En las últimas horas, algunos medios de comunicación han subrayado la notable ausencia de Mila Ximénez (68 años) del plató de Sálvame. La aguerrida colaboradora lleva semanas sin aparecer en el espacio vespertino de Telecinco. Desde que hace siete meses, en junio de 2020, anunciara que padece cáncer de pulmón, Ximénez no ha dejado de estar bajo el foco y se ha mostrado fuerte, optimista y con ganas de plantarle cara a la enfermedad. Inasequible al desaliento y con el humor siempre a punto.
"Lo voy a superar, se lo he prometido a mi hija Alba", parece uno de sus mantras. Ella misma ha explicado en determinados momentos que solo podía ir al programa de Telecinco cuando los tratamientos de quimioterapia y el ánimo se lo permitían. Y así ha sido siempre. Sin embargo, desde hace unas semanas Mila no acude a su puesto de trabajo. Tanto ella como su entorno está en silencio y esto ha despertado algunas alarmas sobre su estado de salud. JALEOS se ha puesto en contacto con su entorno más cercano. Algunas fuentes, fieles amigos, han declinado hacer cualquier tipo de declaración.
Prefieren ser prudentes tratándose de un tema de salud y de una amiga. Otras personas con las que se contacta, en cambio, sí rompen la fila para destacar la entereza hercúlea de Mila. Odas de garra y optimismo. Tranquilizan y acallan voces infundadas que alarman de forma insensata. Ximénez "sigue en la lucha como la campeona que es". En el camino, como ya Ximénez anunció, hay baches y escollos, pero se van superando. El motivo por el que no acude a su puesto de trabajo se debe a que "está muy floja" por el tratamiento que está recibiendo. El ciclo es más intenso de lo normal y la deja muy débil.
Claro que volverá: "Sabe que tiene las puertas abiertas del programa con una llamada. Tanto de Sálvame como de la revista donde colabora". Mila continúa con su tratamiento con total normalidad y todo está en su sitio: "La verdad es que estas alarmas que sueltan por ahí no favorecen ni ayudan". Al lado de la periodista, día y noche, su hija Alba y sus hermanos. Como desde el principio de la enfermedad, como desde siempre en su vida. Unidos en la adversidad. "Alba va y viene de Ámsterdam cuando puede, le ha dado prioridad a su madre", se sostiene al otro lado de la línea.
Una persona que quiere mucho a Mila asevera, sin un mínimo titubeo, lo que ella ya proclamó en junio de 2020: "No hay debate ni dudas: ella saldrá porque se lo prometió a Alba y nunca ha fallado en ninguna de sus promesas". Más pronto "de lo que se piensa" Mila Ximénez regresará a su programa, a su casa, a Mediaset. "He pasado de baches emocionales mucho más jodidos que esto, y esto me va a servir para algo", sostuvo hace un tiempo. Así será.
Sus palabras cargadas de fuerza
"Va a ser una lucha larga... La oncóloga me dijo 'vamos a hacer el tratamiento de radioterapia y quimioterapia', me lo pilló muy a tiempo", aseguró Mila Ximénez en el primer Sábado Deluxe que concedió tras ser diagnosticada. Si algo ha caracterizado a Ximénez es que nunca ha maquillado su realidad. Así se lo pidió a su doctora: "Me dijo que era un tumor en el pulmón con metástasis, ahí me cagué. Está en los pulmones, en el hígado y más partes".
Tiene fe ciega en sus médicos: "Me han explicado que cuando un cáncer está localizado se le dispara y punto, pero a este no se le puede disparar". En aquella entrevista habló, sin miedo ni máscara, del alcance en el que se encontraba su enfermedad: "Me dijeron si no lo tienes en la cabeza todo va bien, y si no lo tienes en los huesos también. Lo van a dormir para evitar que ramifique más, una zona está más complicada, pero a esa zona la estamos quemando. Se ha cogido a tiempo, si logramos que se duerma, todo irá bien".
Después de 10 días desaparecida de televisión, la colaboradora entró el 16 de junio por teléfono en Sálvame para confesar que padece cáncer de pulmón. Lo hizo entre lágrimas: "Estoy jodida, asustada y tengo ganas de contarlo. Tenía muchos dolores en el programa de La última cena. Me dolía mucho la espalda, fui al Deluxe y me tuve que poner una inyección. El lunes me dijeron que tengo un tumor, un cáncer de pulmón, ese es el diagnóstico. Tengo un cáncer. Me lo van a tratar, vamos a hacer quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia. Me lo estoy tratando en la Clínica La Luz".
Además, explicó el motivo por el que estuvo en silencio todos esos días: "Necesitaba hablar con mi hija Alba antes de contarlo. Saber qué nombre tenía, qué tratamiento tenía. Ya los sabemos. Me hice una resonancia, fui con la neuróloga de María Teresa Campos (79). Cuando me dieron los resultados de la resonancia, me dijeron que me esperara un momento. Mi oncóloga me dijo que tenía cáncer. Estaba muy claro, de ahí venían los dolores. Sentía dolor en la espalda. Está localizado, pero no se le puede pegar un tiro porque hay ramificaciones que no están muy controladas. A veces cuando me despierto de la siesta pienso que lo he soñado y que no es verdad".
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