Enrique San Francisco, ese actor sin filtro, un hombre de apariencia vulnerable pero de personalidad ácida y clara, siempre hizo lo que quiso, disfrutó de la vida sin freno y también cometió grandes errores. Este lunes 1 de marzo ha fallecido a los 65 años de edad, pero su legado permanece y su historia vital está llena de anécdotas, de alegrías y de dramas, pero también de amor y pasión.
Tanto se ha hablado durante años de su faceta rebelde y su adicción a las drogas, que parece que el corazón quedó en un segundo plano, pero nada más lejos de la realidad. Quique San Francisco amó mucho y fue muy amado.
Él mismo aseguró que las mujeres de su vida le cabían en los dedos de una mano. Concretamente señaló que fueron cuatros las parejas más importantes de su vida. Algunas de ellas casadas y dos de ellas con hijos a los que crió como si fueran propios -entre éstas su última pareja con la que compartió casi dos décadas de amor hasta su muerte-. La paternidad fue una de las asignaturas que siempre le quedó pendiente, tal y como el propio actor confesó, pues sentía verdadero amor "por los niños y por los animales".
Sus relaciones con las mujeres nunca fueron del todo estables, ya fuera por su ritmo de vida profesional o por sus adicciones, y se rompieron al cabo de los años. Pero si hay un amor que quedó guardado en un rincón especial de su corazón ese fue el de la cantante Rosario Flores (57).
La hija de Lola Flores y el actor estuvieron juntos durante cuatro años. Según los que fueron testigos de ese amor, la pareja era pura pasión, desenfreno y efervescencia descontrolada.
"Ha sido la relación más importante y más duradera que he tenido", le confesaba San Francisco a Bertín Osborne (66) en Mi casa es la tuya. De hecho, llegaron a vivir juntos y a convertirse en una de las parejas más aclamadas del mundo del espectáculo.
"Nos presentamos junto al carnet de conducir y por poco nos matamos. Ella suspendió y yo aprobé", contaba sobre el momento en el que ambos se conocieron. "Los primeros dos años fueron maravillosos", declaró sin poder evitar esbozar una sonrisa pícara.
Pero en aquella época Quique no tenía la aprobación de sus suegros pese a que hablaba mucho con ellos. La Faraona y El Pescaílla pensaban que el intérprete no era la mejor opción para su hija debido a sus adicciones, y es que cuando Rosario y Enrique se conocieron, ella empezó a despuntar en el ambiente artístico. "Creo que Lola se dio cuenta de que yo cuidaba de su hija a pesar de todo", explicó Quique San Francisco al recordar su historia recientemente.
El amor entre ellos pudo resistir a todo durante un largo tiempo ya que el actor fue el primer gran amor de Rosario: "Mi hermano le decía que no me iba a gustar, pero cortejó y al final me enamoró", desveló en una entrevista la hija de Lola Flores. La artista también confesó que vivió una de las épocas más complicadas de Enrique en su relación con las drogas, una de las razones por las que rompieron su relación.
"A mí me salvó mi madre, porque y soy muy como ella, somos de tener muchas ganas de vivir", detalló. No obstante, la cantante siempre ha dejado claro el sentimiento tan fuerte y bello que sintió por San Francisco: "Nos quisimos mucho, ha sido uno de los hombres que mejor me ha tratado, me formó como mujer".
El propio actor reveló que la decisión de acabar con su preciosa y tumultuosa historia de amor con Rosario la tomó él: "Ella empezó con una persona (él) y terminó con otra (la droga). Por eso un día le dije que tenía que dejarme que yo ya no era un hombre, era una piltrafa".
"Ella batió el récord. Todas las mujeres con las que he estado me quieren mucho, pero sólo me llaman para insultarme", admitió Quique con humor. Pese a haber pasado del cielo al infierno juntos, el actor aseguraba que seguía manteniendo una buena amistad con Rosario y seguían viéndose: "La quiero un huevazo, como ella a mí, y la veo todos los Fin de Año".
Un gran amor que ha marcado la vida sentimental de Rosario Flores, que, tal y como ha podido saber JALEOS en primicia, se encuentra "muy afectada" ante la noticia de la muerte de su novio de juventud, ese hombre que, pese a los errores, seguía formando parte esencial de su vida décadas después.
Tras su apasionante historia con la cantante llegaron otras tres mujeres, la última de ellas ha estado a su lado hasta el final de sus días, Tatiana. Con ella ha convivido sus últimos 19 años. Era su compañera de vida fiel junto al hijo de ésta, Pedro. Los dos se encuentran hundidos tras el adiós del carismático actor que hizo reír a varias generaciones y siempre vivió como quiso.
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