Son muchas las voces que sostienen, sin ningún género de duda, que Zayra Gutiérrez de Benito (20 años) es una joven cuya única aspiración actual es participar en un reality de televisión, y enrolarse como concursante de televisión. Desde hace unas semanas, la hija de Guti (44) y Arancha de Benito (50) vive afincada en el dime y direte, en el meollo de la crónica social. Sus fiestas ilegales en plena pandemia, así como sus controvertidas manifestaciones la han convertido en un blanco fácil para la crítica en los medios y en un elemento de preocupación para sus padres.
Hace unos días, justo después de que una expareja de la joven acudiera al plató de Sálvame para vender material privado suyo, JALEOS supo que su madre estaba "superada". Arancha ha pasado unos días horribles. Había ocurrido lo que siempre intentó taponar o desviar: vio la luz el lado más conflictivo de su hija. Su peor versión. Se tiró de una madeja complicada y salió a flote, entre otras cosas, la mala relación de Zayra con sus padres. Una verdad, pero a medias. Cierto es que Arancha y su hija han pasado malos tiempos, pero quedaron atrás.
"Ahora está todo bien", se sostiene desde su entorno. Y es cierto. Por otra parte, Zayra y su padre Guti también se llevan "bien" en la actualidad, aunque "no hay que ocultar que la niña tiene mejor comunicación con la madre, entre otras cosas porque viven juntas y se rozan más". Lo que hasta la fecha se desconocía, y ha podido confirmar este periódico, es el acercamiento, tan inesperado como necesario, entre Arancha y Guti. Dos ex y padres, unidos por el bien de su hija. Fue hace unos días, justo cuando el escándalo de Zayra estaba viviendo su punto más álgido, cuando Arancha descolgó el teléfono.
Desesperada, viendo a su hija sufrir y con la televisión deshojando la margarita de sus cuitas familiares, De Benito dio un paso al frente. Según la información que ha confirmado este medio, se trató de una conversación sosegada dentro de la tensión del momento. "Hablaron solo de su hija, que es lo que preocupa", se hace ver. No cupieron los reproches, no era el momento para ellos. Solo se buscaron soluciones. Arancha solicitó ayuda a Guti, y este movió ficha. De aquella llamada a la actualidad se ha producido algún que otro contacto más entre ellos. Todo fluye más y mejor.
Se hace ver que Zayra está "mucho más calmada" y repuesta, y, bien aconsejada, ha decidido tomar distancia y alejarse de según qué compañías y amistades. Está "dolida" con algunas personas que han salido en televisión hablando de ella y, como se dijo en Sálvame, ha hecho limpieza de agenda y entorno. Se asevera que la joven ha recapacitado y ha visto "la parte más fea de la fama". Cuentan que, lejos de andar sobrepasada, Zayra está encantada con esta polémica, algo que se desmiente: "¿En qué cabeza cabe que ella haya buscado esto o lo esté disfrutando? Es absurdo y, sobre todo, mentira". Y se aclara: "Ella siempre sintió curiosidad por la tele y los realities, pero de ahí a esto que ha vivido hay un trecho".
De Benito ha luchado mucho por su hija en los últimos años, sobre todo desde que entró en la adolescencia. "A veces no ha sido fácil", se explicaba hace unos días. Arancha "ha hecho lo indecible" por reconducir a Zayra. Incluso, con internados de por medio. Cuestiones que, como bien se detalla, De Benito siempre ha procurado solucionar de puertas para adentro, y así va a intentar que se sigan produciéndose las cosas. No va a tolerar que sus cuitas familiares sean debate nacional. "Se han dicho auténticas burradas en Sálvame", sostuvo la fuente consultada. Arancha y su hija no descartan emprender acciones legales. Se entiende que se ha llegado demasiado lejos.
Zayra, toda una 'influencer'
Zayra se colocó en primera línea mediática a finales de diciembre por organizar una multitudinaria fiesta en la que se incumplieron todas las restricciones sanitarias por el coronavirus. La joven reunió a muchas más personas de lo permitido en una localización secreta en la que bailaron, bebieron y se divirtieron sin respetar las distancias de seguridad y sin utilizar mascarilla. Tras esta 'pillada', la joven salió al paso y pidió perdón públicamente: "Tengo que pedir perdón, de verdad. Yo solo tengo que pedir perdón, no voy a hablar más, es una irresponsabilidad, las cosas como son, es verdad que había más de seis, ya lo he dicho públicamente".
Esas fueron sus palabras y ahí se quedó el desaguisado. No obstante, recién estrenado el 2021 Zayra lo volvía a hacer. Zayra es toda una influencer en las redes sociales y ya acumula cerca de 42.000 seguidores. En sus redes sociales son habituales las fotografías junto a su madre, a quien está muy unida. Desde que sus padres se divorciaron en 2009, tras diez años de casados, ambas se volvieron inseparables. En las últimas horas, la joven ha felicitado a su hermano, Aitor Gutiérrez, por su 19 cumpleaños: "Felices 19 al amor de mi vida, qué mayor y que rápido pasa el tiempo, eres la luz que ilumina mi día a día. Soy tu hermana mayor y voy a estar siempre a tu lado, en los buenos y, sobre todo, malos momentos de tu vida. Solo puedo darte las gracias por la paciencia que tienes a veces conmigo y por cómo me cuidas y me quieres. Te amo".
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