Este pasado lunes se hacía pública la noticia de que Carmen Bazán (75 años), la madre de Jesulín de Ubrique (46), había tomado una importante decisión personal: abandonar su residencia en Ubrique para mudarse a Marbella, a la casa que su hija Carmen Janeiro (44) comparte con su pareja, el millonario Luis Masaveu. Pocos datos más trascendieron, muy en la línea de los últimos años de la matriarca de la familia, que ha estado apartada de todo foco mediático y, por ende, de polémicas familiares y terceros satélites. En un perfil bajo, que se vio, si cabe, más acrecentado cuando se decretó en España el estado de alarma por el coronavirus.
Según la información que maneja JALEOS, Carmen Bazán no se ha trasladado ahora, sino que "lleva varios meses" afincada en Marbella. Ahora ha sido, tan solo, cuando ha trascendido la noticia. Otro apunte que se pretende dejar claro: no viven matrimonio y suegra en la mansión de Masaveu. Están haciendo vida en otra casa, pues el chalé está a la venta y ya se encuentra desalojado. Bazán, población de riesgo, se preocupó muy mucho por la pandemia y se encerró en casa los primeros meses. Le cogió miedo al contagio y si antes hacía una vida social más bien escasa, esta se vio radicalmente parada en seco.
Además, una buena amiga desliza a este medio que su ánimo en el último tiempo ha estado "muy tocado", sobre todo desde la muerte de Humberto Janeiro. Su matrimonio naufragó hace décadas y fueron muchos y lacerantes los reproches que se dedicaron en los platós de televisión en otra época, pero todo aquello había pasado. "Ella sufrió mucho, pero su marido nunca dejó de ser Humberto y por eso lamentó tanto su muerte", se apunta desde el entorno. A Bazán se le juntaron muchas cosas meses atrás y tampoco para ella fue un 2020 precisamente bueno. Los hijos han estado en este tiempo más pendientes de su madre. Unidos y en contacto. Sobre todo, su hija Carmen Janeiro, quien, acompañada de su pareja Luis, visitaba con frecuencia a su madre, siempre con la discreción por bandera. Pero no siempre los desplazamientos se han producido cuando más se han necesitado, restricciones antiCovid mediante. Explica quien bien lo conoce que Carmen se ha dado especial cuenta en este tiempo atrás de los hijos que tiene: "Se ha sentido muy arropada por todos, aunque su Carmen es su Carmen. Siempre han estado muy unidas".
Las dos mujeres de la casa, en lo bueno y en lo malo. Se cuenta a este medio que Carmen madre y Luis Masaveu, la pareja de su hija, "tienen una relación muy buena, casi de madre e hijo. Se quieren mucho y Carmen comenta la suerte que ha tenido su hija al encontrar a Luis". La opinión de él sobre su suegra, ídem. De hecho, no puso impedimento alguno a esta mudanza, antes al contrario. Eso sí, se aclara algo fundamental: no se trata de un traslado definitivo. "Solo por un tiempo", se hace constar. Allí, en la Costa del Sol, dispone de todo tipo de comodidades: "Ella está como una reina, pero da igual el sitio. La compañía de su hija es lo que más valora".
La persona con la que se contacta asegura que Bazán se merece una jubilación "como Dios manda", tras años "deslomándose": "Carmen siempre ha estado dada a los demás, pendiente de todos y nunca de sí misma. Ya se merece un descanso bueno. La verdad es que lleva ya años muy tranquila y haciendo una vida cómoda y sin polémicas. Decidió no volver a participar en televisión y fue lo mejor que pudo hacer". Ella ha conocido "la parte más agradable de la fama, pero también la más amarga". Se explica que un día "se le dio el mejor de los consejos", retirarse de la primera línea. Le cambió la vida. Hoy, ni siquiera Laly Bazán, la hermana de Carmen, entra en el ruedo mediático.
Este traslado temporal de residencia de Carmen Bazán llega, precisamente, en medio del tsunami informativo que ha provocado la incendiaria carta que le escribió en redes sociales María José Campanario a Belén Esteban, entrada la madrugada del viernes. La longeva batalla entre ambas se ha reabierto con más vigor que nunca. Se podría decir que Bazán se ha retirado justo a tiempo. Cabe recordar que el patrimonio de los Masaveu se estima en unos 2.500 millones de euros, siendo la undécima fortuna de España, según Forbes.
En los últimos meses, Carmen y Masaveu se han convertido en noticia por su mansión marbellí, que han puesto a la venta. Quieren desprenderse de Villa Asturias, donde han hecho vida estos ocho años de sólido e inalterable amor. En otro orden de cosas, en lo que respecta a la guerra Campanario-Esteban, hay un nombre propio que ha salido a flote en las últimas horas: el de la hija de María José y Jesús, la joven, y menor hasta el próximo mes de abril, Julia. Se ha especulado que busca fama, notoriedad y luces y taquígrafos.
Nada que ver. Ella misma ha salido al paso: "Os agradecería que, por favor, dejaseis de contarme nada sobre televisión, sobre prensa, de nada ni de nadie". Y añade: "No quiero saber nada. No tengo nada que ver con eso y no tengo por qué estar leyendo que me escribáis sobre el tema". No ha podido ser más clara. A este medio llega la misma información: "Ella no quiere saber nada de la televisión, nunca ha mostrado interés sobre eso". No se descarta un comunicado en su mayoría de edad. Ella solo desea terminar sus estudios y trabajar sobre ello.
La 'vida búnker' de Carmen Janeiro
Contaba hace un tiempo una buena fuente que fue Carmen Janeiro quien voluntariamente decidió arrinconar su mediático apellido, y toda la exposición que conllevaba, "para estar al lado de Luis". No fue ningún sacrificio, se apostilló. Como tampoco significa esto que ella no trabaje. Nada que ver. Ella está feliz con su autonomía económica. Es profesora de yoga y tiene "otros negocios" con empresas multiservicios. "No le va mal y ella gestiona su dinero", se apuntó para incidir en la cuestión. Es una pareja "súper casera", que no acostumbra a hacer vida social. Afincados en una de las urbanizaciones más prestigiosas de la ciudad andaluza, bautizada como la Milla de Oro marbellí, se desliza que "por no querer, ni siquiera salen ni entran juntos de casa".
Los fotógrafos que han estado haciendo guardia en su mansión aseguran que "es imposible" captarlos en una misma imagen. A pesar de que durante un tiempo, la Jesulina -como se la llamaba en los medios- estuvo muy presente en el papel cuché, desde 2014 se ha mantenido al margen de los flashes. Atravesó una depresión tras un accidente doméstico que la dejó en silla de ruedas durante más de dos años después de romperse la tibia y el peroné. En aquel entonces, Carmen rompió su relación con el exfutbolista César de Loma, con quien compartió una larga historia de amor durante una década. Tras ese oscuro periodo y un fracaso profesional, la hermana de Jesulín recuperó la sonrisa con Masaveu.
[Más información: La nueva vida de Carmen Bazán: se muda al chalé marbellí de su hija y el millonario Luis Masaveu]
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