Carlos Sobera desvela cómo se encuentra su mujer dos años después de sufrir un derrame cerebral
El presentador, que estrena obra de teatro, explica cómo afecta, a día de hoy, a Patricia Santamarina el accidente cerebrovascular que padeció.
5 febrero, 2021 14:01Noticias relacionadas
Carlos Sobera (60) estrena este viernes, 5 de febrero, en el Teatro Reina Victoria su última obra Asesinos todos, una divertida comedia al lado de Neus Asensi (55), Elisa Matilla (54) y Ángel Pardo (64). Triunfando además como presentador en televisión y con numerosos proyectos, el vasco nos cuenta cómo se encuentra su mujer, Patricia Santamarina (49), tras el derrame cerebral que sufrió hace dos años.
¿Cuál es su personaje en esta obra?
Yo soy Pepe, un funcionario de Hacienda. Un funcionario gris tremendamente legalista y respetuoso con la ley y en el fondo, emocionalmente hablando, muy egoísta y miserable. Soy un poco la china en el zapato de mis compañeros porque, equivocadamente o no, ellos deciden cometer un asesinato y yo me opongo. A partir de ahí, en ese juego de miserias de cada uno por sacar su vida adelante pues me voy retratando como ese funcionario legalista y miserable que soy.
En el día a día, ¿tiene paciencia o llega a límites extremos que le ha apetecido matar a más de una persona, como en la obra?
Hombre, hay a más de uno que le hubiese dado un pescozón... Pero yo tengo mucha paciencia. Tengo una paciencia que lo digo de verdad, ¿eh? A todos nos pasan cosas y veo cómo reacciono... Yo solamente me pongo tenso o me enfado cuando veo que se comete algo injusto. Si se enerva mi sentido de la justicia, ponte a salvo, si no, ya me pueden tocar las narices que tengo una paciencia infinita.
¿No le parece que esto del coronavirus saca lo peor de nosotros también? ¿Cómo lo ha llevado? De todas formas, usted trabajaba y no ha estado tan confinado, ¿no?
Yo tuve suerte. El confinamiento me asustó al principio y me asusta, pero tuve la fortuna de ir a trabajar, porque estaba haciendo Supervivientes y me impactaba bastante las imágenes de la calle, porque no había nadie. Estaba mi coche, algún coche más por allí y la policía haciendo controles. Y nada más. Era apocalíptico todo. No sabías lo que era, pero luego, el hecho de poder trabajar, salir un día a la semana, estar con los compis, hablar con el público en casa y tal, me metía oxígeno en vena, me daba aire fresco. No tenía la sensación de confinamiento y eso me ayudó bastante.
Pasaría también miedo porque es diabético.
Lo he pasado, asintomáticamente. Lo cogí y, además, en la primera ola.
¿Y su mujer y sus hijas?
Nadie. Mi mujer lo tuvo al mismo tiempo que yo, porque nos hicimos el análisis el mismo día y los dos dimos anticuerpos. Así que lo habíamos pasado juntos asintomáticamente. Nuestras hijas, que tienen un contacto muy directo con nosotros, la madre de Patricia, mi suegra, también... Nadie.
El derrame que sufrió su esposa, ¿es historia pasada? ¿Está bien?
Historia pasada. Además, curiosamente, el 4 de febrero se cumplieron dos años y desapareció por completo la lesión. No tuvo ningún tipo de secuela y la verdad es que está muy bien y con más ganas de pasarlo bien y de vivir que nunca.
¿Cómo está siendo la vuelta al teatro?
Fantástica, un poco acojonado porque estamos... Yo pensaba que cuando decíamos que íbamos a estrenar en febrero del 2021 que esto ya habría pasado, y parece ser que estamos peor que nunca. A ver cuando acabamos con esto... Estoy un poco preocupado, pero muy contento y además en mi teatro.
¿Nos vamos a reír?
Es una comedia total. La función está hecha para reírse. con lo cual te digo ya que si la gente no se ríe es que lo estamos haciendo mal. Si no se ríe la gente, yo les doy derecho al que acabar la función nos sacudan.
¿Hay nervios?
¿Si hay nervios? Yo estoy por no venir... No te cuento más, tengo ahí las mariposas que madre mía. ¿Por qué me meto en estos líos? Pero luego cuando sales a escena, en cinco minutos se te pasa y lo disfrutas como un enano.
Ahora también va a entrenar un programa, El precio justo, todo un clásico de la televisión.
Un clásico. Me van bien los clásicos, me fue bien con El millonario, con Atrapa un millón... Me gustan los clásicos y El precio justo es un súper clásico. Además, yo lo veía cuando lo hacía Joaquín Prat y llegué a competir contra Carlos Lozano haciendo El precio justo el en TVE y yo el millonario en Telecinco y es un formato que me gusta mucho.
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