reconocidos de nuestro país.